Me diste una esperanza, y la convertí en amor; luego dices que la que se equivocó soy yo.
Elegiste dueña pero no fui yo, ella no quizo conpartirte más; ella así me quizo matar, dile que lo intente mejor que soy superior a ella.
A mi lado no estas, pero algo me recordarás; porque llena de ti estoy, mi cuerpo, alma y mente te pertenece.
Príncipe, mi mente ahora esta en ti, por eso te escribo con este mal sabor; el de un amor, irreal que un día no existió.
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¿Jugamos?
Puisi¿Jugamos?...Las piezas están colocadas, la partida a de empezar y tú dime quieres perder o ganar. En los juegos del azar sólo hay una oportunidad.