Capítulo 10. Una experiencia indebida

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Elizabeth termino de arreglarse y salió a esperar a sus lindas acompañantes en donde habían acordado, no la hicieron esperar mucho, a los 5 minutos las damas salieron de su respectiva alcoba con una cara feliz y tranquila, cosa que desconcertó a Elizabeth pero decidió no hacer caso, las tres chicas se fueron a pasear por el lugar, se divirtieron mucho y la pasaron increíble, por un momento cada una olvido sus problemas y se concentraron en pasarla bien, Elizabeth tenía un pequeño sentimiento, algo pasaba pero no sabía exactamente que, cuando así, de la nada Esmeralda y Alex cruzaron miradas, se vieron de una manera muy tierna, linda y llena de amor, mientras sonreían tenuemente, ahí... justo ahí, Elizabeth se dio cuenta, esas dos mujeres se amaban, algo había pasado entre ellas que las había puesto así, estaba tan metida en sus pensamientos que no escucho cuando Alex le hablaba.

Eli... Eli... ¡Elizabeth!-dijo Alex aumentando el tono conforme llamaba a su hermana-

Ah? Si, ¿qué pasa? No me grites, hermanita malvada- respondió Elizabeth con tono juguetón-

Queremos preguntarte si ya quieres ir a descansar, nosotras ya estamos algo cansadas y nos gustaría ir a tomar una ducha relajante en la tina, y descansar un poco para en la noche ir a tomar algo, ¿Cómo ves?- Dijo Alex en un tono cansado pero ansioso-

Elizabeth pensó seriamente su respuesta pues quería saber que pasaba y porque nadie le decía, ya que eso le molestaba y no estaba dispuesta a tolerar algo así, ella siempre había apoyado a su hermana desde que eran pequeñas y estaba dispuesta a apoyarla en todo, ya que también sabía que sus padres no iban a tolerar ese tipo de cosas ya que tenían una mentalidad diferente y cerrada, se haría fácil simplemente no hacer caso, pero su familia siempre ha sido unida y la relación que llevaban era muy linda a pesar de que Alex se había independizado sin depender de ellos.

Si está bien, me parece buena idea, de hecho iba a pedirte que si íbamos juntas, hermanita, así sirve que Esmeralda se relaja y tiene un tiempo a solas, a todos nos ayudaría, ¿Qué dices?- Dijo Esmeralda pues quería hablar con su hermana a solas-

Pues... bueno está bien aunque es demasiado cursi- dijo Alex con un tono de decepción pero al mismo tiempo de amabilidad- Esmeralda te vemos al rato, ¿Si? Nosotras te llamamos cuando estemos listas-añadió mientras le hacia una seña de "lo siento"-

Esmeralda acepto y simplemente sonrió comprensiva y amable, todas se dirigieron a sus destinos para así relajarse y seguir divirtiéndose. En ese paradisiaco lugar había un manantial que a cierta hora de la noche se climatizaba para que estuviera caliente, ahí fueron las dos hermanas, sabían que era el lugar perfecto para pasar el rato juntas y además tendrían privacidad total.

Elizabeth no espero a llegar bien al manantial, simplemente apenas entro a la recepción y comenzó a desnudarse (en la cual no había nadie, ya que habían pedido que nadie estuviera ahí), prenda por prenda iba cayendo del bien torneado cuerpo de esa hermosa chica, mientras tanto Alex iba atrás de ella recogiendo la ropa que su hermana iba dejando.

Ay hermana sí que eres demasiado madura, solo déjala ahí y ven conmigo- dijo Elizabeth con una voz un tanto picara-

Sabes que no puedo hacer eso, no hay que dejar aquí todo sucio, pareces una niña Elizabeth- respondió Alex un tanto seria pero al mismo tiempo juguetón pues ya sabía cómo era su hermana-

Apenas pasaron la puerta que daba al manantial y Elizabeth se aventó contra su hermana, dejándole sus bien formados pechos en toda la cara, Alex solo se intentaba zafar de ella ya que sentía que se ahogaba, sin embargo Elizabeth no se quitaba y al contrario, comenzó a quitarle la ropa a su hermana, Alex noto que su hermana estaba comportándose más loca de lo normal, pero sabía que a veces eso pasaba y terminaban haciéndose cosquillas o simplemente riéndose como tontas, así que la dejo ser.

Elizabeth tenía muy presente que quería pasárselo bien con su hermana y sacarle todo el secreto que ella suponía tenían las dos chicas, termino de desnudar a su hermana y la jalo para que fueran al manantial, donde antes ya Elizabeth había pedido les dejaran cerca unas cuantas bebidas las cuales eran las favoritas de su hermana y ella. Alex siguió a su hermana y ambas se metieron al manantial, el agua estaba tan agradable que al sumergirse ambas suspiraron de relajación, Alex le paso a su hermana una pequeña botella que contenía su bebida favorita la cual contenía alcohol, Elizabeth pensó que ya era hora de preguntarle a su hermana que pasaba pero la charla estaba tan divertida y la bebida tan deliciosa que decidió no preguntar aun. Elizabeth no sabía tomar, con tan solo dos botellitas terminaba ebria y bueno Alex solo se reía de ella, ya que ella era la hermana mayor pero parecía que no era así. Elizabeth bebió 3 botellas aproximadamente y ya andaba riéndose como loca, mientras su cara estaba sonrojada por efecto del alcohol, Alex no pudo evitar pensar que su hermana era muy adorable y hermosa, mientras Alex pensaba cosas buenas sobre su hermana no se percató que esta ya estaba de pie enfrente de ella, el manantial era pequeño, ya que al pararse Elizabeth dejaba ver sus hermosos pechos.

¿Ya quieres que nos vayamos al cuarto?- dijo Alex mientras miraba a su hermana con ternura-

¡No! Como crees que vamos a irnos ahora...- apenas y dijo eso cuando ya estaba tocando lo pechos de su hermana menor-

Alex no se sorprendió ya que muchas veces antes, Elizabeth solía masajearle los pechos a su hermana ya que siempre le decía que la tenía más grandecitos que ella, a pesar de que era la mayor, Alex comenzó a sentirse rara, ella pensó que era el agua quien le estaba jugando una broma, pero al sentir bien se dio cuenta que no era así, Elizabeth estaba tocándole su parte intima, cosa que por obviedad le sorprendió, Alex tomo la mano de su hermana para quitarla pero Elizabeth aplico fuerza para someter a su hermana.

No vas a irte de aquí aun hermanita- dijo Elizabeth mientras sumergía dos de sus dedos en el sexo de su hermana y le lamia uno de sus pechos-

Alex no sabía qué hacer, no entendía porque su hermana se había puesto más extrema que de lo normal, pensó que era solo cuestión del alcohol, intento zafarse pero no podía su cuerpo estaba demasiado débil por la relajación que tenia y aparte estaba comenzando a sentir placer, algo que no debía de sentir, pero estaba pasando.


Descubriendo un Amor ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora