Capitulo 3: Trágico

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Mi estado emocional ahora mismo se podría resumir, en una palabra:

Enfadada.

Si enfadada, estaba muy enfadada.

Y os preguntareis por qué. ¿Sabéis lo que hizo Michael después de ver todo eso?

CERRO TODAS LAS PUERTAS Y LAS VENTANAS DE EL CUARTO Y SE FUE.

Si no lo quisiera tanto, habría echado la puerta abajo con el elemento aire.

Tendría que haber pensado en cómo me sentía, primero por lo de la nota y después lo de las flores, podía haberme abrazado o haberme consolado. Si me deja aquí sola solo será peor.

Y no tengo ni idea a donde ha ido, pero lo único que quiero hacer es ponerle 50 cerrojos a las puertas y a las ventanas.

Sé que exagero mucho, pero si a ustedes os hubiera pasado lo que me ha pasado a mi haríais lo mismo.

Ahora no sabía qué hacer, en esta academia no había Internet, no tenía un ordenador y menos una televisión.

Que parezco que vivo en los años 20.

Uhh.

Vale, es mentira si tenemos televisión, pero solo una en la sala de espectáculos y es vieja y solo podemos ver con ellas cintas de películas en blanco y negro.

Volviendo al tema aparte de enfadada estaba asustada.

¿Y si la carta era una amenaza? ¿Y si alguien venía para asesinarme o algo parecido? Si muero no poder detener a Amma ni decirle alguna vez a Michael que le quería. Tampoco podría comerme más Cruasanes de los que me trae Michael.

Es un idiota.

Pero lo quiero.

Soy bipolar.

Aunque os preguntareis ¿Cómo es que estas asustada de alguien que te asesine y no de los seres sobrenaturales que viven en Consummen?

Ni lo sabía yo, creo que me estoy acostumbrado a ellos. ¿Eso es bueno, ¿no?

Soy la única humana de aquí (bueno quizás casi) así que me siento un poco sola.

Solo Michael es el único que me hace sentir en casa....

Lo que nunca me he preguntado es... ¿Qué es Michael?

No es humano, ni un brujo, ni un hombre lobo, ni un cambia formas, ni una ninfa, ni un centauro, ni un tritón, ni un vampiro... ¿Entonces qué es?

Bueno tampoco es que me importe, de todas formas, sea lo que sea yo lo querré igualmente. Aunque fuera una cucaracha (mentira, si es eso no)

Algún día me lo dirá.

¿Y por qué sigo pensando en tonterías?

Me levanté del suelo que es el sitio donde estaba actualmente, y me puse a dar vueltas por la habitación.

Ya llevaba 30 minutos fuera (lo sabía por el reloj que tenía en la mano) y todavía no había vuelto.

¿Estaba exagerando? ¿Porque eso es mucho tiempo no?

Si seguía así me iba a morir de aburrimiento.

En mi mente había prometido no salir, hasta que el volviera, pero no podía soportarlo más. Así que volé la puerta con el elemento aire y salí al pasillo.

Si me preguntaba, le diría que fue una ráfaga de aire.

Mierda, me voy a acostumbrar a mentirle.

Como nuestra habitación estaba muy alejada de las habitaciones de los demás, ya que como soy la hija adoptiva de Michael y él es director de esta Academia tenía su propia habitación en el 3 piso, nadie me vio lo que fue un gran punto a mi favor. Otro punto a favor era que eran las 9:30, nuestra hora de toque de queda.

Recé en silencio para que Michael no llegara ahora se sabe dios donde estaba y fui bajando con sigilo las escaleras poco a poco ya que era de noche no quería que me pillaran los profesores. Confieso que he salido muchas veces, para estar con Amma un rato en su habitación, pero eso es un secreto y no estaba haciendo nada malo ¿vale?

Como tonta que soy (mucho la verdad) acabe yendo a la habitación de un chico. No penséis mal, lo he hecho por dos razones.

1) Estaba pasando por aquí, y vi una sombra moverse en la esquina y del susto que me he metido he entrado.

2)Estaba la puerta abierta y la más cerca de mi posición.

Ya me estaba metiendo en líos.

Inspeccione el lugar, mirando el cuarto detenidamente. Las paredes eran blancas y había póster pegados por toda la pared casi todos eran bandas de rock o heavy metal. También había ropa desperdigada por el suelo y por la cama.

Dios, era el cuarto de un guarro.

La ventana estaba abierta, (no tiene terraza, solo yo tengo terraza) y entraba un frio por la ventana. Y yo claramente estaba muy abrigada (mentira estaba en pijama, Michael me cambió cuando me puse mala)

Espera un segundo.

¿Qué hago cotilleando una habitación que no es mía? ¿Por qué no me he ido todavía?

Creo que es por qué, el chaval que vivía aquí tenía una estantería con toda clase de libros, pero no de magia, sino libros de verdad los que leen los humanos.

Resumiendo, que había cogido uno y no paraba de leer y se me había olvidado todo me había sumergido en la historia y nadie podía sacarme de ella.

Pero como todos los momentos felices el mío se acabó por que escuche la puerta cerrarse mire hacia arriba y ahí estaba el dueño de la habitación.

Oh dios mío.

Tierra trágame.

¿Qué haces en mi habitación? - pregunto cuando me vio. Yo me quede congelada en el lugar. El chaval era alto, mediría un metro ochenta. Tenía el pelo corto y rizado, y su cuerpo estaba lleno de tatuajes y piercing. Pero eso no fue lo que me dejo congelada, sino su tez pálida como la de un muerto y dos dientes puntiagudos que le salían de la boca. Ah y otro detalle sin importancia, sus ojos eran rojos como el color de la sangre.

Y está enfadado, pero mucho.

Dios, que alguien me salve.

Mentiras oscuras ( Reedicion) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora