6.Karasuno vs Aoba Jousai

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Me había levantado temprano esa mañana para poder hacer bentous para todos, lo que me aliviaba era que Kiyoko-san se había ofrecido a ayudarme con todo el trabajo.

No tuve tiempo ni a cambiarme siquiera, la mánager del Karasuno había sido puntual.

Bajé atropelladamente por las escaleras y le abrí la puerta.

La joven me saludó con una sonrisa y rápidamente le indiqué que pasase.

Dejó con elegancia sus zapatos en la entrada y me tendió la mitad de las bolsas.

Caminamos en silencio hasta la cocina y depositamos el contenido de las bolsas en la mesa.

¡Ahora lo único que quedaba era ponerse manos a la obra!

Kiyoko-san empezó a cortar los ingredientes en lo que yo preparaba todos los recipientes.

Habíamos decidido hacer arroz con ternera en salsa de curry.

"¿Qué cara crees que pondrán todos cuando les demos la sorpresa?" Dije iniciando un poco de conversación.

"La verdad es que lo único que quiero es estar lejos de Tanaka-kun cuando eso pase" suspiró agotada , sólo pensar en la situación que podría ocurrir le provocaba escalofríos.

"Senpai, ¿te gusta alguien?" Mi pensamiento había cobrado vida y se había materializado por medio de mis labios. Me tensé al instante y la miré incómoda.

"¿Por qué lo preguntas así de repente?" Por una mera fracción de segundo me pareció avistar un leve rubor en sus mejillas.

"¡Lo siento! La verdad es que se me ocurrió por el interés que Tanaka-senpai parece tener por ti" contesté tímidamente.

Antes de que Kiyoko-san pudiera siquiera sopesar que contestar, Kou-nii apareció por la puerta, llevando nada más que una toalla para tapar sus partes pudendas.

"¡Eh Hanae! ¿Qué es eso que huele tan bien?Oh... Perdona Kiyoko" dijo rascándose tímidamente la cabeza, huyendo de la cocina.

"¡Pero serás exhibicionista!" Grité alzando la cuchara cuál espada, para poco después salir corriendo detrás de él dejando a una más que sonrojada Kiyoko en la cocina.

Time skip~

El trayecto a la secundaria habría sido una tarea imposible de no ser por papá, que amablemente se ofreció a acercarnos a los tres en coche. Para que así no tuviéramos que cargar con las enormes bolsas de bentou nosotros solos.

Al llegar todos nos estaban esperando y fuimos bombardeados con incesantes preguntas de Tanaka sobre el motivo por el que su amada Kiyoko-san estaba con el guaperas sensiblero, como había decidido apodar a mi hermano.

Gran parte del grupo estalló en sonoras carcajadas hasta que Takeda sensei apareció con el minibus que nos llevaría a nuestro destino.

Las risas se habían apagado por completo y en los semblantes de los chicos se podía ver determinación y un fuego que a los jugadores de Aoba Jousai les resultaría difícil extinguir...

Subimos al autocar de forma ordenada y tomé asiento al lado de mi compañera mánager y el entrenador Ukai.

Hinata no dejaba de quejarse del estómago pese a haberle dado una medicina para calmarle el dolor.

Estaba de los nervios y todos parecían tremendamente preocupados... Todos excepto Kageyama, que estaba echando maldiciones gitanas con la mirada al pobre señuelo del Karasuno.

Kiyoko-san y yo ayudamos con el equipaje, mientras los chicos iban apresurados al punto de encuentro.

Sin embargo, cuando doblamos la esquina, toda la felicidad y la energía se había tornado en un aura pesada y oscura.

Cartas a un supuesto desconocido (Varios X Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora