❝Coffee❞ | En Edición.|

XII

— ¿Qué haces aquí?—volvio a insistir Emma Sin dejar de mirara a aquel tipo.

—Solo vengo por lo qué es mio.—dijo la voz extraña mirando a Emma de aquella manera fría y cruel que él solo sabia.

— ¿Tuyo?—rio sarcástica—Deja tus estupideces aun lado.

—Cariño, yo no digo estupideces.—se acerco sigilosamente hacia Emma quedando a solo unos centímetros uno del otro—Ahora solo dame las llaves del departamento.

—El departamento es mío.

—Ya no mas.—el sujeto solo mostró unos papeles para que Emma los tomará.

—El departamento 321 del edificio Winston es propiedad única del joven Robert Drove.—Emma solo miro con odio y rencor hacia Robert. Pero lo que mas le afectaba era que acababa de perder su empleo y ahora el único techo que tenia.—¿Por qué lo hiciste?

—Te dije que me vengaría de ti, nunca debiste terminar conmigo.—en su rostro solo apareció una sonrisa malvada de su parte, Emma sentía las ganas de llorar. Pero tenía que ser fuerte por ella misma—Ahora solo dame las llaves.

— ¿Tanto me odias?

—Me hobligaste a odiarte cuando terminaste conmigo.—la manera de actuar de Robert era inmadura e infantil—Ahora las llaves antes de que llame a la policía.

—Esta bien.—saco las llaves de su mochila y se las entrego a su ex, al hacerlo solo Robert desapareció del lugar con una sonrisa de victoria.

Después de toda la mañana llena de problemas, Emma solo fue al parque para despejar su mente llena de conflictos. Sintió como alguien rodeaba sus ojos con unas manos.

—Hola linda.—escucho aquella voz que hacia sus problemas desaparecer. Sonrió inconsientemente para ella misma.

—Hola.—Emma solo trataba de actuar natural para no preocupar a Austin.

— ¿Resiviste las flores? No sabía que color te gustaba así que te mande una de cada color.—Austin solo la miraba como si ella fuera los más importante para el, y Emma se sentía mal por lo que había pasado con el regalo.

—Me encantaron las flores, pero hubo un problema con ellas.—Austin la interrumpió.

— ¿Eres alérgica a ellas? Lo sabia Debi preguntarte antes.

—No es eso Austin.—Emma sujeto su mano con la del y lo miró de una manera tan especial y dulce que ella solo podia hacer.

— ¿Entonces?—Austin la miro a los ojos rogando de que Emma no lo rechazara, ella era la primera mujer que en verdad quería y daría todo por ella.

—Sabrina, mi compañera de trabajo.—callo unos segundos para analizar bien sus palabras—Quemo el arreglo de rosas y yo no pude hacer nada. Lo siento.

—Tranquila Emma, si ella quemo esa docena de rosas yo te regalarle 24 rosas o más y sabes ¿Por qué?—acariciaba lentamente la mano de Emma sin despegarla del.

— ¿Por qué?—sonrio ella.

—Porque te quiero, y aria todo lo posible solo para verte sonreír.

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Bueno decidí no cancelar la novela por todas aquellas chicas que les gusta la historia. En fin voten y comenten.❤