Fade out

40 4 1
                                    

Los días avanzan, por tanto el tiempo transcurre sin piedad. A pesar de mis conocimientos, y de querer entender mi entorno, aparte de ser consciente de la relatividad y la ilusión temporal, aparentemente pareciera que me encuentro en un letargo exacerbado. No sé si clasificarlo como un sentimiento o un estado. Tampoco sé si sea necesario hacerlo.

Con el paso de los días me he dado cuenta lo carente de significado que puede tornarse la existencia misma. Después de todo, una persona inserta en el salvaje bosque de la rutina, no es más que un adorno más entre tantas otras que llenan la ciudad. Intento existir, pero finalmente acabo coexistiendo con algo que no logro dar forma. Sin embargo, me muevo entorno a eso.

Es triste comprobar que por más que intentas buscar, menos encuentras. No tengo equilibrio. Vivo de lo que no vive. Camino en una delgada cuerda floja, fingiendo que es una de las más resistentes. No sé por cuánto más dure mi persistencia en marchar contra la corriente. Aunque en cierto modo, se ha ido desvaneciendo, y estoy consciente de que es casi imperceptible para mi entorno, pues, una de las virtudes que te entrega escribir y leer, es saber cuándo y cómo teñir el mundo de colores, a pesar de lo gris que es por dentro.

La ambigüedad asecha a mi lado, se ha convertido en una silueta, camina conmigo, sinuosa, intentando ser imperceptible. No quiero alejarla, me trae dudas, me punza de recuerdos; hace que cuestione todo. Pero al mismo tiempo su voz me susurra, se mofa de mis rechazos, de la soledad misma. Me desequilibra. No hay cosas que me estén "llenando" ni algo que me aliente más que lo banal del día a día.

Creo que he perdido la noción de muchas cosas, del amor, del sueño, de la sorpresa, volar, vivir. Pero ¿cómo plantear todo eso? Sería un egoísta. Los errores se han convertido en horrores, más allá que un imán me transformo en alguien que aparta. Y siendo sincero, llevo días queriendo apartar todo y a todos. Estoy comenzando a enamorarme de esta soledad interna. Es como un puñal, en un principio dolía al entrar, pero ahora que ha cavado más profundo -y lo sigue haciendo- se convierte en algo que me parece normal.

Desconozco, por qué continúo volviendo a ti. Me recuerdas mucho a un blog de un pasado, y aquello me hace querer desear con más fuerzas eliminarte. No obstante, volver a leerte me sirve para comprender aún más. Quizá, no muy lejano ni distante en el futuro, alguien más vendrá a leer. Intentando comprender. Hoy, esto es la causa. Mañana será la consecuencia, y supongo que al menos un mapa, puede ayudar al entendimiento.





Lo que soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora