Capítulo 9

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A la mañana me desperté en una cama que no era la mía, en un lugar frio si no fuese por las sabanas y el edredón que cubrían la cama, y a la vez era oscuro, y algo perturbador. Seguía con mis ropas del día anterior, y unos brazos me rodeaban la cintura, con delicadez, pero a la vez con firmeza, haciéndome sentir protegida y segura, haciéndome sentir calurosamente reconfortada en medio de un lugar donde reinaba el frio, la oscuridad, y la desesperación. Un ligero aire caliente chocaba contra mi pelo, me giré en la cama sobre mi misma sin deshacerme el agarre e intentando no moverme mucho para no despertar a la otra persona. Era Louis, una persona tan rota, que mucha gente lo daba por imposible y dejaban de intentar que dejase de cortarse, pero yo no sería como las otras personas, yo sería diferente, sería mejor, sería la solución a todos sus problemas, nunca más nadie, ni su madre, ni sus hermanas, ni su padrastro, ni ninguno de sus ligues,... nadie, y cuando digo nadie es absolutamente nadie en este maldito y jodido universo, se tendrá que preocupar para que este prototipo de hombre semi perfecto se tuviese que preocupar por alguien como él.

Intentando no molestar a Louis, intente coger a ciegas, como pude, mi móvil, lo cual, con dificultades, lo conseguí, y puse la cámara del móvil. Quería capturar esa imagen, tener la imagen tan perfecta que tenía delante mío en este mismo momento guardada para siempre, y quien sabe, quizás en un futuro me resultase útil, sin pensarlo 2 veces hice la foto, pese a intentar no hacer ruido para no molestarle, el ruido de la cámara sonó, pero por suerte Louis no reaccionó al ruido excepto por un ligero ruido sordo quejándose por todo lo que pasaba en el mundo exterior. Volví a dejar el móvil donde estaba.

Pese a los piercings, el pelo teñido, y su expresión de enfado constantemente, en estos momentos parecía totalmente vulnerable, frágil, tranquilo, en paz.

-¿porque estas despierta y moviéndote tanto? A saber la hora que es, ponte a dormir un rato más-dijo Louis aun entre sueños-

Cogí el móvil y mire la hora, las 10:30 de la mañana.

-Louis son las diez y media de la mañana, ¿piensas estar durmiendo todo el santo día?

-es domingo y tu supuestamente estas en casa de una vieja amiga tuya, así que o te pones a dormir, o me alegras la mañana, labios de fresa- dijo el pervertida mente-

-vale, pues me pondré a dormir-respondí cansada-

-mierda, quería que alguien me alegrase la mañana- dijo Louis clavándome su erección en mi pierna para que pudiese notarla- sobre todo con esos labios de fresa que tienes

-eres un ser asquerosamente pervertido-dije sarcásticamente-

-lo sé, y también por como gemías ayer por la noche antes de meterte definitivamente con migo en la cama,  sé que te encantaría que te lo hiciese-mierda,¿ gemí más allá de mi sueño?-

Me levanté de la cama y me puse las botas.

-me voy... necesito tiempo... tiempo para mi... para... para aclarar mis ideas...adiós- dije saliendo de esa habitación-

-adiós-dijo el casi en un susurro-

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