El giratiempo

1.4K 55 5
                                    

Marzo, 1997

-¿Has visto esto?

Piper se agachó al ver un objeto en el suelo que brillaba. Estaba sucio, lleno de barro a causa de la lluvia pero todavía se podía ver qué era. Un mago, sin duda, lo hubiera adivinado, pero un muggle como eran Piper y su hermano mellizo Patrick no veían más que una larga cadena que sostenía un colgante. Era dorado y redondo, con una esfera dentro de otra y un reloj de arena diminuto en el centro.

-Será alguna antigüedad de alguna vieja a punto de palmarla- contestó su hermano-. Vamos Piper, o no llegaremos nunca- tenían que haber llegado al centro de la acampada que organizaba el campamento hacía diez minutos. Se habían perdido y se habían introducido en el bosque más de lo que deberían. No le había dicho nada a su hermana, pero Patrick no sabía cómo iban a salir de allí.

Pero Piper era más curiosa que su hermano y se quedó rezagada contemplando lo que acababa de encontrar.

-¡Piper!- la llamó Patrick resoplando.

-Como sea alguna joya súper valiosa que cueste una fortuna te vas a quedar sin ver ni un penique- replicó Piper.

-Oh, sí, qué miedo- bufó Patrick. Le arrebató a su hermana el colgante de las manos y le apartó el barro con los dedos.

-¡Cuidado que lo rompes!-gritó Piper saltando encima de su hermano e intentando alcanzarlo, inútilmente.

-Tampoco perderías nada, al fin y al cabo te lo acabas de encontrar en el suelo...- dijo Patrick y movió el reloj de arena con el índice.

Activaron el giratiempo sin saberlo.


Hermione rebuscó en su bolso en lo que Ron apagaba la radio tras escuchar un nuevo programa de "Pottervigilancia". Aquel dichoso encantamiento de extensión indetectable era sumamente útil para guardar todos los libros que necesitaban en aquel diminuto bolsito de cuentas, pero era casi imposible encontrar objetos diminutos, como por ejemplo el giratiempo. ¿Dónde estaría? No podía andar demasiado lejos.

Sacó del bolsito algunos libros, Historia de Hogwarts, El Silabario del Hechicero, Los Cuentos de Beedle el Bardo... Pero no había manera de encontrar el dichoso giratiempo.

-¿Se puede saber qué estás haciendo, Hermione? – Le preguntó Ron mientras guardaba la radio y sacaba la varita y se preparaba para hacer su turno de vigilancia-. ¿Quieres que nos pongamos a estudiar ahora?

-No lo encuentro...- murmuró la chica.

-¿Qué es lo que no encuentras exactamente?- preguntó Harry.

-¡El giratiempo!- chilló Hermione. Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

Sus amigos se la quedaron mirando. Ron fue el primero en reaccionar:

-¿Ese cachivache que tenías en tercero para dar clases como una posesa incluso cuando eran a la misma hora?

-¿El mismo con el que ayudamos a Sirius a escapar de los dementores e impedimos que le cortaran la cabeza a Buckbeak?

-¡Sí, sí, sí! ¡Ese mismo!- Hermione ya le había dado la vuelta al bolso y lo sacudía como una loca con la esperanza de que se hubiera enganchado a algún hilo del bolsito.

-¡Se suponía que lo habías devuelto!- gritó Harry, sorprendido del secreto que había guardado su amiga durante los últimos cuatro años.

-¡Lo sé, lo sé, Harry! Pero...- Hermione suspiró, pensativa-. Juro que fui al despacho de McGonagall aquel día para entregarlo pero... antes de llamar a la puerta pensé que tal vez nos sería útil en el futuro... en la batalla con Quién-vosotros-sabéis, por ejemplo.

-¡Accio giratiempo!- gritó Harry, pero nada sucedió-. ¡No, no! ¡Accio giratiempo!

Hermione palideció.

-¿Cuándo lo viste por última vez?- preguntó Ron.

-No lo sé... no lo recuerdo... De hecho no recuerdo haberlo sacado en todo lo que llevamos de viaje pero hoy no sé por qué se me ocurrió comprobar que estaba a salvo...

-Vamos, que lo mismo se te pudo haber perdido en la boda de Bill y Fleur que en Godric's Hollow.

-Se debe de haber enganchado a algo cuando sacaba otra cosa...

-No os pongáis así, tampoco has matado a nadie, Hermione- la tranquilizó Ron.

-Oh, no, claro, no ha matado a nadie- ironizó Harry-. Pero piensa en todos los que sí pueden morir como Voldemort se haga con el giratiempo y se le ocurra darle uso...

-¡¡No, Harry!!

-¡Ese nombre es tabú!- bramó Ron.

Para cuando se levantaron ya se había oído un crac fuera de la tienda de campaña.

-Shh... no digáis nada...- murmuró Hermione mientras hacía encantamientos protectores no verbales.

-¡Salid de ahí con las manos arriba!

Magos&MugglesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora