III

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Canción: Brave, Sara Bareilles.

Si comentan no me enojo, siempre alegran mis días. ♡
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Louis iba tarde y Harry era un manojo de nervios.

Había salido del piso de Zayn poco después de las ocho, mientras sus amigos seguían inconscientes y afortunadamente incapaces de hacer preguntas incómodas. Después de comprar algunos ingredientes frescos en la tienda orgánica de la esquina, se había puesto a trabajar. Ahora eran las nueve y diez, y todo estaba listo excepto el pan y los huevos. Tiró de donde el delantal estaba anudado en su nuca y fue a revisar que no hubiera olvidado nada cuando se sentó en la mesa de afuera en el balcón.

A pesar de haber estado esperándolo, el sonido del timbre lo hizo saltar. Correcto. Esto estaba sucediendo.

Hora de salir a escena.

El panel de la cámara de seguridad de la puerta mostraba a Louis mirando la calle, cambiando el peso de un pie a otro. Por un momento, Harry se quedó paralizado por la línea de su perfil –el cabello arremolinado sobre su frente, el claro corte de su nariz, una ligera barba incipiente y la curva de su delgado labio superior, el cual era compensado por un labio inferior más generoso. Jesús, era deslumbrante.

Ese no era el punto de este encuentro, sin embargo. Para nada. El comportamiento de Louis no había incitado ninguna ilusión por parte suya.

"Último piso." Habló por el transmisor antes de abrirle. Dejó la puerta abierta y fue a colocar el pan en la sartén, escuchando el sonido del movimiento en la escalera. La madera crujía a cada paso.

"¿Hola?" Llamó Louis cuando alcanzó la puerta.

"En la cocina." Respondió Harry. "Pasa."

Un segundo después, Louis asomó la cabeza en la habitación. Estaba descalzo, usando una camiseta de alguna banda y jeans ajustados, luciendo como si se hubiera escapado de una pasarela. Al principio, Harry se dio cuenta de que todavía traía el mandil, ese que Niall le había regalado y que proyectaba el cuerpo de una mujer en su pecho. Oh, Dios. Rápidamente se lo quitó.

El atisbo de diversión en los ojos de Louis dejó claro que lo había visto, sin embargo. Afortunadamente, no comentó nada. "¿Sin guardia?" Preguntó, acercándose. Y fue seguido por, "Espera, en verdad ibas en serio con lo del desayuno casero."

"¿Por qué no lo haría?" Usó su espátula para revisar las rebanadas de pan. Otro minuto en este lado para que pudiera voltearlas. "Y no estaba de humor. Para los detalles de seguridad, quiero decir. Johnson era mi escolta principal, y él debía estar a cargo hasta esta tarde, pero–tú sabes. Así que..." Evitando los ojos del otro, se agachó para asomarse al horno; las salchichas y el tocino relucían en aceite, el aroma flotando a través de la cocina.

"Ya veo." Dijo después de un momento de silencio.

Harry exhaló y miró sobre su hombro para darle una rápida sonrisa. "Gracias."

"Por nada." La mirada de Louis se paseó por el espacio, deteniéndose en la pizarra negra que contenía algunas listas de cosas-que-hacer y una lista de cosas que empacar para España, intercaladas con algunos dibujos de Zayn. Avanzando más cerca de la nevera, examinó las fotografías que Harry había puesto ahí, algunas capturas de cosas que habían llamado su atención. Su voz estaba ausente cuando preguntó, "¿Necesitas que te ayude con algo?"

Harry volteó el pan. "Está bien. Ya casi termino."

El silencio se instaló entre ellos mientras Harry preparaba los huevos, la hornilla de gas silbando suavemente, ruidos citadinos filtrándose por las ventanas abiertas. Era bastante posible que la sensación de ligera incomodidad se originara en su imaginación. Por su parte, Louis parecía contento de pasearse por la cocina, abiertamente curioso mientras examinaba esto y aquello. Sin pedir permiso para explorar, desapareció en la sala de estar adjunta. Harry debería haber esperado algo así; después de todo, Louis había ignorado las convenciones desde el momento en que se conocieron, a pesar de su familiaridad oficial con el protocolo. Era tan intrigante como frustrante.

Wear It Like A Crown | l.s. | spanish translationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora