Seduciendo a mi Mate

Austin

Estaba en mi casa cuando recibí una llamada de mi beta Nathan , eran como las 8 de la noche, le pregunte que pasaba y me dijo Alfa venga a esta dirección por favor es urgente.
El no me hubiera llamado si no hubiera en verdad algo importante , así que me dirigí allí lo mas rápido que pude.

Cuando llegue el me esperaba a las afueras de un motel y me miraba con pena, pude imaginarmelo rápido .... Emma..
Se estaba revolcando con en pendejo en alguna habitación de aquel maldito motel.
Me llene de furia y agarre al recepcionista de las solapas de su camisa y le grite que me dijiera en que habitación se encontraba esa puta , tembloroso me contesto en cual estaba y corrí a ese maldito cuchitril(cuarto), la encontré encima de aquel pendejo gimiendo a todo volunen , cuando me vio, pego un salto y su mirada cambio a una de terror.
Agarre a ese estúpido y se lo avente a mi beta el se encargaría de el y yo me dedicaría a Emma , la abofetíe y la agarre de las greñas la acerque a mi rostro y la maldije lo mas que pude, ella lloraba y pedía mi perdón sabia que un engaño a si la llevaría solo a un destino Su muerte.

Austin- creías que no me iba a dar cuenta estúpida zorra?

Emma- perdoname por favor fui débil me deje llevar..."por favor ten piedad de mi".

Austin- largate estupida , jamas te quiero volver a ver , sal de mis dominios y no vuelvas o te arrancaré la cabeza..entendiste?.

Emma- si claro..juro que jamas volveré.

Y sin decir nada la puta se fue, caí devastado, herido en mi orguyo , que pensarían de mi los demás miembros de mi manada si supieran que una mujer me vio la cara y me cambio por un simple humano,.
Cuando salí de aquel lugar , vi a Nathan ... Solo confirmo con su cabeza que ya estaba hecho todo, los mato a los dos el era el mas fiel de mis amigos por eso le di el cargo de beta.

Ese día Nathan me juro que nadie sabría de ese penoso asunto y seguí llevando mi vida loca incluso mas de lo que ya era pero ahora no tomaba a las mujeres en serio y jamas quería conocer a mi luna. Pensaba en lo débil que se volvía los hombres al encontrar su mate. Y así han pasado el tiempo y yo me he vuelto lo que soy un jugador.