Capítulo 11

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Mark llegó a su casa, sin su coche, James pasó por él al estudio. Dejó sus llaves en la mesa de café y se sentó en el sofá.
—¿Tío Mark?—Luce se asomó por las escaleras.
—Luce—Mark dijo medio sonriendo.
—¿Donde están mis padres?—Luce fue acercándose al sofá.
—Oh—Mark suspiró. —Luce, yo no soy la persona correcta para hablar contigo en este momento.
—¿Porqué? ¿Les pasó algo?— Luce preguntó preocupada.
—No, no, de hecho los iré a ver, pero no se quedaran solos— Mark dijo mirándola.
—¿Con quién?— preguntó confundida.
—Umm, eh, Robbie— Mark dijo dudando.
—¿Me estas preguntando?— Luce dijo confundida.
—No, no— Mark rió entre dientes. —Se quedarán con Robbie.
—De acuerdo... —Luce subió confundida.
Mark sacó su teléfono de su bolsillo trasero y marcó el número de Robbie.
"¿Sí?" La voz de Robbie sonó contra el oído de Mark.
"Robbie, ¿estas ocupado?" Mark preguntó levantándose del sofá.
"Umm, no, ¿Porqué?" Robbie preguntó.
"Necesito que vengas a mi casa, saldré un rato y necesito que alguien se quede con Luce y Charlie" Mark suspiró.
"¿Estas de niñera?" Robbie soltó una pequeña risa. "Estoy en camino"
"Ja ja ja, Chistoso" Mark puso los ojos.
"Ya, solo era un chiste, pero dime, ¿Donde están Gary y Andy?" Robbie reprimió su risa.
"Es una larga historia, luego te explico" Mark dijo pasando una mano por su cabello.
"Bien, llego en 20 minutos" Robbie colgó.
Mark se sentó a esperar a que llegara. Todavía eran las 12:00 en punto de la tarde. Pasaría primero a ver a Andy y luego a Gary.

Luce se encontraba en el cuarto de visitas hablando por teléfono con Catherine.
"¿Qué pasa? Luce, tus padres están bien... Creo que más enamorados no podían estar" Catherine decía a través del teléfono.
"¿No has visto las noticias? Catherine, aparece mi mamá besándose con Alan" Luce decía tratando de no subir la voz.
"¿¡Debes de estar bromeando!?" Catherine casi gritó.
"Cat, debes de bajar la voz, que casi me dejas sorda." Luce alejó el teléfono de su oído.
"Lo siento,¿Entonces que paso? ¿Se pelearon?" preguntó más interesada en la conversación.
"Catherine no lo se, mi tío irá a verlos"
"¿Te quedarás sola?" Preguntó Catherine.
"No, está Charlie y creo que vendrá Robbie" Luce suspiró.
"¿Porqué no me dijiste que llegó tu hermano?" Catherine puso los ojos.
"Porqué se me había olvidado con lo que paso"
"Oh ya, y ese Robbie ¿es como Robbie Williams?" Catherine decía un poco pícara.
"Cat, es Robbie Williams" Luce había dicho ¿algo emocionada?
"¡Dios Luce! ¿¡Puedo ir a tu casa!? Prometo portarme bien" Catherine decía con entusiasmo.
"No estoy en mi casa, estoy en casa de mi tío y Robbie solo va a estar aquí un rato" Luce dijo un poco desilusionada.
"¿Luce, no me digas que te está empezando a gustar Robbie?" Catherine decía con una sonrisa.
"¿Qué? No, claro que no, ni siquiera he vuelto a hablar con él, desdé que me defendió de Daemián"
"Entonces debes de hablar más con él" Catherine decía pícaramente.
"Que no... " Luce fue interrumpida por la voz de Mark desde las escaleras.

—¡Luce, Charlie, Robbie está aquí!— Mark gritó desde las escaleras. —¡Él está a cargo mientras regreso, pórtense bien!

"Catherine me tengo que ir, al rato te llamo" Luce colgó el teléfono y bajo las escaleras.
Robbie estaba apoyado en las escaleras con su teléfono en la mano. Cuando alzó su vista se quedó congelado al ver a Luce en la esquina de las escaleras.
—Hola, no te había visto— Robbie dijo torpemente.
—Hola... —Luce sonrió tímidamente.
—Yo.. Eh, ¿Como has estado?— Robbie estaba poniéndose nervioso.
—Bien ¿y tú?— Luce empezó a bajar las escaleras.
—Pues no me quejo— Robbie rió entre dientes.
—Supe que rompiste tu compromiso— Luce dijo con una media sonrisa.
—Ah, si, necesitaba tiempo solo— Robbie dijo haciendo contacto visual con Luce.
—Supongo que ella, no lo tomo muy bien— Luce dijo llendose a la sala.
—Eso es cierto, pero no me gustaría hablar de ello— Robbie se sentó en el sofá junto a Luce.
—Esta bien— Luce sonrío.
—¿Dejarás de ir a ese colegio?— Robbie preguntó.
—No, creo que no, no lo he hablado con mis padres— Luce dijo con una sonrisa torcida.
—Bueno, en ese caso, tendré que salvarte más a menudo— Robbie bromeó. Pero sabía que por dentro no era una broma.
Luce sonrió y apartó un mechón de cabello de su cara.
—Lo tendré en cuenta Robbie— Luce guiñó.
—¿Tú eres Robbie, no es así?— Charlie entró en la sala.
—Si, tú eres Charlie, te pareces demasiado a Gaz— Robbie sonrió. Luce miro la sonrisa de Robbie y sonrió, no sabia porque, solo sonrió.
—Me lo dicen mucho— Charlie sonrió de lado.
—Estaré en la habitación.
Luce y Robbie asintieron en respuesta.
—¿Que quieres hacer?— Robbie preguntó.
—Oh, nada, solo hablar— Luce sonrío.
—¿Sobre qué?— Robbie dijo haciendo contacto visual con Luce.
—No se, la vida— Luce río.
—Jajaja Buen comienzo— Robbie sonrió.
—Me han dicho que eres divertido— Luce sonrió.
—Bueno, equivocados no están— Robbie guiñó.
—Entonces debes ser muy especial con las chicas— Luce arqueo sus cejas.
—Tal vez— Robbie alzó sus cejas. —Ó tal vez no— Luce bromeó.
—Oye, soy irresistible para las mujeres— Robbie guiñó.
—Bueno entonces debes ser un gran chico— Luce rompió el contacto visual. —No como los chicos que he conocido.
—A lo mejor no has encontrado al chico indicado— Robbie se acercó a ella.
—Creo que no existe para mí — Luce miró a Robbie a los ojos.
—Claro que sí, solo tienes que buscar un poco más— Robbie bajo su vista hacia los labios de Luce, eso labios que ha querido besar desde el día en que la defendió de ese imbécil.
Luce se estaba dejando llevar, ambos se iban acercando lentamente, hasta que Robbie miró a ver a otro lado.
Era demasiado pronto estar con ella de esta manera.
Luce sintió un deje de desilusión en ella, ¿Como se le ocurrió pensar en besar a Robbie? Se quedó ahí en un silencio incómodo, hasta que Robbie cortó el silencio.
—¿Quieres ver la televisión?— Robbie dijo sintiéndose mal por no besarla, sabiendo que ella igual quería besarlo.
—Estoy harta de la televisión - Luce dijo suspirando.—Siempre tienen que meterse en la vida de los demás.
—¿Es por tus padres, no? Luce a veces nosotros no nos damos cuenta de lo que hacemos y terminamos en guerra, por ejemplo tus padres, ellos ahora están peleados, pero luego se reconciliaran como siempre lo han hecho- Robbie la abrazó. -Ni tú, ni Charlie se tienen que sentir culpables de eso, ¿Entiendes?— Luce asintió contra el pecho de Robbie.
—¿Que les parece si, vamos a comer un poco de helado al parque y de ahí vamos a comer?— Robbie preguntó sonriendo.
—De acuerdo— Luce dijo con una media sonrisa.

