--Koyuki--
El jefe nos llevó a su oficina y los tres tomamos asiento, Touka parecía molesta pero la ignore.
-Touka, ¿me puedes decir quien es está chica?- pregunto el jefe.
Touka suspiro y lo miro fijamente. -No es nadie importante.- contestó.
El jefe volteo a verme y siguió hablando. -Koyuki es tu nombre ¿verdad?
-Si, es mi nombre.- dije asintiendo.
-¿Me puedes decir por qué Touka y tu estaban peleando?- al decir eso Touka apretó el puño y luego se contuvo.
-Ella y yo nunca nos hemos llevado bien, la conocí cuando ella intento atacarme creyendo que era humana. Desde ese momento peleamos y nos hicimos enemigas, yo vine a este distrito ya que es el más pacífico.- explique un poco nerviosa.
El jefe parecía pensativo pero yo estaba nerviosa ya que no sabia si me harían una pregunta que me eriza la piel.
-Me puedes contar el por que tienes muchas heridas?- pregunto y yo me puse aún más nerviosa.
No le puedo decir no ahora o tal vez nunca.
-Lo siento pero no puedo responder eso.- dije muy segura.
-Bien, puedes irte. Si necesitas algo estaré dispuesto a ayudarte.- dijo ocultando algo.
Yo recordé mi pasado y una lágrima escurrió llegando a mi mejilla, yo me levante y me limpie la cara.
-Nadie puede ayudarme!- conteste y salí corriendo.
Baje las escaleras y choque con el chico de cabello blanco.
-Oye- dijo pero lo ignore y salí corriendo de Anteiku.
--Kaneki--
Koyuki salió corriendo de Anteiku llorando, yo la seguí y la encontré en un callejón abrazando sus piernas. Yo me acerqué a ella y decidí en hablar.-Koyuki, ¿estas bien?- pregunté.
Ella volteo a verme y se limpió las lágrimas.
-N-no es nada.- contestó intentando evitar seguir llorando.
Yo sabía que era mentira y decidí en insistir. -Se que te pasa algo y quiero ayudarte a resolverlo.- dije muy seguro.
Ella por alguna extraña razón me hacía sentir algo que no había sentido en mucho tiempo, aun si apenas la había conocido. Me preocupaba el saber que no se encontraba bien y que aguanta su dolor para no molestar a nadie con sus problemas pero yo quería ayudarla.
-¿Por qué quieres saber?, nunca nadie me ha ayudado y nunca me han hecho caso.- contestó bajando la mirada.
-Y-yo quiero ayudarte, me preocupa el saber que no estas bien.- explique. -Por favor déjame ayudarte.- insistí.
-Yo realmente no quiero molestarte con mis problemas, deja de...
La interrumpi tomandola del mentón, nuestras miradas se cruzaron y me sonroje un poco al igual que ella.
-Estoy dispuesto a escucharte.- le dije.
-De acuerdo, te diré todo.- contestó.
Yo me senté a su lado y me quede en silencio.
-Desde que yo era niña siempre andaba muy descuidada, podía salir a cualquier lugar y mis padres no se preocupaban. Un día conocí a un chico un poco mas grande que yo, estuvimos juntos muchos días y se convirtió en el mejor amigo que había tenido. El me pidió que lo acompañará a un lugar y yo acepte en ir, al llegar a aquel lugar ví a cuatro adultos. Tres hombres y una mujer, todos vestidos de negro y llevaban máscaras. Yo al saber quiénes eran corrí fuera de ahí pero lograron atraparme, ellos me llevaron a un lugar donde me ataron con unas cadenas ambas manos. Me dolía un costado pero no podía saber que me habían hecho ya que me habían vendado los ojos. Yo sabía que algo andaba mal, no podía estar segura pero sabía que desde ese día ya no era humana.
Pase un día así Hasta que al segundo día me quitaron la venda de los ojos y pude ver a las mismas personas que me habían hecho esto. La mujer tomó un cuchillo y tomó mi pie, ella empezó a cortarme un dedo y yo solo intentaba no gritar, una vez que me lo termino de cortar pude ver que lentamente se volvía a regenerar. Ellos murmuraban cosas como algo de un experimento y cosas así.
Durante 18 años sufrí de eso y a veces me golpeaban con cadenas o me quemaban los brazos o las piernas. Yo solo quería matarlos y hacerlos pagar, sabía que mi naturaleza no era el aguantarme el dolor, yo tenía que para esto y lo haría sin importar los riesgos. En el último día yo rompí las cadenas usando mi Kagune, ellos al percatarse de eso corrieron y trataron de enterrarme entre los cuatro su Kagune, yo los deje y al hacerlo la sangre comenzó a fluir manchando el suelo. Yo me reí ya que en lo absoluto no me dolió ya que era mi normalidad, mi naturaleza. Ellos sacaron su Kagune de mi cuerpo y yo comencé a atacarlos uno por uno Hasta matarlos. Realmente se sintió bien matar a mis enemigos.- ella al decir eso me asombre ya que ella a pesar del dolor y su debilidad decidió en dejar atrás todo eso y ser alguien diferente.-Debió ser muy duro vivir todo eso por 18 años.- dije recordando lo que a mi me había pasado.
-Lo se pero después de eso mataba sólo por estar enojada hasta que algo en mi decidió no hacerlo más. La CCG me busca mas que a ningún otro Ghoul ya que la muerte de todos no fue simple.- dijo apretando el puño.
-Ya veo, yo te ayudare a olvidar eso. No me gustaría que vivas así durante toda tu vida.- le dije ya que realmente no quería perderla.
Ella volteo a verme y se quitó el parche dejando cubierto su otro ojo.
-Tu y yo somos iguales, solo que tenemos diferente naturaleza.- dijo dejando a mi vista su ojo Ghoul.