La chica de ojos dorados {Editando}

Cap 5: El nuevo Len. (13+)

-Está bien- Dijo el profesor -Pero si siguen charlando las echaré. Bueno, sigamos con nuestra clase, Como ven, las partes de las plantas son cuatro, la primera parte son las raíces, luego está el tallo, las hojas y la flor. Cada una de estas partes tienen una función específica, las raíces absorben el agua y las sales minerales del suelo, el tallo sirve de sostén y puede usarse para almacenar agua y otras cosas, como en la papa. En las hojas se encuentran los estomas, que sirven como entrada y salida de los gases, además en las hojas se realiza la fotosíntesis, Teto, dime qué es la fotosíntesis.
-Si es que recuerdo, la fotosíntesis es el proceso mediante la plantas producen su alimento- Dijo Teto, un poco insegura de su respuesta.
-Muy bien, cuál es su alimento, Akita- le preguntó el maestro a Neru.
-Creo que era la savia bruta.
-Casi acertaste, era la savia elaborada- Dijo Len.
-Muy bien Kagamine- Dijo el profesor, esa era la frase que siempre decía el profesor, Len empezó a hacerse más popular y a Miku le gustaba Len.
Un día en el almuerzo. Miku se acercó a Len.
-Len- dijo Miku tocando el hombro de Len, este volteó la vista -¿Tienes unos minutos?- Len asintió con la cabeza y siguió a Miku hacia el patio.
-¿Pasa algo Miku?- preguntó Len. Miku saltó sobre Len y empezó a coquetearle.
-¿Qué tienes esta noche, ternurita?- pregunto Miku, mientras acariciaba la cara de Len.
-Nada.
-¿Por qué así de frío?- preguntó Miku con carita de bebé.
-No es nada.
-¿Quiéres salir conmigo?
-Si.
-¿En serio?
-Si, claro, ¿Por qué no? Eres bonita, inteligente y cariñosa, creo que duraremos mucho.

Y fue así como Len se hizo novio de Miku. Los dos se querían mucho, a veces Miku presionaba mucho a Len, pero igual se amaban.

-¡Aléjate de Miku!¡Aléjate de todas la mujeres!- gritó Rin.
-¡Yo quiero estar con ella!- Respondió Len.
Todas las noches se escuchaba el mismo griterío de siempre: "¡Aléjate de esas zorras!" o "¡Van a arruinarte la vida!". Len solo ignoraba a Rin, apartó a Rin y a Neru de su vida y se juntó con los populares.
Una noche Neru y Nero estaban en la habitación de Neru:
-Dentro de unos minutos empezará la pelea- dijo Nero.
-Si- dijo Neru un poco entristecida- ya no podemos disfrutar las noches como antes.
-Extraño a Len soltero y a Sña. Mandarinas Locas- dijo Nero.
Neru pov
-Si, la señora Mandarinas Locas- dije con una pequeña risita.
-Y tú eras la Sña. movileraamantedepiñaslolxd- Dijo Nero.
Nos colocamos esos apodos cuando jugábamos a "Verdad o Reto". Le había tocado a Nero y Rin quiso que le pongan un apodo a ella y a mí.
Fue lo primero que se le fue a la mente de Nero.
Recuerdo que juntos nos reíamos a carcajadas, comíamos helado juntos y veíamos películas. Todo cambió cuando Hatsune se enamoró y empezó a acosar a Len.
"Estúpida Miku, ¿Por qué naciste? Lo único que haces es arruinar vidas". Esos eran mis pensamientos cada día.

Se empezó a escuchar voces de gente que venían de abajo.
-¿Qué fué eso?- Preguntó Nero.
-No lo sé, voy a ir a ver.
Bajé las escaleras y ví a cinco o seis personas entrando a la casa con Len. Pensé que solo iban a charlar y los ignoré, volví a mi cuarto y le conté a Nero qué había pasado. Luego bajé para controlar todo cuando se fueron todos los amigos de Len y ví botellas de cerveza vacías por el suelo.
-¡Len! ¡Tienes que limpiar esto!- grité.

Ví que Len estaba sin camiseta y me dirigí a él.
-¿Qué haces sin camisa? Póntela que me das asco- le dije.
-¿Quiéres pasarla bien esta noche, princesa?- Me preguntó Len, que estaba borracho, y mucho.
-¡No! ¡Aléjate de mí!- le grité, no tan fuerte para no despertar a Nero y a Rin, que dormían.
Me agarró de la cintura y me empujó contra la pared. Empezó a besarme y yo luchaba para que me suelte. Llegó un momento en el que ya no pude seguir Luchando y solo me dejé llevar.

-Tengo novio, Len- dije un poco cansada.
-No se dará cuenta- me dijo Len, quien seguía borracho, pero no tanto.
-Y tú, también tienes novia.
-Ah si, pero ella es una perra, la ví con Kaito- me dijo Len y luego siguió besándome. Luego se separó un poco de mí y me arrojó al sillón, se acostó encima mío y siguió besándome.
-No puedo, Len, soy muy chica- dije.
-No haré nada que tú no quieras- me dijo aunque seguimos besándonos.
-Ya tuvimos mucho por hoy, mejor vamos a dormir- le dije
-Está bien.
Nos vestimos y volvimos a nuestros cuartos.