La imagen que está mirando fue tomada en algún momento de la década de los 70. Es la única imagen que queda lo que me queda de mi hijo, y lo artificial que se conoce como 'ANTRAN', a la que adoptamos en nuestra familia en el momento.
Fue un verano cálido a mediados de los años setenta. Me dirigía a casa de mi empresa maderera después de un largo turno, cuando tuve que hacer una parada en la punta de basura local para dejar algunos escritorios viejos que mi madre nos había dado. Algo llamó la esquina de mi ojo cuando me incliné hacia abajo, y, una inspección más cercana se sorprendió al ver lo que originalmente pensé que era una muñeca. Una cubierta exterior de plástico con extremidades de metal. Y más sorprendentemente un rostro humanoide, con ojos fríos y oscuros. Voy a ser honesto al decir que estaba curioso en el momento y muy impresionado con la fabricación, así que no lo pensé dos veces antes de colocar con cuidado a lo largo del asiento trasero de mi coche, y lo llevé a casa.
El interés de mi hijo era casi tan intenso como el mío, y nos une en el transcurso de unos pocos días de apertura hacia arriba, mirando a su sistema de circuitos y ver si algo se había extraviado o roto. Con el tiempo, para nuestra sorpresa, el ser, o androide, parecia cobrar vida. Sus ojos mostraron un brillo suave, sus miembros se movieron erraticamente, y despues de unos minutos, se las arreglo para mantenerse por si solo. No hace falta decir que nos daba miedo, pero a la vez fascinación. ¿Quién podría haber creado una obra tan maravillosa y extraordinaria? me dije a mí mismo.
No fue sino hasta un par de semanas más tarde que me di cuenta de que no era un juguete, o una muñeca. Empezó a mostrar increíbles señales de inteligencia y capacidad para pensar. Aprendió a hacer cosas cotidianas, como sacar la basura y jugar con los juguetes de mi hijo. Incluso tenía un favorito; un pequeño coche rojo que había junto a los mostradores de la cocina. Tambien aprendió a imitar nuestras costumbres; tratar de comer con tenedor, a pesar de que no tenía ningún sistema digestivo, moviendo su boca, a pesar de que carecía de la habilidad para hablar. Sabía que esto era otra cosa. Tal vez una pieza de hardware militar, o un proyecto privado. Sabía que tenía que haberlo entregado, pero cuando vi a mi hijo jugar con él tan felizmente, su rostro se iluminó. No podía hacerlo, él siempre habia sido tan solitario, este fue uno de sus únicos amigos ¿que clase de padre sería yo para negarle el derecho a la felicidad? No sería malo que le permitiera quedarselo por más tiempo.
Lo llamamos "ANTRAN", que era la frase impresa en mayusculas escrita en letras pequeñas en su espalda. Los meses pasaron rápidamente, y la vida con mi familia parecia estar mejorando. Él era uno de nosotros ahora. Las calificaciones de mi hijo mejoraron, su estado de ánimo mejoró, todo estaba mejorando. Hasta que una noche de Julio, yo estaba sentado en mi sillón, con una cerveza viendo televisión. Mi hijo y ANTRAN se encontraban en la alfombra, jugando a las luchas, como hacen los niños de vez en cuando. Cuando de repente me llamó la atención un fuerte jadeo. Mire hacia abajo y vi a mi hijo agarrarse el brazo.
"¿Que pasa, Adam?, le pregunte.
Se subio la manga, y en su brazo habia una gran marca roja que cubría todo su antebrazo "ANTRAN me pellizco", respondió, con voz temblorosa.
La marca era realmente roja y luego paso a incharse para hacerse un bulto púrpura. Mis instintos paternales se hicieron cargo de mí y como un padre regañando a un niño travieso, le grité al androide. El rostro frío y metálico por un momento, parecía mostrar una verdadera tristesa y dolor, como si no conociera su propia fuerza, como si lo lamentara, sus labios se movieron, como si tratara de reunir las palabras para disculparse a través de su lenguaje, o simplemente copiar lo que estaba haciendo, nunca lo sabremos.
Unas semanas más tarde, mi hijo entró a mi habitación, a la madrugada... Mi sueño fue interrumpido por el suave crujido de la puerta de mi dormitorio.
"Papá", susurró.
"¿Si hijo?", le contesté.
"No deja de mirarme."
"¿Que? ¿que hace?" le pregunté, a través de los ojos cansados,
"ANTRAN. Sigue mirándome, al costado de mi cama"
Su voz temblaba, tenía miedo. Me di cuenta de que algo no estaba bien. Me di cuenta de que se estaba frotando su otro brazo, y de inmediato lo llamé. Tire de su manga y mi corazón se hundió, más moretones. Deben de haber sido cuatro o cinco en cada uno de sus pequeños brazos.
"Quítate la camiseta, Adam", le dije, tratando de mantener la calma, pude sentir un cóctel de emociones crecientes dentro de mí, el pánico, el miedo, la ira. Se quitó la camiseta y mi corazón se hundió aún más, y mis ojos se llenaron de dolor. Su cuerpo estaba cubierto de moretones diferentes tamaños, diferentes tonos de marron y púrpura. Inmediatamente me levanté y me dirigí a la habitación de Adam.
No habia nadie.
Grité con todas mis fuerzas, mire debajo de la cama, la ventana de la habitación estaba cerrada, no habia nadie. De repente, escuchamos un fuerte golpe por ensima de nosotros, seguido por fuertes pasos.
"Esta en el ático" le susurré.
Mientras caminaba por el pasillo me di cuenta de que las peredes a ambos lados de mí estaban cubiertas de arañazos de aqui hasta la pequeña puerta del ático. Poco a poco la abrí y le dije a mi hijo que se quedara en donde estaba... La escalera se cayó y subí.
Tomando una linterna de la bodega al lado de la entrada, la encendí. Solo para encontrarme con la pequeña ventana del atico que tenemos ahi destruida, se había escapado. Inmediatamente pensé llamar a los servicios de emergencia, pero ¿quién me iba a creer? Un ser metálico sintiente esta lastimando a mi hijo? mirarian los moretones y me acusarian de maltrato infantil. No tuve más remedio que guardar silencio.
Semanas y luego meses pasaron. Cada vez que saliamos notabamos cada vez con signos de la presencia de ANTRAN. Habían más arañazos en las peredes, las plantas habían sido perturbadas, manchas de barro en las ventanas. Temía por mi hijo. Lo saque de la escuela, decidí nunca dejarlo solo. ¿Que había causado esta repentina hostilidad hacia nosotros? ¿acaso fue porque le grité?. Me encontre a mi mismo hablando en voz alta por las noches, pidiendole disculpas a las paredes, a una habitación vacía, con la esperanza de que ANTRAN oyera, pero mis intentos fueron en vano. Si hubiese sabido lo que vendría, no hubiese dormido esa noche.
Mi sueño fue una vez más perturbado, aunque esta vez por un grito que me helo la sangre. Mis ojos se abrieron y de inmediato casi como un instinto natural, sali corriendo a la habitación de mi hijo. Fue demasiado tarde, la habitación habia sido puesta patas arriba, todo estaba en el suelo, las sábanas rotas y su ventana rota. Me eché a llorar, grite con todas mis fuerzas para que mi hijo vuelva. Llame a la policía, diciéndoles que mi hijo había sido secuestrado, ellos me preguntáron si había visto al culpable, mentí y dije que no, espere a que las imagenes de mi hijo fueran suficientes. Los próximos días llore hasta dormirme, lloraba como un niño. La vida ya no valía la pena, desearia nunca haber encontrado esa...COSA... Traicioné la confianza de mi hijo como padre, para protegérlo y ahora tengo que pagar el precio.
Fue un amanecer de Septiembre, me senté en mi sillon, bebiendo. Cuando escuché la puerta de la despensa ser abierta.
"Adam?!" grite... mientras corrí a la cocina.
De nuevo, nada.
Excepto que, allí en la encimera de la cocina, se encontraba el coche rojo, el juguete preferido de ANTRAN.....
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Terror Al 100%
Random----Nota De La Autora---- Bueno estas son historias de terror, :) algunas muy conocidas.. Otras... Solo las encuentras aquí... También algunas historias yo las creo, si las veo en otro libro... Sabrás lo que pasará, ¿o no?. ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~...