Prologo

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NARRA DANIELA:

-Papa no puedes hacerme esto, solo a sido un curso, no volverá a ocurrir. - Dijo Daniela enfadada
-Haberte esforzado más este curso, ya verás cómo esto no hubiera ocurrido, ha sido tu culpa, ahora no la pagues conmigo. Sintiendo mucho, ya no hay vuelta atrás, te vas a ir a Madrid con tu prima y tus tíos y vas a hacer ahí la Eso. -Dijo el padre enfadado.

Esto para Daniela era lo peor que la podía haber pasado, en Italia deja muchos amigos, muchos, demasiados. Aparte también deja a su familia y a su vida, no podía irse a Madrid así de sopetón sin aviso previo. No podría despedirse de sus amigos de toda la vida, su vuelo salía en 4 horas, y en dos debería de estar en el aeropuerto de Roma.

Estaba terminando de hacer la maleta cuando recibo un mensaje de mi prima Raquel, la cual si no recuerdo mal, tenía un año menos que yo, pero como yo he repetido, puede que estemos juntas en clase. En ese mensaje ponía "Hola Pri, nos vemos en el aeropuerto en unas horas, ten buen viaje, un beso". Parecerá raro, pero no recuerdo haber visto a mi prima nunca, creo que de muy pequeñas, pero no sé ni cómo es realmente, así que me entro la curiosidad y mire su foto de perfil en donde salía con un chico moreno de ojos color marrón caramelo y así a simple vista, parecía su novio. Ahora me fije en mi prima, una chica morena con unos ojos azules preciosos, bastante diferente a mí, ya que yo era rubia y con ojos verdes, nada del otro mundo. Conteste a mi prima con un simple "Vale, nos vemos", después, me fui a la galería de mi IPhone 5 y me puse a ver las fotos que tenía, fotos que pasarían a ser recuerdos. Había fotos muy bonitas, fotos no tan bonitas pero con un gran recuerdo y fotos horribles, pero que al verlas siempre te sacan una carcajada. Pasando las fotos, me di cuenta de que todos mis amigos no sabían nada, no sabían que no les vería en dos duros y largos años, pero no sabía cómo. Pensé en mandarles un mensaje por el grupo de amigos, pero no tenía palabras para tantos recuerdos, no sabía qué hacer, así que opte por que mi hermana Clara les avisara a todos y les diera una nota que hice hace unos días, desde ese día solo quería centrarme en Madrid, en mi destino para poder volver lo antes posible.

Escuche a mi padre gritar mi nombre, eso solo suponía una cosa, me iba ya. Mire la hora, eran las 12:35, en una hora tendría que estar en el aeropuerto de Roma para coger mi avión rumbo España / Madrid. Rápidamente cogí mi maleta y me metí en la mochila un par de libros "Tres metros sobre el cielo" y "Buenos días princesa", dos de mis novelas juveniles favoritas, que seguro que me ayudan a superar el viaje de dos horas. Baje las escaleras hasta el vestíbulo, donde esperaba mi padre con las llaves del coche, a su lado, estaba mi madre, con su delantal de cuadros, ese que le regale con 7 años, por el día de la madre, al verlo, me puse a llorar, no podía, mi madre me dio un abrazo y me dijo que me echaría mucho de menos. Al lado de mi madre estaba mi hermana Clara, la cual también me dio un abrazo y se echó a llorar. Coja mis cosas y me metí en el coche con mi padre, el cual también vi algo triste, se ve que me echaría de menos.

En el trayecto del pueblo a Roma no paraba de ver el paisaje y de recordar mis 15 años es este pequeño pueblo, todos los lugares tenían pequeños recuerdos muy importantes. Cuando pasamos por el colegio, no me pude resistir, unas cuantas lágrimas se me cayeron, ese asqueroso lugar para muchas personas, para mí era mi vida entera, aunque este año fuese más bien un infierno, ya que no pude aprobar el curso, pero por la demás, este sitio es genial y no creo que ningún lugar sea mejor que este. Pasada la escuela estaba el establo, donde pase la mayoría de tardes de mi infancia. Aún recuerdo el primer día que visite ese lugar con mis primos, recuerdo ver un lugar lleno de paja, un lugar abandonado, pero que poco a poco se fue pareciendo a un lugar de juego e entretenimiento para el pueblo.

Una hora después estaba sentada en el aeropuerto junto con mi maleta. Le faltaban 2 horas al avión, se había retrasado, no sabía qué hacer, estaba aburrida, así que me puse de pie y empezó a caminar por los largos e infinitos pasillos del aeropuerto. Me tire andando unas horas y me pare en un Starbucks cercano a la planta de embarque. Mientras bebía un Frapuchino de Vainilla escuché como desde megafonía avisaban de que el vuelo con dirección Roma Madrid iba a salir en unos minutos, así que cogí mi maleta y mochila y me puse a la cola. Delante tenía una familia de españoles que volvían de sus vacaciones, al verles, empezó a pensar en cómo me tratarían mis tíos, también empezó a pesar que tal me iría en el colegio, si encajaría y esas cosas. Saque mi pasaporte y mi DNI de la mochila y se lo entregue a la empleada encargada de revisar todo. Una vez puso su sello en mi billete, pase por un túnel súper largo hasta montarme en el avión, ahí cogí mi Ipod y puse los discos de One Dirección a sonar, me relaje y saque un libro y me puse a leer.

Ya iba casi por la mitad de mi libro cuando por cabina avisaron de que el avión iba a aterrizar en breve, no me lo creía, estaba en Madrid, ya casi olía el olor a ciudad, a humanidad. Mande un mensaje a mi prima avisándola de que iba a aterrizar en breve cuando recibo un mensaje de su parte con una ubicación de google maps, al verla, pensé que sería una especie de mapa del aeropuerto para que no me perdiera, pero no, era una calle que según ponía estaba a 60 kilómetros del aeropuerto, sorprendida pensé que a lo mejor me lo paso por error así que dije, y esto, ella me dijo, primer paso de un nuevo habitante de Madrid, buscarse la vida, nos vemos en casa, suerte.

Mucho Es PocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora