18. Posesión

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-¿Que ha pasado exactamente? - preguntó Magnus Bane, posado delante de la ventana abierta de par en par.
-Cuando despertó estaba bien, pero al cabo de unos minutos algo tomó su cuerpo y la impulsó a intentar asesinar a Angelo. - dijo Mía mordiéndose las uñas. -Él la esquivó y tras forcejear huyó por la ventana. -
-¿Donde está Angelo? - preguntó Aurora Di Petra ahogando una expresión de horror.
-Ha ido tras ella. - dijo Jace recogiendo cristales rotos del suelo manchados de sangre. -Deberíamos ayudarlo. -
-Si la clave llega a enterarse de esto. - gruñó Maryse por lo bajo.
-Voy a matar a ese demonio. -prosiguió Roberto Di Petra.
-No es culpa de Angelo, cariño. - dijo la madre de Bianca. -Bi nació con el don del ángel de la muerte, su destino estaba escrito. -
-Exacto, los nephilims como ellas tienen muchas complicaciones a lo largo de su vida. - dijo Magnus Bane.
-¿Por donde empezamos a buscar? - preguntó Lauren pálido como el papel.
-El vampiro que tenéis en las mazmorras puede ayudarnos, Maryse. - exclamó Magnus tranquilamente. -Él lo sabe todo. -

Alec hizo una mueca y sus celos se vieron a kilómetros, incomodándo a todos.
-Veamos que podemos hacer. - dijo Robert Ligtwood dirigiéndose a las mazmorras seriamente.

-

Algo caliente y líquido corría por sus pies descalzos, se incorporó lastimándose las manos con el suelo rocoso y cortante sobre el que yacía somnolienta.
Estaba tras unos barrotes de acero y únicamente estaba iluminada por una antorcha de aspecto antiguo.

Miró sus pies pálidos que lucían con manchas de sangre roja, su sangre.

No sabía como había llegado allí, ni que estaba ocurriendo. Aquellas celdas no pertenecían al instituto, y peor aún sentía presencias demoníacas por todas partes.

-¿Ya has despertado? - una voz femenina la sacó de su ensoñación.
-¿Que hago aquí? - preguntó Bianca incorporándose para ver mejor a la Vampira que tenía a su izquierda detrás de los barrotes.
-¿Me ves cara de tener mucha influencia con ellos? Estoy en una celda, solo se que te trajeron aquí ayer por la noche. - dijo ella, Bianca aprecio que era pelirroja, un precioso color verde adornaba sus ojos tristes. Eran los más tristes que había visto, como los de Angelo.

« Angelo.. »

Recordó lo que había pasado, una fuerza se apoderó de su cuerpo y había atacado al demonio.
-¿Cuanto hace que estás aquí? - preguntó Bianca entrelazando sus manos con los barrotes de acero.
-Doscientos años. - respondió ella sonriendo de manera macabra. -La vida eterna es peor que la muerte, pequeña, morí en el instante que lo perdí todo y me encerraron aquí, morí pero la tortura no termina. - Bianca sintió lástima por ella, y desvió la vista hacia abajo.
-Tu eres Bianca Di Petra. - sonrió la vampira mostrando sus colmillos afilados. -El ángel de la muerte, lo se porque los guardias hablaban de ti mientras te traían. -

Binca asintió.

-Es mi maldición. - sonrió la Italiana. - y va a destruirme.
-Te entiendo. - dijo la vampira. -Yo también perdí todo lo que amaba. -
-¿Como te llamas? -
La pelirroja sonrió tiernamente.
-Dove. -

-

Alex se deslizó el primero por el portal que había creado Magnus hacia la dimensión de los demonios, seguido por Angelo y el brujo.