Mark llegó a casa de Andrea, la puerta no tenía seguro ni nada, así que entró y vio el suelo lleno de cristales rotos, fotos por todos lados, el tapiz manchado de vino. Andrea se encontraba en el sofá leyendo, una copa de vino a la mitad en la mesita de café. Estaba leyendo Harry Potter.
—¿Hace cuanto estas así?— Mark pregunto con el ceño fruncido.
—¿Como así?— Andrea dijo mirándolo a ver.
—Con lentes, jamás te había visto con ellos— Mark dijo tratando de no pisar los cristales rotos.
—No es nada nuevo — Andrea puso los ojos.
—¿Ya se te pasó la furia?—Mark bromeó.
—No estoy para bromas Mark— Andrea cerro su libro y se sentó en el sofá.
—Esta bien, ¿Que harás?— Mark se sentó a un lado de ella.
Andrea suspiró.
—Divorciarme— Andrea dijo mirando seria a Mark.
—No te creo— Mark dijo incrédulo.
—Bueno, no creo que Gary firme, entonces solo estaremos separados.
—¿Quieres ir a hablar con él?— Mark dijo suspirando. —Me iré en unas semanas Andy, si quieres te puedes quedar con los niños en mi casa.
—Iré a hablar con él, pero por nada, Mark por nada en el mundo permitas que lo perdone— Andrea dijo levantándose del sofá. Mark asintió en respuesta.
—Es tu decisión— Mark suspiró.
—Vamos — Andrea dijo tomando su celular de la mesita de café.
—¿Segura?— Mark dijo dudando.
—¿Porqué?— Andrea dijo mirándolo seria.
—Bueno, no estas maquillada y has estado llorando y créeme que tus ojos parecen de rana— Mark decía tratando de reprimir la risa.
—¡No me hagas reír!— Andrea dijo con una sonrisa que ni llegaba a los ojos.
—No importa, tus lentes lo cubren— Mark se levantó del sofá y se dirigió a la puerta.
—Alto— Mark dijo deteniéndose.
—¿Qué?— Andrea preguntó.
—Las llaves de mi coche— Mark dijo extendiendo su mano.
Andrea puso los ojos y le dio las llaves a Mark.
En el camino ambos se la pasaron callados, Mark veía la duda en los ojos de Andy, sabia que al final no tendría el valor para alejarse de Gary.
—¿No te quitarás los lentes?— Mark pregunto con una ceja levantada.
—No, con ellos veo mejor— Andrea dijo sin importancia.
—De acuerdo— Mark se estacionó en la entrada de la casa de Gary.
Andrea se bajó del coche y amarró su cabello en una coleta desordenada, caminó hacia la entrada con Mark detrás.
—¿Estas segura?— Mark le volvió a preguntar incrédulo.
—Si, muy segura— Andrea abrió la puerta y vio la sala hecha un desastre.
—Wow— Mark dijo alzando las cejas. —Lo buscaré, tú quédate aquí.
Andrea tomo asiento en el sofá y miro el suelo, manchado de vino y regado de cristales. Vio una que otra foto de ellos, a diferencia de ella, estaban completas.
—¿Quién es? Mark no estoy de humor— Gary dijo suspirando.
—Solo soy yo— Andrea dijo seria.
—¡Andy!— Gary dijo acercándose a abrazarla, pero Andrea puso su mano contra su pecho. —En realidad lo siento, no quise herirte de esa manera, yo...
—Gary, es suficiente, siempre he escuchado las mismas palabras... Pero aun así lo vuelves a hacer— Andrea dijo negando.
—De verdad lo siento— Gary dijo arrepentido.
—Gary... Se que no me darás el divorcio...
—¡Eso nunca Andrea!— Gary dijo exaltado.
—Lo se, pero vamos a estar separados, por lo menos un tiempo.
—Andrea, no, esto no es necesario — Gary dijo suspirando.
Andrea iba a hablar pero alguien tocó la puerta.
—Yo abro— Andrea dijo volteandose hacia la puerta.
—Emm... ¿Se encuentra Gary?— una mujer de cabello rubio y un poco baja que Andrea se encontraba en la puerta.
—¿Quién lo busca?— Andrea preguntó un poco agresiva.
—Melissa... Melissa Hamdless— Andrea se quedó congelada al escuchar ese nombre. Miró a ver a Gary y a Mark, ambos sin expresión alguna.
—¿Quién es?— Gary se acercó a la puerta y se puso a un lado de Andrea. Ella se alejó de ahí y se acercó a Mark.
—¿Qué pasa?— Mark preguntó viendo la expresión de Andrea.
Gary se quedó congelado en la puerta, jamás había querido que ella regresara y mucho menos en este momento.
—Melissa...

No Me Importa...Te amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora