A New Chapter for Us

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"Jongin-ah" escuchó en la lejanía.

"Jongin, despierta." sintió unas cálidas manos posarse en sus mejillas con delicadeza y desesperación; mezcla muy poco usual.

"¡Por favor despierta!" sintió una gota cálida en su cuello "por favor...despierta" se apagaba cada vez más convirtiéndose en un susurro.

Algo dentro de él se encendió, como una bofetada de su cerebro y abrió los ojos de golpe, sentándose en la reluciente madera de la sala de baile, al instante siendo arrasado por un fuerte dolor en su cabeza, una punzada que estaba al borde de lo soportable. Sujetó su cabeza con ambas manos tratando de apaciguar el dolor e hizo una mueca.
De pronto esas cálidas manos estaban tocándolo otra vez, con suavidad se posaron sobre sus propias manos tranquilizando un poco el intenso dolor que sentía el moreno. Dirigió su mirada hacia el dueño de esos dedos que lo tocaban, encontrándose con unos grandes ojos de un marrón profundo, una piel casi tan blanca como la nieve, unos labios gruesos muy llamativos y, por ultimo, unas gotas que mojaban el rostro del chico frente a él. Se veía delicado, tanto así que sintió que debía tener extremo cuidado para no romperlo.

– Kai...– el chico dirigió su mirada hacia Jongin secándose los rastros de lágrimas con la manga de su chaleco. Jongin puso sus manos en las mejillas del pequeño y limpió sus lágrimas cuidadosamente mientras lo miraba con ternura. Algo cambió en los ojos de ese chico. Lo veía confundido y con sus grandes ojos aún más abiertos.

–No. Jongin. Yo soy Jongin.– sonrió –Tú debes ser el chico que siempre Kai trae a mis sueños. – aún mantenía su mano sobre esa blanca piel tan perfecta y suave –¿Cuál es tu nombre? Supongo que nos conocemos desde antes. – quitó su mano del lugar y buscó los ojos del mayor encontrándolos con una expresión de incredulidad y confusión.

Kyungsoo – respondió por inercia.

"¿Debería agradecerte, Kai?" pensó Jongin.

Se levantó del suelo extendiéndole una mano a Kyungsoo quien de manera insegura y temblorosa aceptó su ayuda y sacudió sus pantalones, quedándose con la cabeza gacha sin saber qué hacer exactamente. Sólo podía respirar sabiendo que sería correcto hacerlo.
El menor tomó su mano y lo condujo hacia la sala de estar, invitándole una taza de café. Luego de largos minutos en silencio Kyungsoo levantó su mirada y clavó sus ojos en los de Jongin.

–¿Qué...ocurre? – Habló finalmente Kyungsoo sin saber si era lo correcto o no, pero con su determinación intacta.

–Creo que debo explicar unas cuantas cosas ¿no? En realidad varias. – tomó un sorbo de café y se dispuso a hablar sin saltarse ningún detalle.

"Tengo trastorno de múltiples personalidades." fue con lo que comenzó a revelar su secreto. Kyungsoo era el primero en escuchar la historia de Jongin y quizás el último.

Sintió que un peso se despojaba de sus hombros dejando atrás ese leve temor que tuvo que pasar por alto para darse a entender frente a Kyungsoo. Obviamente se aterraba de la posibilidad de que Kyungsoo no lo quisiera ver más o estar lejos de él; lo entendía. En esos pocos minutos se encariñó de la presencia del pequeño, de sus labios, de su timidez y determinación, de esos ojos marrón profundo, de la blanca suave piel que poseía el mayor e incluso pudo llegar a apreciar su silencio. Quizás las palabras sobraban.
Aún así Jongin entendería si Kyungsoo quisiera irse de su lado, realmente no quería que ocurriera porque era un hecho, hasta ahora hipotético, casi inaceptable para él. Realmente esperaba su aceptación, quizás no su comprensión, pero sólo el hecho de que Kyungsoo lo aceptara y estuviera allí lo haría feliz y, aunque lo conociera por primera vez como Kim Jongin, algo le dijo que por alguna razón Kai lo había traído a sus sueños innumerables veces.

