¡Dale a la sonrisa! ( Micro-Relatos de humor )

Nunca con una "zorrilla"

Tenía veinticuatro años, con una novia de diecisiete. Ese día salimos juntos a "tomar algo" y estábamos sentados en el bar de moda cuando se nos acercó un amigo "de los dos" y no se nos despegaba ni a tiros. Lo gracioso fue que cuando me decido y le digo a mi chica; vayámonos ya, este (el amigo) se nos pone con cara compungida y nos suelta (sin anestesia), que está perdidamente enamorado de mi novia y que no puede vivir sin ella (ponerme ahora cara de gilipollas y acertáis). Después de la "sorpresa", miro a mi chica y la pregunto; ¿Tú que dices? Ella muy convencida fue y le da calabazas y que me prefiere a mi, él no se convence y me pide (a mí) que lo deje hablar unos segundos en privado con ella, el gilipollas (yo) miro a mi chica y ella asiente y me dice que la deje decírselo a solas (para no hacerle daño), consiento y sentado en mi asiento los veo salir del local sin ninguna preocupación (ella lo mandará hacer gárgaras y punto; "pienso tranquilo"), cinco minutos más tarde, mis ojos no dejan de mirar la entrada ni el reloj (ni al cabrón del camarero que me "parecía a mí que sabía más de lo que parecía...). Media hora más tarde (sí, aguanté media hora). Pagué lo que habíamos tomado (con la mirada perdida) y salí "discretamente" del local. había un campo cerca así que para él me dirigí, miré a derecha e izquierda y... coño, una pareja de "tortolitos" dándose el "lote", ¡coño, si son ellos! Fin. ¿moraleja? «si alguna vez tienes la idea de tener novia, no te ennovies con una zorrilla»