¿Por que vivir en este mundo de alas caídas?

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No soporto este panorama parece que todo se oscurece lentamente...

Es otro día de semana y debo hacer mi rutina aburrida, sonreír por supuesto está en ella... mis amigas están riendo, yo estoy a punto de abrir la puerta cuando logro escuchar que la conversación es sobre mí, me detengo y escucho esperando que nadie más llegue e interrumpa, esas chicas hablaban de lo idiota que me consideraban, que yo siempre estaba tonteando y tenían pena por mí. Después de escuchar lo suficiente para saber lo que ellas opinaban de mí, no pude evitar sonreír, era una sonrisa que tenía todos mis sentimientos de victoria ya que todos son tan hipócritas y yo ya lo sabía, de pronto sentí escalofríos, mi sonrisa o más bien la razón de ella me parecía normal conociéndome pero no entendía el porque me incomodo un poco el estar feliz por algo así, decidida a entrar esta vez pude notar que a mi lado estaba un chico de cabello negro y me miraba con enfado, seguramente el escucho todo, pensé.

—Buenos días— le dije por supuesto con mi habitual falsa sonrisa, la farsa comenzaba de nuevo pero este chico no dio respuesta solo continuaba regalándome su mirada de inconformidad, ¿qué le pasa a este chico acaso le debo algo?, pensé muy molesta pero lo oculte regalándole otra sonrisa.

—Te odio— soltó después de ese desesperante y largo silencio. Lo mire sorprendida.

—¿Por qué? — le pregunte mostrándome un poco preocupada aunque en realidad estaba molesta. ¿Porque estaba molesta? Pues en este mundo que creía tan simple y donde sabía que ya nada pudiese sorprenderme me acaban de sorprender y me molesto.... me molesto mucho.

El chico abrió bruscamente la puerta del salón y se dirigió a su asiento como si me hubiese ignorado por completo. Después de ello entre con mi habitual sonrisa y salude a mis amigas y a todos los presentes, ellas me miraron y se rieron conmigo aunque yo solo pensaba en lo hipócritas que todas eran, después llego Natsume y todas empezaron a hablar de sus pretendientes, el resto del día fue también muy molesto.

A la salida mis hipócritas amigas me invitaron al karaoke, siempre acepto pero el incidente de la mañana me dejo un mal sabor en la boca, hoy me repugna estar con ellas más de lo habitual, por lo que invente una excusa sobre que debía ayudar en una tienda, por supuesto no es verdad. Tan pronto ellas se fueron sentí una fuerte mirada en mí, me di cuenta era ese chico de nuevo lanzándome una mirada de asco.

"Ya enserio... ¿qué le hice?"  pensé disgustada pero le sonreí y el miro a la ventana cosa que me molesto mucho más. Pensé que mi apariencia los engañaba a todos entonces ¿Por qué alguien me odiaba? ¿A caso miro a través de mis mentiras...? Este pensamiento me asustaba más que el anterior. Tome mis cosas y por impulso salí corriendo de ahí.

Estando ya fuera de la escuela pensé tomar un desvió antes de ir a casa. Llegue a un parque muy lejos de la escuela, saque mi libro favorito, aquel que solo habla la verdad sobre este desagradable mundo y me senté en una banca para continuar la lectura donde me quede, estoy casi por terminarlo.

Habían pasado varios minutos pero estaba tan concentrada que no lo había notado, cuando de repente leo una frase que me llamo la atención.

"En este mundo de sufrimiento donde antes todos éramos ángeles hasta que nuestras alas se oscurecieron y poco a poco esas nuestras plumas se cayeron junto a nuestros sentimientos por lo que dejamos de ser ángeles y también humanos..."

Muy interesante pensamiento pensé que no podría estar más de acuerdo con este escritor pero de nuevo concuerdo con su pensamiento.

—Todos están aquí viviendo en este desagradable mundo creado por demonios— murmure sin darme cuenta. De repente apareció aquel chico de la mañana. Me asuste y caí al piso dejando mi libro en la banca.

"¿Me habrá escuchado?" pensé muy afligida. Este chico tomo mi libro y espantada me levante del piso casi inmediatamente.

Pude notar que al mirar mi libro una sonrisa que me dio escalofrió se dibujó en su rostro y comenzó a reír como loco, yo solo lo miraba sorprendida, estaba preocupada porque me haya descubierto. Reaccione y le regale una sonrisa de esas que solo yo puedo dibujarme en el rostro.

"Creerá en mi mentira" pensaba mientras sonreía con la sonrisa más falsa que jamás había hecho. Este chico me miro con desagrado.

—¿Cuan falsa puedes ser?— dijo sin ninguna emoción.

—¿Qué? — le dije como si no entendiese de que hablaba.

—Así que esta es la clase de libro que la chica más feliz del mundo lee— dijo con tono de burla.

—M-me lo presto una amiga— no se me ocurrió otra excusa.

—Si claro— dijo de forma incrédula.

—¿Por qué... me odias? Me gustaría saberlo tal vez pueda arreglarlo— busque el tono más inocente que encontré en mi cajón de mentiras.

—¿Arreglarlo? ¿Es enserio?... escucha, me das asco... de hecho esa aura tuya es la más asquerosamente falsa que me dan ganas de vomitar. ¿Te gustan las mentiras no?

—A nadie le gustan las mentiras— le sonreí, que pasa con este chico, pensé, me desagrada tanto. Solo quiero irme de aquí.

—Pues lo dice una mentirosa... yo odio las mentiras, por lo tanto te odio a ti.

—¿Qué quieres decir? ¿Insinúas que miento?

—Insinuar es poco, estoy seguro de ello...

—No sabes nada de mí y aun así me dices que soy una mentirosa ¿no es un poco descortés de tu parte?

—Es mejor ser descortés a ser un mentiroso— continuaba mirándome con enfado, parece que me odia de verdad.

—Si no te agrado entonces no me hables ¿crees que me importa tu opinión?, no sabes nada de mí no puedes solo decir que soy falsa— dije sin mirarlo— pero... en este mundo no puedes caerle bien a todos... que tonta fui— murmure, le arrebate mi libro y después de guardarlo comencé a correr.

Yo la chica que siempre sonreía acabo de tratar a alguien con palabras poco amables... solo quería probar que este mundo es tan simple que puedes engañar a todos pasando la verdad en sus caras, pero me equivoque... porque habré fallado en algún momento ¿para qué me descubrieran? no puedo continuar con esto... ¿o sí?

Después de todo me comporto como un ángel resplandeciente pero en realidad mis alas al igual que la de muchos cayeron hace tiempo... acabo de mostrarme como un demonio. Mi parte humana se ha ido pero como muchos que sin razón alguna seguimos viviendo en este lugar... continuare con mi farsa hasta donde llegue.

"Un mundo de alas caídas donde es imposible vivir, los humanos se engañan incluso a sí mismos y continúan viviendo sin razón alguna"

Después de leer esa parte comencé a reír, mis alas también han caído me dije a mi misma, creo que enloquecí... 

Mi falsa sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora