Una mirada, una sonrisa y ambas manos se juntaron, primero tímidas, nerviosas, afirmando después el agarre, con el miedo latente de que, al soltarse el otro desapareciera.
No estaban muy perdidos después de todo.
El aire golpeaba sus cuerpos y estaba helado, era el último día del año y estaban por presenciar el amanecer juntos, aquello que siempre quisieron hacer, pero que no pudieron.
Ambos cerraron los ojos y evitaron pensar en lo que sucedería, en que al día siguiente no se tendrían el uno al otro. Tenían sueño, pero no querían dormir, no querían desaprovechar el último momento que tendrían juntos.
Jongwoon sintió que una lágrima resbalaba por su mejilla hasta sobrepasar su mandíbula y caer en la terraza donde estaban sentados. Su respiración fue temblorosa, aguantando las ganas de deshacerse en el llanto, antes de mirar al hombre que tenía a un lado suyo, abrazándole con tanta fuerza, tan de repente, que el otro, que también moría por soltarse a llorar, optó por devolver ese abrazo con la misma intensidad, lamentándose de que no se volverían a ver en la vida.
Así aprovecharon el tiempo que les quedaba juntos, llorando abrazados, consolándose mutuamente, deseando huir lejos, lamentablemente no era posible.
—Debo irme.
El otro habló, en voz bajita, tenía miedo, demasiado miedo. Yesung se rehusó a soltarle, ya había amanecido y HyukJae debía partir.
—No...no puedes.
—Vendrán por mí, Hyung... lo sabes, no podemos posponer esto por siempre y no quiero que lo veas.
—¡No! ¡No puedes! No... no me dejes.
HyukJae sentía cómo un nudo se formaba en su garganta, no le gustaba ver llorar al mayor, nunca le gustó. Y el verle en ese estado le lastimaba demasiado.
—Hyung... sabes que no se puede, debo irme.
Sonrió, tomando el rostro del mayor entre sus manos para dejar un beso corto y bastante casto en sus labios, demostrando ternura, antes de obligarle a soltarle y levantarse, mirando las alturas.
—Es por tu bien, el de todos.
Habló, estaba resignado. Amplió su sonrisa, dándole una imagen feliz a Jongwoon, quería que le recordara con una sonrisa en su rostro.
—Te amo, siempre te amé, y te amaré.
Y se fue, HyukJae se fue y desapareció de aquella terraza, dejándolo con esas últimas palabras resonando en su mente. Entonces recordó que él no le había dicho que le amaba.
Así que se levantó, secando sus lágrimas, saliendo por donde se había ido el menor, buscándolo con la mirada, bajando hasta el último piso de ese edificio.
Su corazón palpitaba con fuerza dentro de su caja torácica, a tal punto de hacerle pensar que se saldría de su pecho.
Por otro lado, HyukJae, que ya llevaba ventaja de camino, se acercó a aquellos hombres, justo en el callejón donde había sido citado, estaba resignado y parecía ya muerto en vida. Pensó que no era el lugar más bonito para morir, pero que no podía pedir mucho a esas personas.
Se quedó de pie justo a la entrada del callejón, al menos le quedaba de consuelo que sería algo rápido.
—¡No!
Escuchó en cuanto el arma le apuntó, miró hacia su izquierda donde Jongwoon corría hacia donde estaba él. Entonces lo sintió, sintió aquella bala atravesar de un lado a otro su cuerpo, dando justo sobre su corazón. Jadeó, sintiendo cómo perdía el equilibrio y caía como saco de papas en el piso, manchando el mismo con su sangre, antes de toser.
Sintió sus ojos aguarse, el mayor había visto, él no quería que le viera morir, por eso le había dejado ahí.
Era un tonto, uno muy grande.
—Hyuk...HyukJae... no. Te amo, te amo, te amo... te amé cuando te conocí... te amo ahora y te amaré siempre. HyukJae, no me dejes. ¡Joder no!
Hablaba el mayor, trabándose en sus propias palabras, diciéndolas tan rápido que apenas entendía. Parecía querer decir tantas cosas a la vez, se veía tan desesperado
.—Hyung... —Musitó, sintiendo las lágrimas resbalar por sus sienes hasta empapar sus oídos, pasando saliva, respirando tanto como podía, mirando su rostro. — Eres un tonto, hyung... un tonto..
Susurró de nuevo, sintiéndose cada vez más débil. Estaban solos, pero sabía que todo era el fin.
—Te amé....te amo...te...
Y no pudo terminar la frase, ahí estaba, había muerto en brazos del mayor, la forma más dolorosa de ser dejado es cuando esa persona muere en tus brazos.
—Te amaré siempre...
Completó Jongwoon, la voz temblorosa, apagada, apenas un hilo y las lágrimas empapando el rostro de aquel que fue el amor de su vida. Le abrazó, sin poder detener el llanto, cerrando los ojos, susurrando cuanto lo amaba, cuanto lo amó y lo seguirá amando, tal como si fuese un mantra que tuviera que repetir durante toda su vida.
"Te amé, te amo y te amaré siempre."
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Sing. (OneShot Proyect)
FanfictionLas canciones son capaces de causar demasiados sentimientos en una persona, ya sea por la letra o la melodía. Si conviertes la letra de una canción en una historia por capítulo. ¿Se formará un libro? Coment[?]: Se trata de una serie de Oneshot, cad...