Mi único aliento

The First Time

Miraba por la ventana de ese hospital, desde esa sala blanca en la que había estado internado por dos días, bajo observación de los médicos; esas personas que corren de un lado a otro con sus batas blancas, respiraciones agitadas y miradas preocupadas, como si buscaran las palabras adecuadas incluso para saludar a los demás y la manera más sutil de hablarles sobre los problemas que los aquejaban. Había llegado a admirar la paciencia que tenían los doctores frente a toda situación imaginable y no dudaría que así fuera lo más absurdo también tendrían el mismo cuidado para resolver situaciones críticas.

Se había hecho una idea de la muerte, esas paredes se lo anunciaban de alguna forma, era casi como un mensaje subliminal en el color que vestían. Aún así Kyungsoo pudo llegar a la conclusión de que su mente le estaba jugando en contra, que todo lo que estaba ocurriendo por su cabeza era producto de la desesperación que le causaba el ser perseguido por la muerte.

– Si vas a venir a buscarme, entonces hazlo luego. – Dijo recostándose en la camilla. Esta frase soltada de los labios de Kyungsoo resonó en la habitación dejando una sensación de soledad, que lo sumergía más en la idea de dejarlo todo. Pero no se rendiría fácilmente; eso decidió.
Se iba sumiendo poco a poco en sus pensamientos cuando de pronto escuchó la puerta abrirse y giró casi de inmediato la cabeza para ver de quién se trataba; era Kai.
–Hola, tú. – Dijo el recién llegado.  Parecía demasiado calmado, tenía una expresión neutra y avanzaba lentamente hacia un sillón, junto a la camilla de D.O, en el que se sentó.
–¿Qué estás haciendo aquí? – Dijo casi en un susurro, pero Kai logró escucharlo. Kyungsoo no lograba reconocer por completo a quien había entrado por esa puerta, no sabía qué hacía ahí, ese no era el Kim Jongin que había conocido.
– ¿Te sorprende que esté aquí? – Dijo soltando una pequeña risa presumida.
–Oh...sí,eres tú. – Kyungsoo cambió su expresión demostrando su molestia – ¿Qué haces aquí?–
Kai se levantó del sillón y se acercó a la camilla esta vez sentándose en ella.
– Yo...sólo quería verte...– Tenía la mirada fija en los ojos de Kyungsoo que lo miraba esta vez con sorpresa y se acomodó en la camilla al verse un tanto indefenso ante el moreno.
–¿Cómo supiste que estaba aquí?–
–Eso no importa, son sólo detalles. – Dijo mirando hacia la ventana. Dio un suspiro y miró nuevamente a Kyungsoo. – ¿Cuál es tu nombre? – Preguntó repentinamente.
–¿Por qué debería responder?–
– ¿Y por qué no? – Su respuesta hizo que D.O se molestara aún más.
–Do Kyungsoo – Respondió luego de rodar sus ojos. Sabía que con Kai nada funcionaba, así lo amenazara con asesinarlo para que se fuera, no funcionaría.
El moreno al instante sonrió cantando victoria en sus adentros.
–Soy Kai. – Se levantó de la camilla dirigiéndose hacia la ventana donde comenzó a observar las calles. – Otra vez aquí ¿eh? – Se dio la vuelta con ambas manos en los bolsillos de su pantalón y se dirigió nuevamente hacia D.O.
– Responde de una vez – Dijo Kyungsoo con una mirada llena de determinación. –¿Por qué estás aquí? –
Kai lo observó por un segundo y se acercó a pasos agigantados a través de la sala, así posicionándose a escasos centímetros del mayor provocando que se alejara, pero esta vez Kai no se conformaría con ello, no dejaría que se alejara más y que tuviera que soportar perder otra oportunidad.
De a poco, comenzó a tumbarlo en la camilla apoyándose en un brazo junto a la cabeza de Kyungsoo. El pequeño ponía resistencia empujando con sus manos al moreno, pero su fuerza no era suficiente, estaba cada vez más cerca y D.O estaba cada vez más sonrojado.
Cuando la distancia ya se hacía escasa, Kai rozó los rosados labios del mayor y soltó una pequeña risa.

"Eres mío." Se dijo Kai.

Así, mientras sostenía los brazos de Kyungsoo para lograr su cometido, hizo que desapareciera la distancia entre sus labios, saboreando la dulce esencia que emanaba de esos labios que amenazaban con ceder ante la tentación, pero se mantenían rígidos y cerrados ante el tacto del moreno.
La piel de D.O se erizó en cuanto Kai rozó sus labios y sintió que estaba perdiendo ante los encantos del menor. Realmente no podía resistir esa sensación ni permitir que se cumpliera el objetivo de Jongin, su orgullo siempre estuvo y estará primero.
El moreno sostenía con fuerza los brazos de Kyungsoo, así obligándolo a ceder. Él tenía más que claro que era deseado por el mayor y que el único obstáculo que tendría que mover sería su relativamente impenetrable orgullo.
Cuando vio que el menor no había explotado, como esperaba, comenzó a mover sus labios lentamente disfrutando de cada roce y deleitándose con el aliento de Kyungsoo que salía cada vez más acelerado a causa de él, lo que lo hizo sentirse orgulloso, sin embargo, el orgullo ahora no le servía de nada; realmente era adictivo.
Kai ya podía sentirse victorioso, Kyungsoo había cedido ante su juego y ya no habría vuelta atrás.
Se acomodó encima del pequeño y aprisionó sus brazos sobre su cabeza con una sola mano, así dejando libre la otra. Escurrió su mano bajo el camisón de Kyungsoo tocando sus suaves muslos mientras besaba lentamente sus labios, para luego bajar a su cuello dando pequeñas y delicadas mordidas recorriendo cada milímetro del espacio, así impregnándose de su aroma casi cayendo en la locura misma por la sensación que causaba en él.
– Para...– Pronunció dificultosamente. Kai siguió. –De...detente...Kai...– Dijo entre suspiros. El menor al escuchar como Kyungsoo le rogaba tuvo que luchar para controlar sus impulsos. No quería que le rogará detenerse, quería que le pidiera aún más.

"Es suficiente." Resonó una voz en los pensamientos de Jongin.

Súbitamente el moreno volvió a sus cabales soltando suavemente al mayor y abrió lentamente los ojos encontrándose con esos grandes orbes marrones que lo miraban atentamente. Fue exclusivamente la primera vez que se fijaba en cuán hermoso era Kyungsoo, la primera vez que pudo verlo en primera plana y la primera vez que nació ese sentimiento en él; aquello que le provocaba Kyungsoo.
Jongin sostuvo su mirada dos segundos, casi admirándole el alma al pequeño siendo así la primera vez en que Kai no se entrometió entre ambos, para luego salir de encima del mayor y volver al juego.
– Irresistible ¿no?– Le dijo al oído.
Kyungsoo soltó una pequeña carcajada, así sorprendiendo al moreno. Cambió su expresión a una divertida y se acomodó en la camilla.
– Lo noté en tu expresión... – Suspiró – claro que lo soy. – Dijo esbozando una sonrisa.
Kai enfureció. No había logrado completamente su objetivo. Aún así ocultó toda expresión de furia que pudiera salir por sus poros y sólo sonrió, dio la media vuelta y salió de la habitación.
Una vez que ya estuvo afuera, Kyungsoo cambió completamente su expresión y la preocupación inundó su rostro.
–¿Qué me ocurre?– Dijo nuevamente en medio de la soledad.

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Nota de la zombie autora:
Hola (?) perdón por la demora, esta vez fue más larga la espera y ni siquiera escribí algo muy extenso y me disculpo, nuevamente u.u
Mis profesores me tenían tapada en trabajos y pruebas así que no pude hacer mucho y cada vez que tenía tiempo libre la inspiración se me iba y no salía nada :C
Pero bueno, al fin lo publiqué y espero que les guste.
Mucho amor para todo el que pase por aquí ♥