❝Coffee❞ | En Edición.|

XIV

—Eres un gran hombre Austin.—Emma tomo el rostro de él para depositar un pequeño beso sobre su mejilla derecha.

—Entonces ¿aceptas quedarte conmigo?—Austin rogaba a sus adentros que su bella chica aceptara quedarse en su casa.

—Bien, solo unos dias, hasta que consiga un lugar para quedarme.

—Quédate todo el tiempo que quieras, me agrada que estes a mi lado.—susurro Austin cerca de su oído, causándole que su cuerpo se estremeciera.

—Me encanta cuando susurras.

— ¿Así?—Volvio a susurrar— ¿Qué te parece si vamos a mi casa?

—Me agrada la idea.

Austin la guío entre las calles repletas de gente que rodeaba el parque, ambos tomados de la mano sin soltarse a pesar del mar de personas. Emma veía los edificios lujosos en esa area de lugar, desde que vivía en Los Ángeles jamás había visto esa parte de la ciudad.

Al momento de detenerse quedaron en frente de un lujosos edificio de estilo clásico y moderno, Emma miro a Austin mientras que el solo la guío adentro del gran lugar.

— ¿Qué te parece el lugar?—Austin la tomo da la cintura delicadamente.

— ¿Tu vives aquí?—Se dirigieron al ascensor sin siquiera despegar sus cuerpos uno del otro.

—Si, ¿Demasiado pequeño?—el ascensor se detuvo en el último piso que daba hacia una gran departamento de una planta completa.

— ¿Pequeño? Esto es enorme.—como una niña pequeña Emma se despego de Austin y fue hacia la ventana observando la gran vista de Los Ángeles desde ese punto de la ciudad.

—Es muy linda la vista desde aquí.—volvio a posar sus brazos, sobre la cintura de ella.

—Es increible.—Emma observaba desde ese punto la ciudad, ella creía que dejar su lugar de origen y venir a Los Ángeles su vida cambiaria, soñaba tener un lugar así para vivir, pero se dio cuenta que ella no podia tener aquellos lujos.

— ¿Pasa algo?—Austin noto como Emma tenia una pequeña lagrima sobre su mejilla izquierda.

—No, solo que hoy ha sido un día difícil para mi.—sonrió Emma mientras limpiaba la pequeña lagrima.

—Yo estoy aquí para ti.—le dedico una sonrisa hacia ella.

—Lo se.—se giro hacia él para quedar frente a frente. Emma tomo la iniciativa de besar los labios de aquel hombre.

— ¿Tienes hambre?—dijo entre besos Austin.

—No, solo quiero irme a descansar.

—Te mostraré tu cuarto.—el camino delante de ella guiando la por el gran departamento que tania Austin—Este sera tu cuarto.
Al entrar Emma se sorprendió con el diseño de la alcoba, las paredes pintadas de un color beige, muebles pintados de color negro y una cama grande con cortinas de tul que la cubrían a su alrededor. Era un cuarto como ella alguna vez había soñado.

—Es hermoso.—Emma tomaba las cortinas de tul con ambas manos.

—Mi madre lo decoro pensando en mi futura novia.—le sonrió haciendo que las mejillas de Emma se ruborizaran al instante. ¿Novia de Austin? No, ella aun no lo era. A pesar de haberse besado eso no demostraba que ellos fueran algo más que amigos.