12-Perdidos en el bosque

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Iba cabalgando con el caballo .

No sabía a donde iba.

Sabía que Cato me seguía pero no quería mirar atrás.

Sabía que Cato era malo para mi.

Me sumergí en un bosque.

Todo lo que veía eran arboles y más arboles.

Decidí parar.

Me bajé del caballo y me senté en una roca.

Estaba sedienta,pero no tenía nada.

Entonces apareció una mano delante mía con una botella de agua.

Miré para ver quien era.

Y efectivamente era Cato.

-No,gracias -dije.

-Estas sedienta Clove bebe-insistió.

Cojí la botella pero ni siquiera bebí.

La dejé en el suelo.

-¿Qué te pasa?-dijo.

No respondí.

-Clove porfavor,confía en mi-dijo Cato.-se que no recuerdas quien soy pero no quiero hacerte daño.Si fue por el beso...

-El problema es que ya te recuerdo-le corté-y no eras quien pensaba que eras.Ya me habían contado lo de la pelea,incluso tú mismo me lo habías contado...pero no pensé que alguien pudiera ser tan sumamente cabrón.

-Clove,¿cuántas veces más voy a tener que pedirte perdón?-Cato.

-No quiero que me pidas perdón,solo quiero que desaparezcas de mi vida-grité.

-Clove-intentó calmarme Cato.

-Ni Clove ni nada.No estaríamos perdidos si no fuera porque uno que yo me se se empeñó en traerme al bosque.

-Yo no fui el que salió corriendo solo porque la persona a la que ella quiere y de la que ella está enamorada le besará-Cato.

-¿Qué yo estoy enamorada de quién?

-Venga Clove no me vengas con eso ahora,se sabe de sobra-Dijo Cato.

-¿Y tú de mi que?-que asco de chaval.

-¿Yo de ti?Venga parece que no me conozcas,yo no me enamoro,encuanto te hubiera llevado a la cama habrías desaparecido de mi vida-gritó Cato.

-No creo que a todas las chicas les cuentes todo lo que me has contado a mi-las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.

-Todo era mentira Clove,Todo joder.Eres una niñata más que de enamora de mi.-dijo Cato ya harto de todo.

-Cato-no pude acabar la clase y rompí a llorar.

-Clove...no quería decir eso-se arrepintió.

-Pero lo has dicho-le grité.

-Me estabas cabreando-se defendió.

No respondí.

Nos quedamos en silencio durante un rato.

Tenía hambre.

Quería salir de allí.

Cato me miraba con culpabilidad.

-¿Tienes hambre?-rompió el silencio.

-No tienes nada de comer da igual si tengo o dejo de tener hambre.

-Puedo buscar algo.-dijo.

-Da igual.Puedo aguantar.

¿Puede ser amor?(CLATO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora