Capítulo 10: Aquí estuvo Astrid Jefferson

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Canción para este capítulo: New York-Snow Paltrow


Me encuentro sentada de frente al lago observando como las hojas caen y flotan sobre el agua delicadamente. Se respira tanta tranquilidad en este sitio... todo lo contrario a la realidad. Me como el último trozo de conejo y me pongo en pie suspirando. Me muerdo el labio y me abrazo a mi misma. Cole se ha levantado y no me ha saludado, simplemente se ha marchado hacia la motocicleta para comprobar que ayer yo no me cargara nada con mi increíble capacidad de conducción.

    Quiero hacer algo diferente. Así que por un instante me permito recuperar mi inocencia. Cojo mi cuchillo y en un lugar un poco escondido a la vista tallo delicadamente, de manera que a duras penas se vea:

    "Aquí estuvo Astrid Jefferson. Si eres un humano, no pierdas la esperanza; si eres un Visitante, yo misma te la quitaré".

    Suelto una carcajada y me alejo unos pasos del muro. Mi espalda impacta contra algo duro. El pecho de Cole. Él mira atento mi frase y sonríe para después tomar el cuchillo de mis manos y grabar también un mensaje.

    "Aquí estuvo Cole. Si eres humano, hazle caso; si eres un Visitante... lo llevas claro, compañero"

    Los dos reímos y nos miramos a los ojos. Esos ojos verdes que me intimidan pero que también me apoyan, aunque no quiera reconocerlo. Esos ojos verdes que cada día me gustan más.

    Borro mi sonrisa al instante.

    Esos ojos verdes iguales a aquellos que han destruido el planeta.

    ––¿En qué piensas? ––pregunta. Sus labios se han convertido en una fina línea recta.

    ––En mis padres. ––miento. Él asiente no muy convencido.––¿Y tú?

    Cole suspira sonoramente.

    ––En nada. ––responde secamente apartando la vista al agua.

    ––Oh vamos, no puedes tener la mente en blanco. ––digo tratando de eliminar la tensión que ha aparecido entre nosotros.

    ––Estaba pensando en hacer una locura. ––confiesa soltando una risita.

    Frunzo el ceño.

    ––¿Qué clase de locura? ––trato de sonar insegura pero no puedo reprimir una sonrisa.

    Vuelve a mirarme y por un momento, por un instante, quiero que esto no acabe. El Sol saliendo, nosotros hablando como si nos conociéramos de toda la vida, en un lugar bonito en el que se respira paz.

    Pero esa no es la realidad. La realidad es que somos enemigos, él me odia y yo le odio. Solo estamos aquí de pasada y en cuanto recupere a mis padres no nos volveremos a ver jamás. Así debe ser y así será.

    Simplemente nos quedamos así. Los dos con los labios entreabiertos y la vista conectada. Yo esperando a que me responda y él pensando en algo que no consigo descifrar.

    Su expresión por un segundo se ve vulnerable: con un gesto de incredulidad y negando levemente con la cabeza. Se inclina levemente, quedando nuestros rostros a la misma altura y peligrosamente cerca. Nuestras narices se rozan y una de sus manos se dirige a mi mejilla, acariciándola.

    Y puedo asegurar que aún habiendo luchado contra Visitantes, habiendo perdido a todos los que me importan y habiendo pasado todo lo que he pasado, jamás había estado tan nerviosa. Mi cerebro me grita que le aparte pero mi corazón moribundo me dice que no haga nada, que me deje llevar.

    Sin embargo, se perfectamente que actualmente, si se quiere sobrevivir, es necesario pensar con la cabeza y aparcar las emociones... sino, estás muerto.

    Además, no siento nada por él. Mi corazón está confundido porque las suyas son las primeras muestras de cariño que recibo en años. Nada más.

    Coloco una mano en su pecho haciendo un poco de fuerza para apartarle. Siento como se tensa y se aleja unos pasos. Echo en falta su cercanía aunque no quiera reconocerlo.

    Expulso el aire que no sabía que estaba conteniendo cuando le veo asentir como si se hubiese confirmado algo a sí mismo y recuperar la compostura. Hace un gesto con la cabeza, indicándome que lo siga.

Caminamos en completo silencio hasta la moto y subimos. Coloco mis manos en el asiento y nos ponemos en marcha.


Corto pero inteso, ¿eh?

Astrid no es una chica tan fácil. Cuando empecé el libro quería que fuera una de sus características: No caer tan rápido en las redes del protagonista masculino, que se haga desear :)
Espero que os haya gustado :3

Lau.

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