¿Puede ser amor?(CLATO)

3-¿Nuevas amigas?

Llegué a mi casa y me encerré en mi habitación.

Intente imaginar una vida sin ella,pero es que no podía.

Mi madre entro en mi habitación sin llamar siquiera.

-Clovie,entiendo lo que te pasa y...-mi madre no pudo acabar la frase porque yo le corte,sabía que mi madre quería ayudarme,pero no me comprendía.Esa no era la mejor manera de ayudarme.

-MAMÁ,NO ME COMPRENDES,NO ME CONOCES,NO SABES NADA DE MI,NADIE SABE NADA DE MI,LA ÚNICA QUE ME CONOCÍA ERA LAVINIA,Y SE A IDO,NO HAY NADA QUE HACER ¿ENTIENDES?NADA-grite y rompí a llorar.

-Clove no me grites.Soy tu madre lo comprendo.A mi me pasó lo mismo de pequeña.Pero,aunque ahora le heches mucho de menos tarde o temprano le olvidarás.

-Mamá,no quiero olvidar a Lav.

-Tarde o temprano pasará.

-Conoces a Lavinia.Ella era popular.Era muy fácil para ella hacer amigos.Y por mucho que me duela decirlo,se olvidará de ti.

Mientras mi madre me decía esto las lágrimas caían sobre mis mejillas.

Mi madre salió.

Así que aproveché,cerré la puerta y puse la música a todo volumen.

Sonaba la canción de Vuelve de Paulina Rubio y Juan Magan.

Comencé a llorar de nuevo.

Esa canción era la preferida de Lav.

Enserio,no solía ser llorona pero que se valla tu mejor amiga a Argentina no es lo mejor que te pueda pasar en la vida,es algo crucial.

Sabía que la música no solucionaba nada,así que fui al aseo,y me di una ducha.

Me ayuda mucho pensar mientras me ducho.

Al salir me puse los mismos shorts que llevaba y una camiseta de tirantes blanca y en la que ponía My heart beats for you en letras azules.

Me puse unas deportivas blancas con loa cordones azules.

Fui a la cocina a comer algo.

Allí se encontraba Peeta.

-Hola primita-Saludo.

-Hola-Le dije con desgana.

-Me e enterado de lo de qtu mejor amiga.

-Peeta por favor no quiero otro discurso como el de mamá-Amenacé

-Tranquila fierecilla,no me importas tanto como para darte un discurso así.-Me sacó la lengua.

Le saqué la lengua

-Yo también te quiero Peeta.

Cuando conseguí acabar la conversación,abrí la nevera.

No había nada.

Al Enos nada que me apeteciera.

Abrí el congerlador.

-Uhh helado-me dije a mi misma por lo bajo.

Aunque Peeta debió escucharlo porque dijo:

-Los de chocolate blanco son mios.

-Nooo

Peeta y yo nos peleamos siempre por los helados de chocolate blanco desde que nos juntábamos en el campo de mi tía Sonia.

Cuando Peeta salió de la cocina cojí un helado y la caja la cojí y la metí todo al fondo que pude del congelador.

Pensándolo bien,no debería haberlo hecho,porque soy bastante bajita y ahora era yo la que no alcanzaba los helados.