Quisiera estar|Michael|

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Edité la foto miles de veces, ninguna quedaba como quería y ya estaba comenzando a cansarme.

Hasta que en mi último intento, la foto quedó como quería. Muchos Mike levantando su mano, reí fuertemente sin poder evitarlo y corrí gradas a bajo levantando mi móvil con la sonrisa más grande que en mi vida tuve.

"¿A qué se debe tu felicidad?" Preguntó curiosa mi hermana mirándome alzando una ceja desde el sofá. Le mostré mi móvil y ella se puso roja de la risa. Lo sé. Muy exagerada.

Abrí la puerta de mi casa, y llegué al cordón de la calle. Miré hacia los lados y esperé a que un par de autos pasaran, y al estar la calle completamente despejada corrí hacia la casa de enfrente.

Donde Mikey y Calum se estaban quedando mientras Luke se iba con su familia por un mes y Ash llevaba a Disney a sus hermanos.

Entré con mis llaves y corrí por toda la casa hasta llegar a las gradas, donde subí de dos en dos y al llegar arriba, recorrí con paso apresurado el pasillo y llegué a la tercera puerta; la habitación de mi mejor amigo.

Entré sin tocar (como casi siempre) y al no ver a Mike en su cama fruncí el ceño. Pero luego lo vi saliendo del baño con unas ojeras impresionantes. Miré aturdida como se dejaba caer en la cama sin percatarse de mi presencia y luego sentí unos sollozos.

Mi corazón se rompió en mil pedasos y sin esperar más correteé hacia su cama, sentándome sobre su espalda diciendo en pequeños susurros "Mikey."

El sacó su cabeza de entre las colchas, pero no giró su cabeza para verme, solo pronunció: "¿Qué haces aquí?" intentando que su voz sonara normal, pero falló terriblemente.

"No importa. ¿Qué anda mal?" Mi voz -raramente- fue dulce. Volvió a enterrar su cara en la colcha y no se quejó que una morsa como yo estuviese en su espalda.

"Nada.." Intentó otra vez, pero falló terriblemente. Acaricié su bello cabello y deje mi móvil en la mesita de luz inclinádome aún sobre Mike.

"Puedes confiar en mi..." Me estiré sobre su espalda quedando pegados, y esa situación me encantó, el me encanta.

Yo con mi pecho sobre su espalda, acariciando su cabello. Todo tan perfecto.

"K..."Susurró Mike volviendo a sollozar, preocupándome.

"¿Qué bebé?" Susurré en su oído acercando aún más mi cara a su lado.

"Me estas aplastando mi cosa." Su voz sonó ahogada y el rubor en mis mejillas no se hizo esperar.
Me dejé caer a un lado de su cama, quedando del lado de la pared.

" Lo siento..." Mi voz sonó débil y vergonzosa. El soltó una risita sin poder evitarlo y siguió descansando su cara en la cama.

"¿A qué has venido?" Su voz ronca un poco forzada y amortiguada por el colchón me indicó que dejó de llorar. O al menos eso intenta.

"No importa eso ahora Mikey." Lo regañé un poco y comencé a acariciar su cabello -ahora- azul.

Al no recibir respuesta no volví a insistir ni tampoco me movi de mi lugar. Quisiera estar a su lado toda mi vida. Pero él es famoso. Y lo veo cada dos o tres meses.

" Una chica..." Pronunció, con voz ronca. ¿Oyen eso? Es mi corazón rompiéndose en pedazos porque una chica, que no soy yo, ha enamorado a Mike hasta tal punto de hacerlo llorar.

Reprimí mis ganas de llorar mientras mordía mis labios para no soltar una maldición o un sollozo "Oh.. ¿Quién?" Intenté que mi voz no sonara quebrada. Pero tengo tanta mala suerte que al parecer Mike captó mi tono de voz y al final me miró.

Rompiendo aún más mi corazón. Sus ojos rojos de tanto llorar, las bolsas bajo sus ojos, su nariz toda roja, su cabello alborotado con algunas gotas de agua por su reciente baño.

