Capitulo 27

931 78 48
                                    

- ¿Y bien? -preguntó Dean nervioso- ¿Quieres ser mi esposa?

Empecé a tartamudear con una iditoa. Solo me falta medir metro noventa para ser igual que Sam.

- N-n-no.

- ¿Eso es un no?

- No, o sea sí, o sea no a que es un no, y... y... y no estoy solucionando nada. No me lo puedo creer, ¿va en serio? Mira que como me mientas tú y yo vamos a tener un problema.

- Va muy en serio, Claire.

- ¡Sí! -dije- ¡Claro que quiero casarme contigo!

Dean se levantó, se acercó a mí y me besó. Todos los del restaurante estaban aplaudiendo, muy típico de las peliculas.

- No sabes el peso que me he quitado de encima -Dean soltó todo el aire que tenía en los pulmones- Me iba a acabar dando un infarto.

- Ya verás cuando se enteré Steph, se va a volver loca.

****

Cuando entramos en casa de Bobby, al primero a quien vimos fue a Ethan con los cascos puestos mientras leía... 50 Sombras de Grey.

- Hombre, habéis llegado -dijo- ¿Qué tal?

Le enseñé el dedo en el que tenía puesto el anillo.

- ¿Cómo te quedas?

- Vaya, quién lo diría -dijo sorprendido.

- ¿Qué haces leyendo ese libro?

- Fui a la librería y una chica me lo recomendó. ¿De verdad las chicas os corréis cuándo os pegan con un látigo ahí abajo?

- Déjame una noche con ella y luego te lo digo.

Me reí.

- Acercate a mí con un látigo y te estrangularé con él.

- Oh, venga, sé que te gusta que te peguen con cosas largas.

Ethan casi explota en risas ahí mismo.

- Para que te quede claro, Winchester, si tú y yo tuviesemos una relación sadomasoquista, tú serías Anastasia. Por cierto, ¿Sabes algo de Steph y Sam?

- Para mi desgracia sí.

- Bien, ¿dónde están?

Ethan hizo signo de que nos callasemos. Empezamos a oir jadeos y gemidos. Abrí mucho los ojos y miré a Dean.

- La está poniendo mirando a Washington.

Oímos más gemidos y más fuertes.

- ¿Pero qué le está haciendo tu hermano?

- No sé, yo en lo que hace mi hermano en la cama no me meto.

Escuchamos un golpe, Dean y yo dimos un pequeño salto.

- Creo que Stephanie va a necesitar un par de tiritas después de esta noche -Ethan pasó una página del libro- A saber como se despierta mañana.

- ¿Y dónde se ha metido Bobby? Porque dudo que deje que esos dos anden copulando con el ruido que hacen.

- ¿Te digo lo que me contó o mis deducciones?

- Ambas.

- Segun él, se fue a tomar una cerveza, pero yo creo que se fue a un local de chicas de compañia.

- ¿Bobby? Pero si él debe de tener eso muerto -le pegué un codazo a Dean.

- ¿Por qué crees que se fue de putas?

- Porque cogió 300 dólares, y a no ser que pretenda que le de un coma etílico, no creo que sean para cervezas, eso y que cogió un paquete de condones.

- ¿Para qué? Ellas no pueden quedar embarazadas, todo el mundo sabe que se operan para que no haya esos problemas.

- Como controlas, ¿eh, majo? -dije.

- ¿De qué te sorprendes, Claire? Todos sabemos que el peor pecado capital de Dean es la lujuria.

- En eso tienes razón.

- No te preocupes -Dean se acercó a mí y me abrazó- Ahora solo tendré lujuria contigo.

- Ehm... ¿gracias?

Miré a Ethan esperando a que me dijse algo, pero él se limitó a levantar los hombros.

- Oh dios, el Grey tiene pensamientos muy malos, ¿eh?

- ¡Deja de leer eso!

- No, quiero saber como acaba.

- Cristian pega demasiadas veces con el látigo a la Anastasia y ella muere por tantos golpes, luego Cristian, desconsolado por la muerte de su muñeco de practicas sexuales acaba en el alcohol y las drogas y acaba suicidandose en un acto terrorista en el cual se autoinmola en medio del centro de Seattle en plena hora apunta -le cogí el libro y se lo lancé lejos- ¿Dudas? ¿No? Perfecto. Buenas noches, Ethan.

- Buenas noches.

Dean y yo nos fuimos a la habitación. Me senté en la cama y bostecé.

- Estoy agotada.

- ¿No te quedan energías pra otro rato? -me preguntó juguetón.

- Déjame pensarlo... No.

- Venga, te he compado un anillo.

Será chantajista.

- Ya, pero mira que diamante más pequeño -le dije tomándole un poco el pelo- Podrías haberte estirado un poco más.

- Soy tu marido, me debes sexo.

- Eres mi prometido, no mi marido, y descuida, claro que habrá sexo, es para lo único que vales...

Espero que no se me enfade

- Me partes el corazón -con el tono que puso, sin duda él sabía que era una broma- ¿Solo me quieres por el sexo? Tengo sentimientos.

- Para el sexo y por el dinero.

- Eres una caza fortunas -tomó aire como si estuviese sorprendido- Qué engañdo me tenías.

- Lo sé -dije con suficiencia.

Dean se tiró encima de mí y él acabó encima de mí en la cama.

- ¿Lo del anillo iba en serio?

- Pues claro que no, es perfecto, y de todos modos no hacía falta que me comprases un anillo, te hubiese dicho que sí de todas formas.

- Eso ya lo sé soy irresistible.

- Siempre tienes que romper los momentos.

- Pero quería hacerlo bien, ¿sabes? Esta debe de ser una de las pocas cosas que puedo hacer como una persona normal.

- Cuando acabemos con esta mierda, tú y yo nos casaremos a lo grande.

- Solo somos seis personas, Claire.

- Mejor, más barato.

- Te quiero, Claire Lewis.

- Y yo a ti, Dean Winchester.

After of the light (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora