La mentira que mas ame

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Antes no odiaba tanto las mentiras aunque tampoco es que me agradaran.

Simplemente pensar que las mentiras son algo natural en las personas es demasiado conveniente, me desagradan las personas que mienten a pesar que fui un mentiroso también.

Y estoy de nuevo en la escuela mirando la ventana cuando esa chica de la falsa sonrisa estaba como siempre conversando con sus amigas, las pobres e ignorantes chicas incapaces de ver a través de las mentiras de su amiga. Pensaba esto mientras veía hacia la ventana cuando sentí que alguien me observaba, revise el salón utilizando el reflejo de todos en la ventana hasta que me di cuenta que era esa chica de la falsa sonrisa la que me estaba mirando. 

Así que todavía tiene miedo de que yo diga algo, este sentimiento... es satisfacción... de que sus mentiras la han llevado a no tener más una vida tranquila, eso me provoco un poco de arrogancia ya que yo tenía la razón, sonreí, pero después de un momento ella salió corriendo del salón de clases, enserio me tiene miedo o se volvió loca tal vez.

No le tome importancia pero tan pronto esa chica salió del salón sus amigas comenzaron a hablar de ella, de lo desagradable que les resultaba y cuando ella regreso comenzaban a preguntarle cosas como "¿estás bien?" "Si tienes algún problema cuéntanos ¿sí?" Son todos tan mentirosos... me molestan tanto. Ella no dio explicaciones solo se disculpó, el transcurso de la clase fue realmente aburrido, pero a la salida esas chicas invitaron a la de la falsa sonrisa a tomar un desvió a casa pero ella les rechazo quedándose con su desagradable sonrisa de mentirosa en el salón de clase, las chicas se fueron y yo también salí del salón me da igual la vida de todos estos mentirosos y me importa mucho menos la vida de la más mentirosa del salón.

Me dirigí a mi casillero para cambiar mis zapatos fue cuando escuche a esas chicas hablando mal de nuevo de la mentirosa por haberles rechazado. Diciendo puras tonterías.

—Es un dolor de cabeza ¿porque seguimos con ella? Ni siquiera acepta nuestra invitación.

—Debe ser porque últimamente la hacemos pagar todo ¿no?

—Ni siquiera es nuestra amiga ¿no? Solo la queremos porque es popular y la favorita de algunos maestros, además tal vez conseguimos novio cerca de ella ¿no? .Ya que ahora Natsume es vista mal por todos por sus mentiras.

—Solo porque asesinaron a sus padres no significa que tendremos consideración con ella ¿no? — al escuchar esto me sorprendí un poco.

—Da igual la verdad es que ya no la soporto...

—Entonces ¿por qué no la abandonan y ya?—dije ya cansado de escucharlas.

—¿Ah?... y tu ¿quién eres?

—Eso no importa pero deberían saber que si ustedes son así de falsas con los demás, no se sorprendan si descubren que también están siendo engañadas.

Todas me miraron con desagrado pero no me importo en lo absoluto, todas se fueron de la escuela y yo estaba por hacer lo mismo. Pero pensaba en lo que esas chicas habían dicho... quizá si exista una razón por la que esa chica siempre está sonriendo tan falsamente... pero de todas formas no quiero averiguarlo. Estaba a punto de salir de la escuela cuando recordé que había olvidado mi celular en el salón de clases así que un poco fastidiado ya que es culpa de esas chicas mentirosas me apresure a llegar al salón, pero fu entonces cuando escuche el llanto de alguien, abrí un poco la puerta del salón y era ella, la chica de la falsa sonrisa comenzó a hablar fue entonces cuando escuche:

— No... no puedo seguir fingiendo, no puedo— sollozo. No entendía que le pasaba y sus lágrimas ¿eran reales? o ¿eran también falsas?. Después de todo ya no había nadie a quien engañar, puede que sean reales.

La chica se levantó y a toda prisa salió corriendo del salón, yo entre y tome mi celular como si no hubiese visto nada me dirigí a salir del salón, pero note que esa chica había abandonado su libro; ese que no quería nadie descubriera que estaba leyendo. Estaba abierto y pude notar una interesante frase en esas páginas sobre los humanos, me gusta ese libro, recuerdo haberlo leído. Lo tome y lo guarde entre mis cosas la verdad es que si ella no lo quiere yo sí... la odio pero tiene buen gusto, se lo preguntare luego.

Salí del salón y camine hacia las gradas fue entonces cuando la vi... era la chica de la falsa sonrisa, estaba desmayada en medio del pasillo y no solo eso, estaba ardiendo en fiebre; una chica que odiaba necesitaba de mi ayuda, pero sus mentiras no me permitían ayudarle, si ella no fuese tan mentirosa seguramente no la odiara y le ayudara sin problemas... este problema me hizo recordar de mi pasado las mentiras y cuanto las odio... pero yo también fui un mentiroso ¿no? En ese entonces alguien me ayudo... pero... no creo que yo pueda ayudar a alguien de la misma manera...

Tras haber sido un mentiroso, no puedo evitar odiar una parte de mí que quiero cerrar con todas mis fuerzas, cada vez que digo como realmente me siento sin guardarme nada es como si curara todo lo que cause en el pasado, mentira tras mentira dejándolas en el olvido...
pero... no se pueden... no pueden ser olvidadas todas mis mentiras... siempre que exista alguien que las recuerde.

Yo no puedo olvidar mi pasado... ya que en el existe una mentira que lejos de odiarla, todo lo contrario, la ame. Suena un poco extraño que alguien como yo que odia las mentiras alguna vez haya amado alguna. Pero es la verdad, las cosas sucedieron de esta manera.
La mentira que más ame... fue la de creerme mis mentiras, creer que no sufría esa fue mi mejor mentira y quizá la que más me hace odiarlas. 

Mi falsa sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora