Rainy Days ~

Cruce ~

"Te encontre, bajo la lluvia y en tus ojos observe el dolor, uno tan intenso como el que yo sufria en aquel momento, fue un encuentro casual pense que nunca mas te volveria a ver, por lo cual guarde tu rostro en mi mente, y te recorde dia tras dia, amanecer tras amanecer, viviendo con la duda, preguntandome si tal vez personas como nosotros podrian un dia volver a llegar a querer... ~ "

Los dias lluviosos se hicieron presentes en la ciudad, era como si la propia naturaleza estuviera acompañandole en su tristeza, habia faltado varios dias al trabajo, no queria que sus compañeros le vieran de aquella manera, era mas facil callar sus sentimientos que dar explicaciones, observo atraves de la ventana como las gotas caian y se deslizaban por esta, nuevamente el llanto hizo su aparicion y su corazon se encogio ante la oleada de tristeza, los recuerdos le asaltaron, se deslizo lentamente por la pared y abrazo sus rodillas con fuerza, ella le habia dejado, por su vocalista, por su mejor amigo, le habia utilizado para llegar a ese pelinegro y ahora solo le trataba de la forma mas indiferente, incluso le ignoraba, se sentia estupido, se sentia destrozado y traicionado, tenia ganas de sacarse el corazon y olvidar todo, aun dolia apesar de que habia pasado ya un largo tiempo, tener que mirarles juntos, sonreir y fingir que todo estaba bien en verdad que le pasaba factura, ahora estaba mas delgado y su piel era mas palida de lo normal, su mascota se acerco a el, se restrego contra sus piernas en un gesto de cariño a lo cual el pelirosa le tomo entre sus brazos y sonrio un poco mientras el felino le ronroneaba.

-Tu nunca vas a dejarme verdad? -musito mientras hipeaba y le abrazaba con fuerza sin llegar a hacerle daño- tu... realmente me amas... verdad? - las lagrimas le caian por las mejillas sin descanso mientras mojaban el pelaje del aquel minino color naranja con blanco - Mokuro... no me dejes nunca... por favor... no seas como ella... quedate conmigo... siempre - el llanto de aquel joven se volvio mas intenso, aquel gato que le acompañaba lamio sus mejillas recogiendo sus saladas lagrimas - gracias... - musito quedandose inmovil mientras miraba atraves del cristal la lluvia caer, no supo cuanto tiempo paso ahi, su acompañante estaba ahora dormido y el estaba apunto de hacerlo tambien, apesar de que el frio le calaba no hizo nada por levantarse, preferia que el frio congelase su cuerpo... y tal vez su corazon, pero su movil sono antes de que pudiese siquiera cerrar sus ojos. - Si...? - dijo sin ganas, nisiquiera se percato de quien habia llamado, grave error penso depues- Ah.. Tsuzuku...

- Ah Tsuzuku? eso es lo unico que diras?! llevas tres dias sin venir a trabajar joder! - un suspiro largo se escucho del otro lado de la linea justo despues de aquella frase - Deja de ser tan infantil, tenemos trabajo que hacer - que facil, penso el bajista, primero me quitas algo importante para mi y actuas como si nada pasara en los ultimos meses...

- No me siento bien, ire cuando me recupere - estuvo apunto de colgarle el telefono al otro mas este le interrumpio antes de que aquello sucediera -

- Koichi, basta! deja de ser asi! deja de evitarnos solo por lo que paso hace meses... - fue entonces cuando el joven bajista trono la boca, si algo le habia fastidiado todo el tiempo era lo imbecil que podia llegar a ser su vocal, vale que el se hubiese quedado con la chica pero no tenia que recordarselo todos los dias, eso no ayudaba en nada, absolutamente en nada.

-Ya te lo dije ire cuando me sienta bien, nos vemos despues Tsuzuku - y sin mas avento el celular hacia la pared, donde este se termino estrellando estrepitosamente y deseaba que se hubiese roto o apagado, cualquiera de las dos cosas era mejor que tener que seguir soportando aquello.

Al dia siguiente se presento sin muchas ganas en la oficina, calzaba unas enormes gafas de sol, un gorro tejido, y su acostumbrada ropa colorida, era una lastima que, la chispa traviesa e infantil que solia tener se habia apagado hacia meses, pues lo unico que tenia color ahora en su vida era la ropa que portaba, sus compañeros le observaron en silencio mientras uno de ellos ponia mala cara.