-¿Estás seguro de que aquí está la base de los demonios mayores? - preguntó Izzy mordiéndose el labio.
-Si. - asintieron Alex y Jonathan al unísono, todos lo miraron palideciendo.
-No me miréis así, conservo recuerdos de mi otro yo. - resplo el hermano de Clary encogiéndose de hombros.
-¿Te encuentras bien? - Magnus desvió la vista hacia el nephilim de ojos azules inmensos que lo miraba con preocupación.
-Estoy bien, Alexander. - dijo depositando un beso casto en sus labios haciendo que un ligero rubor se extendiera por sus pálidas mejillas.
-Fin de la escenita. - exclamó Jace cogiendo a Alec del brazo de manera posesiva.

-Por aquí, vamos. - dijo Alex, si fuera mundano ya estaría sudando a mares.
Clary tropezó con sus pies y Jace la sujetó con fuerza.
-Éste calor es insoportable.- dijo ella entrecerrando los ojos, dejó ir un gritito cuando el rubio la levantó en brazos y éste le beso la mejilla con ternura.

Un demonio rapiñador avanzó hacia ellos con una velocidad inhumana y Alec se preparó para actuar levantando su espada hacia él como todos los cazadores de sombras presentes allí.
-Dejarselo al increíble Jace Herondale, el que deja a las mujeres embarazadas a su paso. - gritó el rubio brincando en el aire con una sonrisa enorme, hacia el demonio pero vio una sombra junto a él. Angelo estaba frente a él atravesando al demonio rapiñador, como Jace.
-Menudo agua fiestas, subterráneo. -
-¿Que es eso de que dejas a las mujeres embarazadas a tu paso, Jace? - preguntó Clary sonriendo de manera forzada, obviamente mosqueada.
-Era una manera de hablar, amor. - dijo Jace tímido de repente.
-Cerrar el pico. - sentenció Magnus apuntando a una gran estructura de piedras rojizas, a lo lejos. Parecía un castillo de fuego, digno de los demonios mayores.
-Ya nos habrán detectado. - dijo Mía recogiéndose el pelo en una cola alta.
-No lo creo. - sonrió Alec mirando a su novio orgulloso.
-He creado un escudo de invisibilidad, aunque no va a durar mucho, mis poderes son débiles aquí. - dijo Magnus con una capa de sudor en el rostro.

-El plan es éste, nos escabullimos dentro de la estructura y buscamos a Bianca, ¿Está claro? - dijo Lauren con determinación. -Bianca es una hermana para mi y ella hubiera hecho esto por cada uno de nosotros, ¡Vamos! - gritó éste furioso y todos le siguieron riendo y silbando.

Jace, Clary y Lauren formaban un equipo. Mía, Alex y Angelo se separaron por otra zona. Magnus, Alec y Jonathan. Por último Izzy y Simon actuaron solos vigilando las estancias.

-

Angelo musitó algo cuando encontró unas escaleras que bajaban en forma de caracol.
-Esto tiene pinta de mazmorra. - susurró Mía emocionada.
-Callate, rubia. - dijo Alex seriamente, que recibió un codazo de Mía, quien protestó algo inteligible.

Angelo alzó la antorcha y lo primero que captaron sus ojos de gato fueron unos barrotes grotescos de un material extraño.
-¿Angelo?- la voz de Bianca no provino de la celda sino del techo, alzó la antorcha y la vio sonriendo de manera tétrica boca abajo.

Poseída.

-¿Has venido a salvarme? - su voz no parecía suya. - Que bonito, ¿y luego te meterás en las bragas de Alessa no?-
-Mía yo me ocupo de esto, cubrirme las espaldas. - les dijo al vampiro y a la Nephilim que miraba a su Parabatai aterrada.
-Está hecho, colega. - respondió Alex sumiendo a la estancia en un silencio enfermizo.
-¿Alexis? - la voz de la vampiresa encarcelada sacudió el ambiente como un terremoto, dejando al vampiro sin aire.

-¿Dove eres tu? -

-

Hola amores míos
Al fin la inspiración ha llegado como una flecha a mi cráneo desinspirado!
Comentar y votar que muy pronto llegaremos a los MIL y estoy muy feliz!
Obviamente haré un especial Chorra que haga risa con los personajes en honor a vosotras! Podéis dejar ideas si queréis.
Os quiero!
~Janamellow➰

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