Mi cara se torna roja, corro en dirección a los arbustos con los gritos de Peter a mis espaldas; al llegar abro paso por medio de las ramas esperando una cara, una cara la cual poder golpear, pero no hay nadie. Reviso desesperadamente el lugar con la mirada y caigo de rodillas, mis ojos están inundados por lágrimas que amenazan de salir, una mano se coloca en mi hombro, giro para ver de quien se trata y es Peter, tiene la carta en sus manos.
—Kath, ¿Qué pasa? –Pregunta hincándose a mi lado— ¿tiene que ver con las cartas, no?
Me limito a asentir con la cabeza, las lágrimas están comenzando a salir y el nudo en la garganta bloquea mis palabras.
—Por favor dime, ¿Qué está pasando? –su voz suena tan dolida que me provoca un dolor de estómago repentino, de repente suena mi teléfono, es Axel.
Tras mirarme suspira y se limita a decirme— Hablamos en tu casa, cuando vayas a comer—
Saco el teléfono de mi bolsa trasera, y lo colocó en mi odio derecho.
— ¿Qué pasa?
Una voz masculina pero tierna, responde preguntándome sobre si me falta mucho para llegar, así que lo niego y le aseguró que ya estoy en camino, después de despedirme cuelgo. Peter está de pie, dándome la espalda. Me levanto lentamente y me acercó a el
—Hablamos en mi casa, cuando vayas a comer –un tono demasiado seco me "saca de lugar"
—De acuerdo.
En silencio me levanto y camino para alcanzarlo, pues él ya va unos pasos antes. Llego a su lado, el camina mirando enfrente, perdido en sus pensamientos. Me limito a no decir nada, mi mirada está dirigida al suelo, hasta que por pura casualidad, miro sus manos, la carta está en su mano derecha, un poco arrugada, como si fuera él hubiese cerrado el puño hace unos momentos, dejo de caminar y alzo mi voz para que el me escuche
—Peter
— ¿Qué?— el no frena, sigue caminando alejándose cada vez más de mi
—Peter –le grito
¿Qué?
—Puedes...darme...la carta –respondo de forma firma—
Él estira el brazo en dirección a atrás, sin darme la cara, ni siquiera voltea. Lo tomo sin decir nada, y el sigue caminando. Un coraje me invade, comienzo a caminar más rápido, no sé qué pasa con Peter, no hice nada, solo fue una jodida llamada, esto es estúpido, Peter es estúpido. Cuando reacciono voy metros por delante de ese estúpido, a unas 3 cuadras veo la biblioteca, así que camino más rápido, prácticamente voy corriendo. Al llegar a ese antiguo edificio, la puerta se abren solo para dejarme pasar, en la tercera meza pegada en pared de la esquina está Axel, se levanta rápidamente al verme, me acercó a él y le sonrío.
Su piel clara pero con un tono bronceado sobre sale en la luz de la habitación, sus ojos tiene un brillo muy cálido, el me saluda dándome un beso en la mejilla y como todo un caballero acomoda la silla para que yo me siente, justo a su lado derecho, quedando pegada a la pared.
—Hola niña bonita
—Hola
— ¿Estás bien? –pregunta con delicadeza
—Sí.
Antes de que él pueda preguntar algo más, la puerta se abre dejando entrar a Peter, acompañado de Criss y Sue, sonrío, mis amigas son las que logran calmarme, después de Bella.
Ellos se acercan, y se sientan, Sue frente a mí, Criss a su lado izquierdo y Peter frente a Axel, totalmente tranquilo.
Saludo a mis amigas con una sonrisa, y dedico mi tiempo a Axel y las cosas de diferentes materias, la atención de Axel está fijada en mis ojos, lo siento mirándome tan profundamente que intimida, pero sigo explicando, hasta que el puedes explicármelo a mí y resolver ejercicios.
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Cartas de Sangre
Gizem / Gerilim¿Qué pasaría si recibieras una carta de un "admirador secreto"? ¿Qué harías si dicho admirador jura ser capaz de matar por ti? Katherin Sherdon es una chica de 17 años con una vida relativamente normal, hasta que por medio de una carta un "admirado...