Cartas de Sangre

¿Dónde estas Miranda?

Mis gritos retumban por toda la habitación que ha quedado en penumbras nuevamente, recuerdo a mis amigos y trato de tranquilizarme, Axel sigue tirado por el dolor, Sue intenta caminar a mí, al llegar se derrumba y comienza a quitarme las esposas de las piernas, dejo de moverme para que lo haga.

Lo logra, muevo las piernas que tenía entumecidas, veo a Axel tratando de levantarse hasta que lo logra, en cada paso el dolor en su rostro se hace presente, se acerca a mí.

— Axel — le digo en un susurro

— Todo estará bien — me dice

— Lo siento — le digo

— Esta bien, saldremos de aquí e iremos por Miranda — me dice mientras sonríe para tranquilizarme

Siento un dolor en las muñecas, de tanto moverme tengo la carne el rojo vivo, me arden.

— Listo — me dice Sue

Coloco mis brazos hacia enfrente y veo mis heridas muñecas, resisto la tentación de tocarlas, suspiro.

Las penumbras no son impedimento para verlas, tampoco para ver el cuerpo ya inerte de una de mis mejores amigas, las lágrimas amenazan con salir, muerdo mi labio.

— Tenemos que irnos — digo en voz alta

Axel y Sue asienten, nos levantamos del piso y nos acercamos a la puerta, atenta a todo sonido que pueda provenir de ahí, giro el picaporte, está abierto, saco la cabeza para mirar en ambos lado, es un corredor iluminado, con piso y paredes blancas, muchas puertas, como un manicomio, como....el hospital psiquiátrico.

Es aquí donde estamos, en el viejo hospital psiquiátrico que está por fuera de la cuidad, el que cerró hace años. Mi respiración se acelera cuando salimos al corredor, entre temblorina salgo, para encontrarme con nada, ni nadie. Ayudo a Axel a caminar ya que casi no puede, Sue arrastra el pie, creo que está más estable, salimos los 3 y miramos alrededor. Muchas puertas, ¿Dónde estará Miranda? Necesito buscarla, miro al cuarto de donde salimos y miro el cuerpo inerte de Criss, necesitamos salir, los sentimientos humanos vendrán dentro de poco y no puedo darme el lujo de enloquecer aquí, así que cierro la puerta.

— Regresaré por ti — le susurro a mi amiga, sé que no puede escucharme

— Salgamos de aquí — me dice Sue

— No sin mi hermana — le digo mirando al final del pasillo.

Comenzamos a caminar; el pasillo se hace eterno pero no es tan aterrador ya que está iluminado, pero saber que está el loco de Jack en algún lado me asusta, aun así sé que debo buscarlo, está con Miranda y yo debo ir por ella.

Mientras los recuerdos atacan mi mente trato de concentrarme en el sonido, aprendí a diferenciar las respiraciones de Axel y Sue, así que puedo saber si hay alguien más, pero no, todo es tranquilo, demasiado tranquilo, esa tranquilidad que incomoda. Siento como el vello de los brazos se me eriza, los nervios acabarán conmigo.

— Una ventana — dice Sue señalando una ventana en la pared donde acaba el pastillo

— Iré a ver — les digo y suelto a Axel — esperen aquí.

Antes de escuchar las desaprobaciones corro hasta llegar a la ventana, tiene barrotes como para proteger al interior, estamos en un segundo piso. Logro ver una parte derrumbada del edificio al norte, es madrugada supongo yo, muchos árboles alrededor, me siento en una película de terror, donde los protagonistas están en el típico bosque cliché. Pero esto de verdad está pasando, veo la carretera al fondo y muy lejos veo la luces de mi cuidad, veo un poco del edificio donde mis padres estaban, está negro y la mitad derrumbado, las emociones me avisan que están ahí, no tengo tiempo para los sentimientos ahora, debo buscar a Miranda, matar a Jack para evitar que maten a más personas, salir de aquí, avisar a la policía y regresar por los cuerpos de Peter y Criss.