NARRA DANIELA:
Estaba más perdida que un pingüino en el desierto. No conocía nada de Madrid, ni quisiera sabia como salir del aeropuerto y di gracias a que controlo muy bien el inglés y el español, si no, no sería capaz de seguir las indicaciones hacia la salida. Después de haber pasado 20 pasillos largos e interminables, llegue a lo que parecía la salida. Baje unas escaleras mecánicas y vi una puerta muy grande con un cartel amarillo en donde ponía "Disfruta de tu estancia en Madrid", así misma me dije: "Como voy a disfrutar si ni si quiera es como ir a casa de mis tíos". Tenía un gran marrón a decir verdad.
Eran las 3 de la tarde cuando mi estómago empezó a pedirme alimentos, ya que no había tomado nada desde el desayuno, excepto el Frapuchino que me tome hace ya más de dos hora, así que me acerque a un puesto de comida rápida que había al lado de la puerta de salida y amablemente le pedí un perrito caliente a la joven que atendía ese puesto de comida. Mientras la dependienta me preparaba mi perrito, saque mi monedero y vi que tenía unos 15 euros, espero que no me cobren mucho por un perrito, espero que no. La joven de ojos marrones y con su vestimenta roja y blanca me dio mi perrito envuelto en un papel, segundos después me dijo:
- Son 4 euros con cincuenta céntimos.
Entregue mi billete de diez euros y la chica me devolvió el cambio, me despedí, y me senté a tomar mi perrito. Aún estaba alucinada con el precio. En Italia, un perrito o "HOT DOG" no llega a 2 euros, en cambio aquí, casi llega a los 5. Algo me decía que Madrid me iba a suponer muchos gastos y tendría que hablar con mis padres para que me ingresaran más dinero o hacer algún recado para conseguir más dinero, ya que mis padres solo me ingresarían 100 euros mensuales. Termine mi perrito y tire el papel que lo envolvía en una basura cercana a donde me encontraba. Decidí salir del aeropuerto para buscarme la vida e intentar llegar al menos por la noche a casa de mis tíos, aun así, ahora me surgió una pequeña pregunta, como narices iba a llegar, ¿habrá medios de transporte?, ¿algún ciudadano se ofrecerá?, no tenía ni idea de que hacer, así que decidí mandarle un mensaje a mi prima preguntándola como podría llegar a casa, a lo que la muy cabrona (con perdón de la palabra) me respondió, "Búscate la vida, un beso". No tenía ni idea de que hacer, así que pensé en preguntar, pero rápidamente rechacé esa opción, la mayoría de la gente son turistas, que van a saber dónde esta este lugar.
Apoyada en la pared saliente del aeropuerto, me di cuenta de que había una fila de unos 20 coches iguales, rojos y blancos con una luz saliente verde del techo en la que ponía TAXI. No sabía el significado de esa palabra, así que decidí buscarla en Google, le di a la primera opción y en ella leí "Medio de transporte de las principales ciudades....". ¡Vale, estaba claro! Un TAXI es para transportarse, así que corrí a uno y abrí la puerta. Una voz grave y ronca me dijo:
- Hola señorita - Me dijo el taxista muy amablemente
- Hola, ¿Podría llevarme a este lugar? - Le pregunte enseñándole el móvil con la dirección
- Umm, esto está un poco lejos de aquí, ¿Cuándo dinero llevas?
- 10 euros con 50 céntimos - Dije algo insegura
- Siento decirte que con esto solo te llega al centro, si tuvieses 4 euros más, te llegaba
En este momento me indigne pensando que podía haberme ahorrado el perrito caliente y estaría en casa en un rato, pero este Taxista solo podrá llevarme al centro, el cual no sé cómo es ni cómo se va a casa desde el, pero bueno, tendría que aceptar, al menos estaré más cerca de casa. Le di mi dinero al Taxista, metí mi maleta en el maletero y le dije al señor de unos 50 años que estaba lista, arranco y nos pusimos en marcha. El taxista estaba escuchando la radio, al parecer era una cadena de música ya que parecían estar informando de un concierto que iba a dar Bruno Mars próximamente, después pusieron una canción de Ed Sheeran, Thinking out loud, una de mis canciones favoritas. De repente el taxista me dijo:
- Como supongo que serás nueva en esta ciudad - Dijo mientras señalaba con el dedo - esas 4 torres de ahí son las torres más altas de Madrid, y esas dos que están en frente - Dijo señalando al otro lado - Son las Torres Kio, aunque ahora creo que las veremos más de cerca.
Vi que en la carretera había un cartel grande en donde ponía, "Paseo de la castellana" y una flecha hacia la izquierda, la cual siguió el taxista. Mientras avanzábamos, el señor no paraba de indicarme monumentos y lugares de Madrid, como si fuese un guía de turismo. Me mostró cada una de las cosas que tienen un pelín de historia en Madrid. Saliendo de la castellana, nos metimos en la Cibeles, una gran rotonda en donde en el medio hay una fuente en la que aparece una mujer en un carro tirado por leones, según dijo el conductor, esta fuente es famosa porque aquí es donde el Real Madrid, uno de los equipos más famosos del mundo, celebra sus títulos. En esa misma rotonda, el señor me señalo el ayuntamiento y el palacio de Cibeles. Subiendo esta plaza para arriba, estaba la puerta de Alcalá, monumento que si conocía, ya que tuvimos que hacer una exposición en clase. Al lado de la enorme puerta romana, estaba la puerta de lo que parecía un parque. El señor me dijo que era el Retiro, el parque más grande de Madrid, que según me dijo, iría más de una vez en mi estancia en Madrid. Bajamos una calle muy larga hasta llegar a lo que parecía un estadio de fútbol. Dijo que era el estadio Vicente Calderón, el campo en donde disputaba sus partidos el Atlético de Madrid, según dijo, ese era el equipo de sus amores. Al lado derecho había un rió que tenía pinta de no estar muy cuidado ya que desprendía un olor horrible, así que decidí subir la ventanilla. Este era el rió manzanares. Más adelante, pasamos por el Puente Segovia, por el Palacio Real y más lugares de Madrid, ciudad que empezaba a gustarme, pero no a convencerme. Subimos gran avenida hasta llegar a Plaza de España, lugar en donde había dos grandes edificios, como me dijo el taxista, eran el edificio España y el edificio Madrid. El hombre me aviso de que ya casi estábamos llegando a la plaza de Callao, donde me dejaría. Por fin llegamos a la plaza, cogí mi maleta y agradecí al señor el trabajo y el tour que me había hecho, el taxista se rió y amablemente se despidió y se fue.
Otra vez, otra vez estaba desorientada, no sabía qué hacer, así que decidí sentarme y ver mi móvil. Extrañamente, no tenía ninguna notificación ni mensaje de mis padres preguntándome su había llegado bien, así que me guarde el móvil y observe el centro de Madrid. Realmente era un sitio muy bonito, y lo mejor es que estaba repleto de tiendas y negocios, cosa que me gustaba. Había unas diez mil personas por lo menos entre esas calles, todas en pantalón corto y camiseta de manga corta, y de complemento un par de bolsas por persona mínimo en los brazos. Se me ocurrió preguntarle alguien si sabía dónde estaba la calle en donde Vivían mis tíos. De tantas personas, decidí preguntar a un chico que llevaba unas sandalias, junto con un pantalón grises y una camiseta azul. Estaba dado la vuelta apoyado en una moto (esperando a alguien parecía). Me acerque a él, le di unas palmaditas en el hombro derecho mientras le decía:
- Perdona. ¿Podrías ayudarme?
Rápidamente se giró y vi que no era un chico muy mayor, tendría mi edad o como mucho uno o dos años más. Tenía unos ojos azules muy bonitos y un pelo rubio tirando ha rizado. Era de aspecto fuerte. En ese momento pensé que tal vez había elegido mal ya que parecía muy joven o incluso a lo mejor turista, pero aun teniendo mis ciertas dudas sobre mi elección respondió:
- Claro, ¿en qué te puedo ayudar? - Dijo con una voz muy suave.
Al escuchar su voz note que no era Español, si no Argentino o de algún país similar, aunque almejar me equivocaba. Aun así decidí preguntarle:
- Bueno - Dije algo nerviosa - No sé si sabrás donde esta este lugar, acabo de llegar de Italia y tengo que ir aquí y no tengo ni idea - Dije indicándole la calle que aparecía en Google Maps.
- Si, se dónde es, si quieres te puedo llevar en mi moto - Me dijo el chico sonriéndome - No está muy lejos, estará a unos 2 kilómetros.
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Mucho Es Poco
RomanceDaniela es una joven chica proveniente de un pueblo Italiano. Debido a algunos problemas académicos, sus padres deciden trasladarla a Madrid, ciudad en donde viven sus tíos y su prima Raquel. Nuestra protagonista, muy descontenta con la decisión de...