Capitulo 1- No te dejare...

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-¿Gale? -llamo al interior del abismo, haciendo caso omiso de poder ser reconocida-. ¿Gale?

-¡Por aquí! -Miro desconcertada hacia mi izquierda. El ala dejó todo sostenido en la base de los edificios.
Una docena o algo así de personas lograron llegar así de lejos y ahora cuelgan de cualquier cosa que les provea sostén. Pomos de puerta, aldabas, ranuras del correo. Tres puertas hacia abajo de donde me encuentro yo, Gale se aferra al hierro decorativo que rodea la puerta de un apartamento. Él podría entrar fácilmente si está estuviera abierta. Pero a pesar de las repetitivas patadas a la puerta, nadie sale a su auxilio.

-¡Cúbrete! -Levanto mi arma. Él se voltea y yo perforo la cerradura hasta que la puerta vuela hacia adentro. Gale se balancea dentro de la puerta, aterrizando en una pila sobre el suelo. Por un momento, experimento la euforia de su rescate. Luego, las manos con guantes blancos se ponen sobre él.
Gale encuentra mis ojos, me articula algo con la boca que yo no puedo descifrar, yo no sé qué hacer. No puedo dejarlo, pero tampoco puedo llegar hasta él. Sus labios se vuelven a mover. Yo niego con la cabeza para indicarle mi confusión. En cualquier minuto, ellos se darán cuenta de a quién han capturado. Ahora los Agentes de Paz lo están arrastrando hacia el interior.

-¡Vete! -Le escucho gritar.

Me giró y corro lejos del dispositivo. Ahora estoy completamente sola. Gale es un prisionero. Cressida y Pollux pueden haber muerto más de diez veces. ¿Y Peeta? No he puesto los ojos en él desde que dejamos la casa Tigris. Me apego a la idea de que él se pudo haber regresado. Sentir que venía un ataque y retraerse al sótano mientras aún tenía el control. Tal vez este incluso muerto, o herido. Empiezo a llorar desconsoladamente, tenía que protegerlos a ambos, soy inútil, no debí haber dejado que se llevarán a Gale y no debí haberme separado de Peeta... Soy una idiota! Tal vez Peeta no este muerto, no, no debe estarlo, tal vez sería mejor ir a buscarlo.
Me pongo de pie y me seco las lágrimas pegadas en mis mejillas.

Me paro y camino mirando a todos lados para encontrar su hermosa cara. Me paro cuando veo a un señor gritando como loco y otro esta de espaldas pero tiene una capa así que es el Peeta... Esta peleando con ese señor, al parecer lo reconocieron. Me acerco para poder ayudarle.

-Disculpe- le digo.- por que esta peleando con...-trato de encontrar una palabra pero no lo hago así que digo lo primero que se me viene a la mente.-esposo? El hizo algo?

-Tu eres su esposa-dice el señor.- aaaahh... Entonces tu eres Katniss Everdeen no? AQUÍ ESTÁN!!! KATNISS EVERDEEN Y PEETA ME...-no lo dejo terminar porque le pego un puñetazo que lo deja inconsciente.

-Estas bien?-le pregunto.

-Si- me dice agarrando al hombre y poniéndolo donde nadie lo vea.- y Gale?

-Se... lo... llevaron...-digo mientras la voz se me corta.

Peeta pone cara de preocupación.

-Tenemos que encontrarlo- dice Peeta.- Tu ve por la derecha y yo por  la izquierda está bien o quieres al revés?

-Esta bien... Los dos nos iremos hacia la izquierda.-le digo firme y segura de que no lo voy a abandonar.

-Katniss si nos dividimos podríamos encontrarlo más rápi...

-NO PEETA- lo interrumpo.- NO TE VOY A ABANDONAR, NO MAS!!!-le digo consciente de que no lo voy a dejar.- NO ME NIEGES MAS PEETA, TE AMO MUCHO!!-le digo con lágrimas en mis ojos.- ya lo hice una vez Peeta... no habrá segunda... no te dejarte...
Peeta solo asiente y yo me voy agarrada de su mano.
Vamos caminando y derrepente vemos que se aproximan miles de agentes de la paz.

-AHÍ ESTÁN!!- dicen señalándome a mi y a Peeta. Nosotros dos corremos lo ma rápido que podemos y ya que perdemos a los agentes nos metemos a una casa abandonada. Subimos las escaleras y nos quedamos en el segundo pido aunque haya tres pisos.
El cuarto tiene una sala, una chimenea, varias decoraciones, un balcón, y me imagino que arriba están los cuartos.
Me siento en el sillón para descansar y Peeta se sienta a mi lado. Los dos estamos recuperando el aliento y cuando yo lo hago me asomo por el balcón, viendo que tan lejos esta la mansión del presidente.

-Ok Peeta, vamos por ahí y después por la derecha para entrar por la puerta trasera esta bien?

-No, no esta bien- oigo una voz, pero no es la de Peeta, es de alguien mas, Snow...

Sinsajo un final diferente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora