Capítulo 6. Una Nueva Amistad (Parte 1)

100 10 1
                                    

Esmeralda no se detuvo corrió lo más rápido que sus piernas le permitían sintiendo como las lágrimas no paraban de caer, en ese momento no se dio cuenta de que al frente de ella estaba una chica bajando unas maletas en un taxi, tanta era su desorientación que no se dio cuenta cuando...- ¡Ah! ¡ouch ouch!... –exclamaron las dos chicas al momento en que chocaron cayendo al suelo sin más- ¡¿Pero qué te sucede?! ¿Estas tonta o que te pasa?-dijo Elizabeth enojada sin ver a la chica- Lo siento...-respondió Esmeralda apenada y entre gimoteos-. Esmeralda no se había percatado que la chica con la que había chocado tenia horriblemente los ojos rojos, parecía que había llorado durante mucho tiempo y para ser sinceros, tenía un aspecto desastroso- Lo siento yo también, discúlpame por haberte gritado, solo que me altere por el choque, sé que no nos conocemos y tal vez suena indiscreto, pero ¿Qué te sucedió, estas bien? Luces realmente mal, sin ofender- Esmeralda giro su mirada y la dirigió hacia la de esa hermosa chica con la cual había chocado- Si, gracias, lamento haberte causado molestias- dijo mientras se levantaba y ayudaba a Elizabeth a pararse, para después recoger las maletas de la chica- Oh no te preocupes está bien, acabo de llegar a la ciudad y me hospedare en este hotel, ¿quieres pasar? Servirá que revisamos si nos lastimamos y me ayudas a subir mis maletas como compensa por haberme tirado- dijo divertida para sacarle una sonrisa a la chica- Jaja está bien te ayudaré, respondió Esmeralda secando las pocas lagrimas que quedaban en sus ojos y sonriendo, por un momento olvido lo que había pasado.

Las dos chicas tomaron las maletas e ingresaron al hotel, mientras Elizabeth iba a recepción Esmeralda se quedó de pie mirando lo lujoso del hotel, a pesar de vivir en esa ciudad casi toda su vida nunca había entrado a este hotel, podían verse los bonitos detalles de los pilares, las verdes plantas que colgaban del segundo piso caían haciendo un bonito contraste y una buena combinación con la fuente que se encontraba en el centro del lobby, de pronto giro su mirada a la recepción y pudo ver como Elizabeth se acercaba a ella- Bueno ya me dieron acceso a mi habitación, vamos- le dijo mientras la tomaba de la mano y se dirigían a elevador, un silencio abarco a las dos chicas hasta que Elizabeth lo rompió- vaya que te he invitado a mi habitación y ni siquiera sé cómo te llamas y ni yo me he presentado, mucho gusto mi nombre es Elizabeth Harrison y tú eres...?-le dijo mientras extendía su mano para formalizar la presentación- Me llamo Esmeralda Wood, m-mucho gusto...-dijo estrechando la mano de Elizabeth- Al momento de presentarse las dos sonrieron dulcemente, Elizabeth se alegró de haber hecho sonreír a esa chica, sabía que algo había pasado con ella, por eso su invitación, en realidad solo quería ayudar a esa chica.

Hablaron gustosamente mientras se dirigían a la habitación de Elizabeth, una vez llegaron colocaron sus cosas a un lado de la puerta, Elizabeth llevo a Esmeralda a la sala de estar donde la hizo esperar mientras ella fue al baño, sabía que ahí debía haber un botiquín, una vez regreso vio la ropa de Esmeralda, había quedado toda sucia después de esa caída así que le propuso una idea.

Que te parece si tomas una ducha, una vez salgas puedes usar una bata de baño, lavamos tu ropa y mientras se seca podemos comer algo mientras platicamos y nos conocemos mejor, ¿Qué te parece?- Le dijo a Esmeralda mientras esta se sorprendía ante la propuesta de su nueva amiga- Amm estoy apenada por darte tantas molestias, pero aceptaré, por ahora no quisiera llegar a mi casa- en la voz de Esmeralda podía notarse tristeza y dolor- No se diga más entonces, el baño esta por acá, la bata es por parte del hotel así que siéntete libre de usarla en cuanto salgas, yo sacaré unas cosas de mis maletas mientras tú te duchas- le dijo regalándole una sonrisa a la chica- Esta bien, muchas gracias... me ducharé-le dijo mientras caminaba hacia el baño.

Al meterse Esmeralda al baño, Elizabeth saco unos sobres y unos folders de su maleta, seguido de eso saco una cajita de colores que le había regalado su hermana menor antes de viajar, dejo sus cosas en la mesita de centro, se dirigió al sofá y se dejó caer en él, inhalo y exhalo tan profundo que la hizo sentir tranquila y cómoda.



****El cápitulo de hoy es corto pero se pondrá muy interesante lo que viene! Gracias por leer y como dice Ilonka... "Recuerden que amar es compartir"***

Descubriendo un Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora