Blanco es el color de la desesperación que siento en mi interior.
Era blanca las camisetas que usabas siempre para estar por casa y que yo siempre te decía que las usarás para salir porque te quedaban demasiado bien.
Blancas eran las flores que llevé a tu tumba el otro día, y deseé estar ahí contigo.
Blancas son las pastillas que tengo guardadas en mi habitación.
Blanca fue la habitación en la que me ingresaron.
Blancas fueron de nuevo las pastillas que escondí debajo tu camiseta blanca que me llevé al hospital.
Perdóname Luke, pero no pude seguir con esto.