Prólogo

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Atlanta, Georgia
24 de junio, 2009

-¿Te vas? -preguntó el niño de ojos azules sentándose en la cama.

-Sí. -respondió su amiga, no muy contenta.

-¿Y a dónde? -insistió.

-A España, mi país natal.

-¿Por qué?

-No lo sé, mis padres no quieren decírmelo.

-¿Está muy lejos? -el pequeño parecía preocupado.

-Tengo que atravesar un océano, así que imagínate.

-¿Y si se cayera el avión?

-¡No me digas esas cosas, Chandler!

-Era una broma, Sam. -rió el castaño.

Quedaron en silencio por unos segundos. El niño volvió a hablar:

-No estarás en mi cumpleaños...

-Lo sé, Chandler, y lo siento mucho. -la niña bajó la cabeza.

-¿No puedes cambiar el vuelo?

-Ya se lo dije a mamá, pero ella me dijo que era imposible.

-Mi mamá encargó una tarta de Hulk, sé que te gusta. -sonrió débilmente.

-No quiero irme a Madrid. -la pequeña castaña se tapó la cara con ambas manos.

-Ni yo que te vayas, Super Sam. -acarició la espalda de la chica.- Pero volveremos a vernos, porque volverás, ¿verdad?

-En agosto es posible. En vacaciones de Navidad es muy seguro que sí. -se quitó las extremidades del rostro.

-¿Me lo prometes? -el pequeño de ojos azules enseñó su meñique.

-Te lo prometo. -Sam juntó su dedo con el de Chandler.- ¡Se me olvidaba! Tengo un regalo para ti. Ya que no podré asistir a tu cumple, al menos te daré un pequeño detalle. Cierra los ojos, porfa.

El amigo hizo caso, cerrando con fuerza ambos ojos.
Sam saltó de la cama y se dirigió a su mesa de estudio. Abrió el segundo cajón y sacó una cartulina roja del tamaño de un folio y una bolsita de cuero.

En el papel había escrito un "¡Feliz cumpleaños, Capitán C!" con letra grande y coloreado con muchos y distintos colores. En el medio, una foto de los dos amigos abrazándose.

-Ya puedes abrirlos. -sonrió entusiasmada.

-¡Qué chulo, Sammy! Lo pondré en la pared de mi habitación en cuanto llegue a casa. -exclamó feliz.

-Tengo otra cosa.

-¿Otra? -preguntó Chandler, curioso.

-Sí, mira. -Sam abrió la bolsita y sacó dos colgantes.

-¿Qué es eso?

-El Yin y el Yang. ¿Nunca lo has visto antes? -el niño negó repetidas veces.- Pues mira, esta parte blanca es el 'bien' y esta negra el 'mal'. Elige una de las partes, la que más te guste.

-Prefiero el blanco. -dijo siguiendo la explicación.

-Cuando las dos partes se unen, se forma un círculo. ¿Ves? -se lo mostró.- Cada una de ellas tiene un imán, para que se puedan juntar bien. Cuando se juntan la una con la otra, se puede abrir el colgante. -la castaña las unió y lo abrió tal y como dijo.- Dentro pone nuestros nombres, mira.

El chico de ojos azules cogió el amuleto, pudiendo observar con letra muy bonita los nombres 'Chandler & Sam.'

-¡Guau! -dijo estupefacto.

-El collar sólo se abre si las dos partes están unidas, si no, es imposible. -explicó la pequeña.- Toma la tuya.

Cada uno se puso su respectivo colgante, muy felices.

-¡Es el mejor regalo que me han dado, Sam! -bajó de la cama para abrazarla fuertemente.

-No hay de qué, Chandler.

-Eres mi mejor amiga. -exclamó feliz el castaño cuando se separaron.

-Y tú mi mejor amigo. -respondió Samantha.

-Siempre seremos amigos, ¿verdad? -preguntó con ilusión el pequeño de nueve años.

-¡Por supuesto que sí! -volvieron a darse un abrazo.- ¿Vamos a jugar con las pistolas?

-¡Sí! ¡Vamos!

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Y aquí tenéis el prólogo del nuevo Fic de Chandler Riggs. Decidme qué os parece y si debería seguirla o no.
¡Todo depende de vosotrxs!

Al♡






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