Rojo era el color de tu camisa de cuadros, esa que tanto me gustaba.
Recuerdo la primera vez que hablamos. Tu llevabas tu camisa de cuadros roja y yo te pregunte si el sitio de al lado tuyo estaba libre. Tu me respondiste que si y hoy en día sigue siendo mi sitio.
Me obsesione con tu camisa Luke, ahora tengo tres.
Recuerdo cuanto me gustaba ponérmela cuando me quedaba a dormir en tu casa, tu decías que me quedaba demasiado bien, de ahí a que siempre acabara con numerosas marcas rojas en mi cuello.
¿Quién hace las marcas rojas en mi cuello ahora, Luke?