Cuando escuché esa frase...esa frase que escuché noche tras noche, para quebrar en llanto hasta quedarme dormida y al otro, fingir que nada pasaba. ¿Ellos? El motivo por el cual sigo viva.
Me hundo en los brazos de James mientras él me acaricia el cabello.
-Ya princesa, todo estará bien, tranquila-.
-No...no estará bien, no si sigo así- dije susurrando mirando a un punto del suelo-.
-¿Qué no estará bien princesa?- princesa...como amo que me digan así, pero lo que dije...¿lo dije en voz alta? Estúpida mente, más bien, yo soy la estúpida.
Estaba tan concentrada en mis pensamientos, que los chicos estaban agitando sus manos frente a mi cara.
- Hey princesa, ¿estas bien?- me dijo Carlos tranquilamente.
-Si...- dije con una sonrisa rota- chicos, lo lamento, pero ya debo irme. Es muy tarde y mis pad...digo, mi madre me esta esperando-.
-Yo te llevo- dijo James en un tono autoritario-.
-No James no es nece...-.
-Claro que es necesario- me dijo interrumpiéndome- y te avisé, no te pregunte-.
Yo solo agaché la cabeza y empezé a despedirme de todos.
-Gracias chicos, que haría yo sin ustedes-.
-No pequeña, gracias a ti, por cumplir nuestro sueño realidad-. Luego siento mis mejillas enrojecer cuando James se acerca a mi oído, con su aliento, se me eriza la piel y por eso no tolero que me hablen o se acerquen a esa zona.
-¿Nos vamos?-.
-Si- dije apenas articulando palabra.
Me toma de la mano y me guía hacia su auto, pero... ¡Ohh no!, ¿me dejara en mi casa? No puedo, ¿y si insiste en pasar? O ¿como le responderé a mi mamá? O a el otro señor ¿porque mi vida tiene que ser tan complicada?
