t r e s.

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—Quiero un nuevo tatuaje —pronunció Mike, dejando sobre el suelo una de las cajas de mudanza.

Tony rodó los ojos.

—Quiero que cierres la boca —gruñó y Mike soltó una risa.

—Está enojada la bestia, ¿eh? —se acercó hasta Tony y le dio un codazo en la espalda, haciendo que Tony reaccionara de mal humor inmediatamente—. ¿Por qué estás tan molesto?

—No estoy enojado... Solamente... Estaba recordando un par de cosas.

—¿Cómo cuáles? —preguntó Mike, tomando lugar en el sofá.

—Como cuando tuve mi primer tatuaje... ¿Recuerdas eso?

—Sí, lo recuerdo —el mayor cerró sus ojos, tratando de revivir el momento y suspiró—. Ese día me dijiste que querías largarte conmigo y ahora estamos lejos de todos.

—¿Eso te alegra? —preguntó Tony, tomando asiento al lado de Mike.

—Sería un idiota si no.

Tony sonrío, mirando a su colega con los ojos cerrados. Lucía tan calmado. Era extraño en Mike.

Mientras tanto, el mayor rebobinó en su cabeza cada parte de aquel día. Claramente, lo tenía bien guardado en su memoria.

Aquel día, se encontró con Tony a la salida, tomándolo por sorpresa. Se saludaron, chocando las palmas y en ese instante, Mike notó que Tony llevaba la mano garabateada. Un dibujo impresionante, a decir verdad.

"¿Por qué esa cara?" Tony se rio por la sorpresiva cara de Mike.

"¿Lo dibujaste tú?" Tony asintió con su cabeza y Mike sólo agrandó más su sonrisa. "¿Traes tu coche?"

Tony volvió a asentir y su rostro cambió a ser uno sorprendido, en el momento en que Mike tomó su mano y tiró de ella, guiándolo al auto.

Tony condujo y obedeció el camino que Mike le indicó y llegaron a un sitio de tatuajes y perforaciones. Aquel día, Tony obtuvo su primer tatuaje. Y también obtuvo una buena paliza de su madre.

—Tony...

—¿Mh?

—Tenemos que poner manos a la obra.

Bring Us Danger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora