Cuando despierto, lo primero que veo es a Beatriz, quien ya se encuentra vestida, peinada, y leyendo un libro que al parecer es interesante, pues le presta mucha atención.
Estiro los brazo fuera de las cobijas, y ella se da cuenta de que estoy despierta.
— ¡Hola bella durmiente! — Me dice con alegría. — tienes treinta minutos y contando, para prepararte, debemos ir a la cafetería por el desayuno, no querrás comenzar el primer día con el estómago vacío.
— Pero, ¿qué hora es?.
Mira su móvil y me lo enseña.
— ¿Las siete menos cuarto?.
— Sip.
— Rayos.
— Es mejor que te apures, debemos desayunar a las siete y cuarto.
— Bien, ya voy... — Me levanto de la cama, cojo un vestido azul, mi ropa interior, y me voy al baño para ducharme, donde me tomo un poco de tiempo.
Al terminar, ya estoy vestida, y lista para irnos, meto mis libros en la mochila, y veo en mi móvil la hora.
Faltan diez minutos para el desayuno.
— ¡Vámonos tía!, que la cafetería esta un poco lejos — Me dice Bea.
— Vale, ya casi estoy, solo deja me pongo las lentillas. — Le contesto.
— A mi me parece que te ves linda con las gafas.
— Gracias, pero aún así usaré las lentillas.
Cuando termino el ritual de colocación, meto mis gafas en la mochila, abro la puerta, y tras un último vistazo en el espejo, nos vamos, pero antes, pasamos por Laura, y Ana a su habitación.
Una vez en la cafetería, cojo una de las bandejas, y en ella pongo un plato de frutas, seis tortitas, sirope de chocolate, y nata montada, toda una delicia, a continuación, sigo a Beatriz hasta la mesa en la que se sientan siempre ella, y su amigos.
— Tía, este lugar es lo mejor. — Se nota que está emocionada.
— ¿Por qué lo dices?. — Respondo.
— Está unida a la de los populares. — Habla Ana.
— Oh, ya veo... — Le contesto, y trato de sonar indiferente.
En nuestra mesa, está Beatriz, Ana, Laura, Carlos, David, y Andrés, que está frente a mí; de pronto, observo como llegan uno a uno los jugadores de fútbol, rodeados de algunas chicas, y algo en mi interior, me dice que también va a venir Lucas.
Y no me equivoco.
Veo como se acerca, y me doy cuenta de que solo queda un sitio libre en lo que sería la mesa de los populares, y ese sitio, está justo a mi lado.
— Hola nena — Me dice sentándose.
— Hola — Le digo sin mirarlo.
— ¿Te vas a comer todo eso, nena? — Señala con la vista mi plato lleno de tortitas.
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no soy tu nena #NDAWARDS2016
Fiksi RemajaCristina, desde que empezó su primer año de instituto, no fue la chica más popular de todas, sino todo lo contrario, "una empollona", como la llamaban sus compañeros; pero la verdad, eso nunca la perjudicó, al contrario, la ayudó a ser como es y a v...