Feliz Navidad, Querida Rose.

Sucesos 1 -5-

James se acercó a sus amigos y les dijo:

-Dejenme un rato solo, tengo algo que hacer- dijo con una sonrisa pícara.

Los chicos lo miraron raro, pero después, dijeron que no había problema, y cada uno se fue para su lado.

James se fue a la torre Gryffindor, allí seguro iba a encontrar a Rose.

Apenas llegó, se dio cuenta de que tenía razón, Rose estaba sentada en el sillón hablando con su mejor amiga, Alice.

-Hola, Rosie!-comentó el azabache para llamar su atención.

-Ah!, hola Jamie-dijo la pelirroja.

-Me han dicho que tengo que darte esto-dijo entregandole un sobre

-Quién me lo manda?

-Eso no te lo voy a decir, Rosie-dijo el azabache, con una sonrisa de picardía-Chau, es hora de que valla a pociones-dijo, no sin antes guiñearle un ojo a ambas

-Qué es?-preguntó curiosa Alice

-Paciencia, ahí lo abro-contestó la pelirroja

Lo abrió, y lo leyo. Lo volvió a leer, era imposible, era demasiado bueno para ser verdad, tenía un admirador secreto. La carta estaba firmada por un raro simbolo que parecía un letra "E".

-Alu, mirá esto-dijo dándole la carta

-Ahhhhh!!!-gritó Alice, apenas terminó de leer

-Shhhhhh!!!!!!-la calló Rose

-Tenés un admirador secreto!!!-dijo Alice, sin poder creerlo, Rose no era la mejor cuando se hablaba de relaciones, parejas y sobre todo, cuando se hablaba de sentimientos.

-Ya me dí cuenta-dijo Rose, comenzando a comerse las uñas, estaba muy nerviosa

-Y???, quién pensás que es???-preguntó la castaña impaciente

-Ni idea

-Vamos, Rosie, la más mínima sospecha-dijo haciendo puchero.

En ese momento, a Rose se le ocurrió algo, pero no, no podía ser, solo era su imaginación, era imposible que esa carta fuera enviada por ese rubio que la dejaba sin sueño.

-Rosie?-preguntó la castaña

-Eh?-la pelirroja había vuelto de su ensimismamiento

-Cabeza de enamorad...No!,-Alice no lo podía creer, como no se había dado cuenta antes, su amiga estaba enamorada- No puede ser! Estás enamorada!

-Quéeeee?-preguntó Rose simulando no saber de que hablaba su amiga.

-Rosie, no sabes mentir. Ahora, vamos a nuestro cuarto, no quiero que todo el mundo escuche.

Apenás subieron y cada una se sentó en su cama Alice, lo preguntó:

-Quién es el afortunado?

-No estoy enamorada, ya te lo dije

-Rose, no sabés mentir, y menos mentirme a mi, quién es?