Nunca atacaron... logramos desplazar todas las personas del contenedor en tiempo récord y ponerlas a salvo en los niveles bajos. Adquirimos dos nuevos especiales, que no quieren cooperar. Sus dones no son biológicos, se asemejan más a una máquina que a algo vivo. Sehun tiene el don de controlar el viento y es un híbrido con animal. Hye, su hermana idéntica, ve energía y posee un gran coeficiente intelectual. Es capaz de solucionar, o arreglar cualquier cosa, hasta a un humano. Es quizás nuestra mejor adquisición y está dispuesta a cooperar, eso sí su hermano piensa lo mismo. Si no es así, pronto los dejaremos en libertad. Han pasado tres días desde el rapto y Sehun no sede.
—¿Quieres ver a tu hermana? —pregunta Kyungsoo sentado tras una vitrina de cristal mirando a Sehun caminando en círculos dentro en la habitación tras la vitrina— Ayer fue establecida en nuestra comunidad y está muy contenta en este lugar —Sehun le clava la mirada pero no habla, nunca lo hace— no siente miedo. Aquí la mayoría somos como ella o tú... no somos prisioneros... no serán prisioneros, Sehun.— este sonríe de forma sinica, está convencido de que nuestra amabilidad es solo una portada para luego utilizarlos.
—Puedes verla si eso quieres Sehun... solo promete que no mataras a nadie —dice Kyungsoo poniéndose de pie.
—¿Entonces por que mejor no la traes aquí?—Sehun se acerca al cristal imponente— así no tienes que preocuparte por tu gente —sonríe amenazante.
Kyungsoo no puede evitar sonreír.
—No me preocupan ellos, me preocupas tú —lo mira a los ojos— ¿Acaso no te acuerdas como apenas te moviste unos metros en el contenedor antes de que alguien te detuviera? Pudo matarte, todos aquí están entrenados para matar si la vida de alguno está en riesgo. Pusiste en juego la vida de muchos... pero estás aquí vivo, y deberías agradecerlo —Sehun lo mira sorprendido y un poco ofendido— Quiero que conozcas el contenedor con tus propios ojos y juzgues tú lo que crees mejor para ti... y tu hermana. Si no te gusta, siempre tendrás la opción de regresar al Laberinto —el rostro de Sehun de palidece, claramente no quiere regresar allí. Kyungsoo jamás lo devolvería a ese lugar, pero intenta lograr que coopere.
Kyungsoo se acerca y pone su código de acceso haciendo que con un pitido la misma se abra. Sehun no se mueve hasta puede creer que este está temblando.
—Tu hermana te espera afuera, Sehun —este se gira despacio para mirarlo con una expresión de duda— Sehun, puedes salir. —Kyungsoo sonríe— tendrás una habitación junto a tu hermana. —Sehun lo mira y camina un poco temeroso, como si en cualquier momento fuera a aparecer alguna persona armada, o el suelo se fuera a caer.
Al llegar frente a Kyungsoo se detiene y lo mira pensativo, por un momento se puede jurar que piensa en las miles de forma en las que puede atacar, pero no lo hace, Él continúa su camino despacio hasta llegar a la próxima puerta donde se detiene. Mira a Kyungsoo que camina tras de él y introduce el código para abrirla.
—Sabes que puedo escapar.
—Esto no es una prisión Sehun, ya te lo dije.
—Lo creeré cuando vea a mí hermana —dice y empuja la puerta dejando a la vista el delgado cuerpo de Hye, quien salta a abrazar a su hermano.
Ambos son altos, delgados con rostros hermosos. Su piel es clara como la leche y sus cabellos oscuros. Ambos parecen ser creaciones de un escultor. Sehun aleja a su hermana y la examina buscando cualquier defecto pero no encuentra ninguno. Esta solo sonríe. Se detiene cuando lo único que falta es que la desnude para revisar si hay alguna marca o alguna otra cosa. Sehun agarra el rostro de su hermana y la mira a los ojos se quedan así un momento mirándose con tanta intensidad y cariño. Kyungsoo se confunde hasta que recuerda la habilidad telepática de ambos.
—Te creo...—susurra Sehun aun mirándola.
—Todo está bien aquí, Sehun —su hermana sonríe
Sehun mira a Kyungsoo fijamente y suelta el rostro de su hermana.
—Nos quedamos con una condición.
—¿Cual? —pregunta Kyungsoo sorprendido.
Sehun se lo piensa un momento, quizás la mejor forma de decirlo.
—Que mi hermana tenga el mismo poder de acceso que usted. Quiero que inspeccione cada centímetro de este lugar y de ser necesario pueda acceder a archivos o cualquier otra cosa que haga en este lugar. Que nada se le oculte. Que nada se le restrinja.
Kyungsoo se queda en blanco, no sabe que contestar, pero cuando comienza a notar los posibles efectos de esto se paraliza aún más. Darle el acceso a todo esto incluye su equipo, defensa, armas, comida, suministros. Podría significar quedar al desnudo frente a su enemigo si ellos deciden ser liberados. Los ojos de Kyungsoo viajan de los de Sehun a los de Hye quien la mira fijamente. Hye da un paso delante y le da un codazo a Sehun. Este la mira y parecen discutir un momento.
—Esta bien... —dice en desacuerdo y mira a Kyungsoo— A cambio le daremos toda la información que tenemos del Laberinto.
Kyungsoo los mira. ¿Debería poner en riesgo el Contenedor por información de su enemigo y dos de su gente?
—Le daré total acceso a Hye... —esta sonríe de pura alegría antes de que Kyungsoo pueda terminar de hablar— si se llega a sospechar que alguno de los dos utiliza mal esta información o de tener la intención de irse... serán aislados hasta que se demuestre lo contrario.
Sehun lo acepta sin pensarlo. Hye se acerca y le da otro codazo.
—¡Oye eso duele! —protesta de forma juguetona, es la primera vez que ve una señal se humanización en Sehun—...También queremos ver el exterior —le dice a Kyungsoo.
Kyungsoo ríe.
—Eso pueden hacerlo cuando quieran.
Los hermanos miran a Kyungsoo asombrados.
—No mientes... —dice Hye de la nada
—No, no miento. Tenemos cultivos en el exterior y toda persona que quiera visitar el exterior lo tiene permitido. Siempre y cuando no estemos en aviso o siendo atacados. —Kyungsoo sonríe,
—¿Podemos ir ahora? —Pregunta Hye emocionada.
—Claro que sí
Hye toma a su hermano del brazo y sale corriendo halandolo sin saber a dónde van. Kyungsoo sonríe.
Esto es lo que le gusta de el Contenedor.
Aquí la gente es feliz.
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Power
Science FictionKi3 es el experimento más poderoso jamás producido por el hombre y le pertenece al Vaticano que no todos conocemos. Trinidad, como es temiblemente llamado por sus cuidadores, es cociente del alcance de su poder y de las mil y un formas que tiene de...