Kyungsoo al escuchar lo que Jongin tenían que decir aclaró muchas dudas y abrió sus ojos en señal de que experimentaba una revelación. A decir verdad, una sensación maravillosa.
Cuando Jongin término con su explicación Kyungsoo tenía una notoria sonrisa dibujada en su rostro. Ahora sabía que el chico al que había estado casi anhelando todo este tiempo en verdad no lo odiaba y tampoco era un niño malcriado y despreciable, bueno una parte de él lo era, pero el Kim Jongin que vio era real y no sólo una linda portada para una revista horrorosa.

–¿Qué es lo que te pasa? No te burles, niño. – dijo Jongin aparentando ser un señor ya entrado en edad, muy lejos de lo que en verdad era. 

–¿A quién le llamas niño? Respeta a tus mayores, tengo veintitrés años y tu no debes estar ni cerca, el niño aquí eres tú. – regañó Kyungsoo entre risas. Aclaró su garganta y el menor quiso protestar pero no lo dejó hablar – No me estaba burlando, realmente estoy muy agradecido de que no fueras tan despreciable. Kai me saca de quicio ¿sabes? – le dedicó una sonrisa a Jongin, la cual se deshizo de todos los temores que tenía el moreno dándole una tranquilidad interna que no había sentido antes. 

Este era el momento del que tanto le habían hablado a Jongin, ese momento donde te das cuenta de que todas las decisiones que tomaste, sean correctas o incorrectas, tienen un sentido y un propósito que explicaba el por qué de muchas cosas. Ahora sabía que Kyungsoo era ese "por qué" que tanto había estado buscando.

Podría culpar al destino más adelante.

– Pues a mí también me saca de quicio. Imagina vivir con él todos los días. – Dijo con una sonrisa – Es tu turno. – dijo Jongin un tanto nervioso debido a la sonrisa que le había entregado Kyungsoo – Ahora debes explicarme cómo fue que pasó esto. –

– Bueno...Kai me llevó al hospital luego de que colapsara en medio de la calle y...– fue interrumpido por el menor.

– ¡No me refiero a eso! No en este momento, a pesar de que también me causa curiosidad, lo que más me causa curiosidad es saber cómo es que estabas aquí, en mi casa. – dijo riéndose.

–Y-yo...– tartamudeó Kyungsoo – prefiero no hablar de eso en este momento, se hace tarde y debo ir a casa, puede ser peligroso. – dijo nerviosamente mientras recogía sus cosas y se levantaba en dirección a la puerta principal caminado con prisa. Jongin lo seguía de cerca y tomó la mano del mayor antes de que cruzara la puerta.

–Tomemos un café...algún día. – Kyungsoo asintió y escribió su número de teléfono en un papel dándoselo a Jongin, yéndose casi corriendo de ahí pues quería tener un tiempo para poder inventar una excusa creíble y no una que sonara a basura sacada de internet o algo parecido.

Luego de que Kyungsoo se fuera de su casa, Jongin se dirigió a su habitación y se recostó en la cama con sus brazos detrás de su cabeza y con la mirada fija en el techo hizo una recapitulación de lo ocurrido consiguiendo que una sonrisa se asomara, para ser borrada por la realidad.

"¿Realmente volverás a verme como Kim Jongin, Kyungsoo?"  pensó y cerró sus ojos con fuerza.

Kyungsoo al llegar a su casa se sentó en el sillón junto a la mesa de centro donde previamente había dejado un par de tostadas y un té. Pensó en todo lo ocurrido y luego de meditar unos segundos, algo se apretó en su pecho.

"¿Realmente volveré a verte, Kim Jongin?"

Mi único alientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora