No mentiré diciendo que el saber que mis compañeros se habían perdido buscando la casa de la familia Lee me había causado más gracia que aflicción. En cierta forma era un poco irónico, ya que, supuestamente, todos éramos algo así como genios, la mayoría graduados con honores.
Y al final tanta inteligencia no había servido para nada. Eso demostraba que lo aprendido en el colegio no siempre funcionaba en el mundo real.
El señor Lee, Woo Hyun, Dong Woo y yo habíamos tenido que ir a buscarles; si bien la actitud del padre de Soo Min era amable no podía fiarme por completo de él. Ya no. No era como si pudiera olvidar tan fácilmente lo que le había hecho a mi prometida. Añadiendo que tras presenciar aquella desagradable escena no había dejado de preguntarme si no sería la primera vez. Si observaba a Soo Min con atención era fácil descubrir ese deje asustado en su mirada y en su actuar, un comportamiento típico de una niña maltratada. Y era fácil notar los mismos síntomas en Sung Kyu, pese a su antipatía.
Y pensar en ello me hacia hervir la sangre, recurriendo a todo mi autocontrol para no saltar sobre su padre.
Éramos treinta y ocho personas en mi clase, pero dada la dificultad para llegar se habían organizado en tres grupos. Siendo este apenas el primero en llegar.
Y posiblemente el peor de todos. Chin Mae venía a la cabeza, exhibiendo (como siempre) sus largas piernas con una mini falda.
Woo Hyun no tuvo reparo alguno en mirarla descaradamente, cosa que a ella pareció no molestarle.
Yo me limité a saludarla secamente.
Había insistido mucho para que saliese con ella, sólo dejándome en paz cuando le hablé de Soo Min y mi boda. Aunque, como la mayoría, lo había aceptado con escepticismo. Nadie me había visto nunca con una chica. Nadie había visto nunca a Soo Min. Y de hecho jamás salí con ninguna mujer. Podía sonar idealista y estúpido, pero mi vida entera giraba en torno a Soo Min desde que la viese por primera vez en aquella obra de teatro donde los dos éramos los protagonistas, si bien demasiado jóvenes para un romance. Y por ello había esperado pacientemente hasta tener que ofrecerle, hasta graduarme del colegio, soportando incluso rumores sobre mi sexualidad.Volvimos a la casa de los Lee, mis compañeros por completo maravillados, soltando cumplidos a diestra y siniestra, los cuales el señor Lee agradecía con un movimiento de cabeza, aunque sin hablar en realidad.
Íbamos en dos camionetas blancas, una la conducía el señor Lee, la otra uno de los criados. Y aún así apenas cabíamos todos, pero ninguno de ellos llevaba coche propio, habiendo tomado todos el autobús. Íbamos bastante justos, con Chin Mae demasiado cerca de mí, aún si no mostró ningún comportamiento del pasado. Esperaba que finalmente se hubiese resignado. Recordaba lo insistente y manipuladora que podía llegar a ser.
Me despedí brevemente de ellos apenas y bajamos de los vehículos. Sólo habían sido un par de horas, pero ya extrañaba a Soo Min, así que me apresuré a entrar en la casa a buscarla, dejando que el señor Lee y mis amigos se hicieran cargo de mis invitados. De todas formas tenía que ir por ella para presentárselos.
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Gemelos
FanfictionCuando la familia Lee está a punto de irse a la quiebra un matrimonio obligado entre su única hija, Soo Min; y el heredero de los Kim, Myung Soo, parece la única solución. Sin embargo unos días antes de la esperada unión la joven desaparece... Pero...