Igualmente no respondió a mi pregunta. ¿Quién sería esa chica?. Pero él solo se me quedó mirando, con dolor, preocupación e intriga en sus ojos. Inquietándome aún más que antes.

Torció su gesto en uno serio, maldita sea, ¿Qué he hecho? ¿Se habrá dado cuenta que me gusta? ¿Tan evidente soy? Mierda y más mierda.

"¿Estás llorando?" Su voz no tiene ni una gota de burla, es completamente seria, no llegando a ser fría.

"N-no." Tartamudeé como una idiota. Maldita lengua y mente y maldito Mike por ponerme nerviosa como ahora.

"¿Qué sucede? ¿Es por Luke?" Por alguna extraña razón el cree que estoy enamorada de Luke. Pero no me llevo del todo bien con Luke. El es muy frío y serio. Maduro, sería la palabra correcta.

"Claro que no." Exploté arrodillándome frente a él en el colchón.

"Maldita sea. Claro que no es por él. ¿Qué no te das cuenta? Estoy enamorada de ti, idiota. Con tus bromas tontas, tus burlas, tus idioteces, tus muecas que asustan, tu peso, tu cabello, tus ojos, tu nariz, tus labios. ¡Todo! No me digas que no te diste cuenta porque eso sería lo mas absurdo que has dicho." A estas alturas de mi discurso ya estaba abriendo la puerta de su cuarto.

Mientras él me miraba aturdido desde su cama. Cómo no. Claramente a él no le parezco ni bonita. Diablos, perdí mi dignidad por un idiota que no me correspondió. Que bajo he caído.

Esperé unos segundos con un pie fuera y otro dentro, esperando una reacción, negativa o positiva, cualquiera que sea. Pero nada pasó, el siguió en shock.

Maldita sea. Yo y mi estúpida bocota. Bajé las gradas corriendo, y a punto de salir un brazo me detiene.

Me giro esperanzada de encontrar a Mike. Pero solo es Calum, con una mirada confundida y triste a la vez. No lo dudé e intenté salir corriendo de allí, pero Cal es más fuerte y cerró la puerta con un dedo.

"No te vayas. Haya lo que haya pasado él tiene sus explicaciones." Se excusó, pero solo lo miré inexpresiva un momento y me lancé a sus brazos.

Me correspondió, envolviéndome entre sus brazos musculosos, aportándome todo su afecto y comprensión. Lloré en su hombro unos minutos, hasta que unos pasos apresurados hicieron eco en las escaleras.

Nos separamos tranquilamente, encontrándonos a un Mikey con una ropa cualquiera que no combinaba y unos zapatos distintos, con su cabello revuelto.
No pude evitar reír bajo mi aliento por lo gracioso que se veía. El me miraba serio y de brazos cruzados, sin importarle la presencia de su amigo en la sala. Solo yo. Y eso me encantó.

Calum disimuladamente salió de la sala y yo me quedé ahí parada como tonta sin saber qué hacer. Mikey no dudó ni un segundo y corrió hacia mi, abriendo sus brazos en grande y envolviéndome en un perfecto abrazo.

Despegando mis pies del suelo, haciéndome envolver mis piernas en su cintura, mientras lo abrazaba del cuello para no caer. "Te amo." Oí decir contra mi cabello y la curva de mi cuello.

"Yo mas." Le susurré al oído, haciéndolo quedar de piedra. Poniéndome nerviosa.

"Diablos, ven aquí." Me tomó del cuello y acercó su rostro al mio. Uniendo nuestros labios en un beso. De reconciliación. De perfección. De mejores amigos enamorados.

Pero la imágen de Mike destrozado vuelve a mi mente y me separo de él, dejándole confundido. "Tu tienes a alguien, yo..."Intenté excusarme y el rió mirándome a los ojos

"Siempre has sido tu, la única." Y volvió a besarme con el mismo amor que siempre tuvimos.

*editado*

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