Magos&Muggles

Elfo traidor

-¡Maldito elfo traicionero!- exclamó Ron escurriéndose la camiseta tras haber caído al lago.

Pero Harry estaba más ocupado como para escuchar lo que le estaba diciendo Ron. Sentía cómo le ardía la cicatriz.

-¿Harry?

-¿Harry te encuentras bien?

Cuando la moto no podía seguir por el terreno rocoso de la montaña, Patrick y Piper se bajaron del vehículo de dos ruedas para empezar a correr.

-¿Crees que los vamos a coger?- preguntó Piper.

-El dragón sigue por ahí- señaló Patrick a lo lejos. Aún se podía ver como avanzaba por los aires. Lo que los dos desconocían era que el trío de oro se habían tirado en cuanto sobrevolaron un lago.

-¿Estás seguro?- preguntó Hermione.

-¡Lo he visto! Hay un horrocrux en Hogwarts. La diadema. ¡Está en Hogwarts! ¡Tenemos que ir allí!

Ron y Hermione se miraron.

-Confiad en mí. He entrado en su mente. Está furioso porque sabe que perseguimos los horrocruxes y ahora va a asegurarse por sí mismo de que están protegidos... ¡No podemos perder más el tiempo!

Hermione asintió.

-Está bien, Harry. Si tú lo dices- Harry cogió la ropa que Hermione le tendía para ponerse seco-. Pero dame sólo un minuto.

-¿Qué vas a hacer?- le preguntó Ron.

-Ya lo verás- murmuró Hermione-. Accio giratiempo.

Piper se sobresaltó cuando notó que algo se movía en el interior de su cazadora de cuero. Se le había olvidado sacarlo del bolsillo oculto de la chaqueta, y ahora que se la había puesto de nuevo antes de subirse a la moto lo sentía moverse dentro del bolsillo. Abrió los ojos como platos.

-¿Te encuentras bien?- le preguntó su hermano.

Cuanto más tiempo pasaba dentro de su abrigo, más fuerte la golpeaba, hasta que llegó un punto en el que no pudo esperar más y se metió la mano en el bolsillo secreto, liberando y mostrándole a su hermano el giratiempo que no había destruido.

-¡Piper!- exclamó-. ¿No te habías deshecho de él?

-Siempre habrá tiempo para eso- musitó Piper-. Pero ahora nos está llevando a alguna parte.

-¿Y te fías?

-¡Venga ya, Patrick!

-No lo entiendo... debería funcionar- se desesperó Hermione.

-Igual lo ha atropellado algún coche, Hermione- sugirió Harry.

-¿Escuchas las voces?- preguntó Piper.

-Son paranoias tuyas. Volvamos.

-¿Qué pasa? ¿Podemos perseguir a un dragón pero no a donde nos guíe el giratiempo?

-¡El otro Patrick dijo que teníamos que deshacernos de él!

-Patrick, Patrick y siempre Patrick. Si lo hubiese dicho mi otro yo igual no estabas tan de acuerdo.

-¡No seas tonta!

-Haz lo que quieras, yo voy a seguir esta cosa.

Piper cruzó un matorral y vio ante ella tres jóvenes, una chica y dos chicos. Calados y en proceso de cambiarse. La joven llevaba un palo de madera en la mano, como el loco chiflado pelirrojo del otro día.

-¡Mi giratiempo!