Fin

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Inhóspito lugar habito,

La soledad se cierne sobre mí, como una sombra acosadora

Dejo que me abrace, que me invite a una copa de misterioso brebaje.

No pasa mucho tiempo antes de caer bajo los efectos de éste.

Me embriago hasta el inconsciente,

Ahogando una vez más aquellas voces que parecen multiplicarse por las noches.

Hoy dejo que el universo se entrelace con mis sueños,

Permito que las estrellas me guíen al infinito,

Llevando conmigo, nada más que una vieja brújula en mi pecho.

No hay dirección correcta, ni tampoco incorrecta

Solo un camino con cientos de rutas. Cualquiera que tome, me llevará al final que yo escoja.

Que no te impacte la vida,

Que el súbito de sus amaneceres no empañen tus ojos,

Corre, corre, corre,

Pues el presente es efímero

El futuro se camufla junto a la ilusión del mañana,

Aunque no con ello tu alma.

Abre los ojos, y despójate de toda culpa,

No vivirás cien años más por cargar con ella,

Ni tampoco cien años menos por abandonarla.

Haz lo que debas

Ríe, llora, canta, pero avanza, que el tiempo no perdona.

No te amargues por los que no están, pues en el universo mismo habitan

Tal cosa como la muerte no existe, la entropía del espacio no lo permite,

Tenderá al desorden siempre, pero cada molécula se mantendrá, en un estado diferente

Pero permanente en el desván de los recuerdos.


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