Todo Lo Que Pido De Ti ✗Aesnort✗

Prólogo

Un tenso suspiro se logró oír, la habitación estaba vacía de no ser por dos sujetos quienes estaban allí, el joven de piel pálida se llevó su mano izquierda a su pecho ensuciando este con aquel curioso líquido vital, se encontraba mirando al hombre que tanto amaba mientras apretaba con fuerza el arma blanca en su mano derecha.

Norton yacía apoyado sobre la pared, su respiración agitada le hacía entrar en una crisis nerviosa ¿Realmente iba acabar así? Lentamente se iba deslizando desde el muro hasta caer sentado en el suelo mientras poco a poco iba perdiendo su visión y sus manos ya no se apretaba con fuerza la panza, ahora todo su ser estaba débil, sus heridas y la nueva apuñalada que le proporcionó Aesop hace unos minutos antes.

 — ¿Por qué? No lo entiendo, me mentiste.— Él joven de grisaseos cabellos hablaba mientras sentía sus mejillas cálidas por las lágrimas que caían de sus ojos.

— N-no... No te mentí.—

— Si realmente deseas estar muerto... Entonces te mataré.— Ignoró las palabras de su presa y se le acercó a paso lento.

— Basta... Basta por favor, sólo quiero irme...— Su cuerpo ya casi no le respondía y ni siquiera podía mantener sus ojos abiertos.

De pronto el celular del de cabellos castaños hizo ruido por los alrededores de la habitación, Aesop observó el mueble que estaba por donde provenía la música, se acercó a el y vio como salía en la pantalla del aparato.

"Naib"

— Es con él con quien quieres estar ¿No es así? — Agarró el aparato con fuerza y siguió observando la pantalla.

— ... — Tragó saliva mientras hacía todo lo posible por mantenerse consciente.

— Si... Lo sé, es una lástima que no lo vas a volver a ver nunca más, no me malinterpretes, Naib me agrada, pero hay problemas si está entre nosotros.—

— No, no lo lastimes... Tenme aquí todo lo que quieras pero a Naib... Te lo suplico.— Iba a llorar, pero la adrenalina y la constante sensación a estar al borde de morir no se lo permitían.

Aesop lo observó con desdén a la vez que solamente cortaba la llamada y apagó el aparato.

— Me alegra eso, gracias por decirlo... Realmente estaba ansioso por escucharte decir que te vas a quedar conmigo.— Dejó el arma sobre el mueble y se acercó a su amado.

Con cuidado le ayudó a ponerse de pie, por con tan solo hacer eso provocó que Norton cayera desmayado por la cantidad de sangre perdida.