La alarma resonaba con gran estruendo por la habitación, y que Ragnar se pusiera a retozar sobre mi, no ayudaba a tener un buen despertar.
Podía oír todo el batiburrillo que se estaba produciendo en el piso de abajo. Por lo que sin perder tiempo, me puse el uniforme y comencé a guardar atropelladamente todo el material que me hacía falta para clase, mi diario y la carta que aún no me había atrevido a leer.
Salí disparada de mi cuarto a toda velocidad, con el pequeño husky pisándome los talones.
Cuando llegué a abajo, mamá ya me tenía listo el desayuno en la mesa, y Koushi no estaba en ningún lugar a la vista.
Seguramente se había marchado temprano a entrenar, por lo que , encogiéndome de hombros proseguí con el desayuno.
"Hanae tienes que llevarle a Koushi su bolsa de gimnasia, hoy salió con tanta prisa que se la olvidó aquí " dijo mi madre poniendo la bolsa deportiva en la silla de al lado.
"¡Pero como es posible que se deje la bolsa si tiene entrenamiento! ¿Acaso pensaba entrenar desnudo?"
Ambas os reísteis debido al comentario, antes de que tu madre te echara una de esas miradas en las que se puede notar como sabe algo que tú desconoces...
"Salió ésta mañana temprano para enseñar a un compañero nuevo del equipo"
"Grrr. Lo ha hecho a propósito..."
Mamá me sonrió antes de tenderme la bolsa de mi perdición.
Al llegar a clase empecé a ponerme muy nerviosa, había demasiada gente mirándome con curiosidad.
Poco después me enteré de que en realidad hoy se iba a hacer un nuevo sorteo de asientos. De ahí todo el revuelo matutino.
La profesora entró en clase con porte regio, era muy estricta por lo que no solía ser popular entre la mayor parte del alumnado.
"Como ya sabéis, tenéis que sacar una papeleta de ésta caja, que os indicará el asiento que ocuparéis para el resto del semestre"
Uno a uno todos fuimos en fila a retirar nuestra papeleta de la caja.
Había tenido suerte, me había tocado uno de los asientos de al lado de la ventana. Justo en la parte de atrás.
Mientras miraba por la a través de mi nueva fuente de entretenimiento, el ruido de la silla del pupitre que estaba delante mía me sobresaltó.
Me encogí en mi asiento presa del pánico al ver que era un chico. Era alto y moreno.
Una vez todos estuvimos ubicados en nuestro sitio correspondiente, comenzó la clase.
¿Recordáis toda la suerte que había tenido con el asiento? Pues lo retiro...
Debido a la diferencia existente entre nuestras estatuas, me resultaba imposible ver la pizarra.
Me puse nerviosa ante la idea de que nuestra profesora me llamara en cualquier momento para preguntarme sobre la asignatura. Di un respingo y mi estuche cayó al suelo.
Bolígrafos, portamimas y rotuladores yacían desparramados por el suelo, y cómo no, el estruendo alertó a mi compañero.
Sus orbes azules como el océano me miraban con tal intensidad que, sentía como me podía perder entre sus olas.
Y sin mediar palabra se giró de nuevo hacia delante.
Aún estaba atónita, no sabía que acababa de pasar. Me había mirado como si fuera una molestia.
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Cartas a un supuesto desconocido (Varios X Oc)
FanfictionDos desconocidos con vidas y problemas completamente opuestos, encuentran por casualidad un curioso anuncio en una revista adolescente. Ella con esperanza de encontrar a alguien similar con quien tratar de entablar una amistad, y él por aburrimiento...