Lo que soy

Seis segundos

Tiempo... ¡Qué curiosa palabra! Solo seis letras; segundos, minutos, horas, días, semanas... meses transformándose en años. Tantos elementos, en solo seis letras... ¡Vaya concepto! 

Hay muchas cosas que me gustaría repasar junto a m amigo "tiempo", y otras tantas que desearía haber pensado unas cuantas veces antes de realizarlas. Lo cierto es que cada vivencia, en la medida que este concepto avanza, va convirtiéndose en una enseñanza futura (o eso es lo que dicen las personas con más años). 

Hace unos días atrás,, el tiempo estuvo solo a segundos de detenerse para mí, y lo peor, es que era yo quien quería poner término a ese reloj. Jamás había sentido tanta presión como en aquel momento, y si me atrevo a plasmarlo en letras, es exclusivamente porque el "tiempo" me está permitiendo hacerlo. Me gustaría contarte toda mi historia en este preciso momento, pero la verdad es que no siento que sea el escenario adecuado. Al menos no por ahora. 

Tiempo... resulta increíble como tu cabeza puede reducir todo lo que te rodea a una simple imagen; un acontecimiento que prende una chispa que muta en un grito: ¡Detente!, y a medida que van transcurriendo los días vas comprendiendo lo errado que estuviste al querer poner un alto a "tu tiempo."  No sería justo. Y no lo digo por las personas que nos rodean, sino por uno mismo. Es cierto, que en circunstancias extremas la vida se posa frente a tus ojos y los años, por muchos que sean, vuelan frente a esos ojos humedecidos; te muestra através de una lágrima el enorme universo que te dispones a dejar, y aún así, te cuesta reflexionar. Sin embargo, tu cerebro está alargando tus minutos, de modo que tengas 'tiempo' para recapacitar. Lo más fuerte viene después de hacerlo; es como una enorme roca que te aplasta el corazón. Sientes incluso su peso y miras tu entorno con resignación. 

Hasta este punto, notarás que las líneas no conectan mucho entre ellas, pero lo que finalmente quiero decir, es que el tiempo, en efecto, ayuda, te da 'seis segundos' más, con tan solo pensarlo. Seis segundos que definen el paso entre lo terrenal y lo místico. Seis segundos que te ayudan a resolver, entre la vida y la muerte.