Mi invitado salió del auto dándome la mano pero sin quitarme la vista de la cara.
—¿Pasa algo malo?
Sacudí la cabeza y me esforcé en sonreír. Habíamos hecho un viaje demasiado largo para cambiar el itinerario a esas alturas.
Lo tomé del brazo y caminé más por inercia que por voluntad. La señora KyungMi había vuelto a cerrar el portón. Lo abrí despacio y pasé primero con evidente sigilo.
—¿Está enferma tu mamá? —preguntó Baekhyun sin acabar de entender tanto misterio.
—No. Pero tal vez esté dormida —mentí.
Entramos a la casa que lucía especialmente pulcra. Mi amigo se sorprendió.
—Qué hermoso diván. Y qué tapiz tan elegante. Han decorado con muy buen gusto.
—Gracias. De unos meses para acá a mamá le ha ido muy bien.
Caminé por delante para mostrarle la extraña colección de pinturas al carbón que mi madre había adquirido recientemente.
– Son muy hermosas —comentó.
—Te enseñaré el estudio. Tengo muchas películas de ciencia ficción y un equipo de sonido nuevo.
Subí muy despacio, orgulloso de los lujos que poseíamos, quizá porque carecimos de ellos durante toda la vida.Justo al doblar el recodo de la escalera nos encontramos de frente con mi madre que venía bajando.
Me inquieté.
—Te presento a BaekHyun. Es el gran amigo de la que tanto te he hablado.
Mi madre y el castaño se dieron la mano sonrientes.
—¿Ya comieron?
—No —contesté—, compramos hamburguesas. Pensábamos calentarlas en el horno de microondas.También trajimos para ti.
Mamá asintió sin apartar la vista de mi invitado. Detecté algo negativo en su mirada, pero no enojo, más bien preocupación...
—¿A dónde iban?
—¡Ah! —me sobresalté—, quería mostrarle mi habitación y el estudio...
—Pues pasen. Yo iré a la cocina a servir los platos.
—Gracias, señora.
Subimos. Pero no pude concentrarme en lo que le mostré a mi amigo. La idea de compartir la mesa con mi madre y Baek me había quitado por completo el apetito. Seguramente mi madre no lograría evitar recriminarme con los ojos lo que las visitas recientes vinieron a recriminarle a ella, y Baek adivinaría inmediatamente el reclamo visual. Tanto él como la otra eran especialmente agudos para la comunicación tácita.
—La revista del doctor JungHee es un trabajo increíble, ¿verdad? —comenté para hacer tiempo—. ¿Me prestarás el ejemplar que venías leyendo?
—Claro. Te recomiendo que leas el artículo "LOS TRES PILARES DEL AMOR". Vale la pena no sólo leerlo sino estudiarlo. Es algo básico que deberían tomar en cuenta todas las parejas antes de comprometerse.
Asentí.
—Yo no pienso casarme muy pronto —declaré.
—De cualquier forma te va a interesar. Estoy convencida de que si los jóvenes conocieran esos tres puntos, aunque no tengan intenciones de contraer matrimonio sus relaciones amorosas serían mucho más exitosas.
Al columbrar los alcances de la recomendación anterior, decidí poner a prueba los conceptos de mi amigo.
—¿Y tú qué piensas del sexo prematrimonial? Sé que cuando hay convicciones religiosas se tienen a la vez ciertas normas al respecto que yo llamaría prejuicios. Pero, ¿no consideras que Dios mismo autorizaría, en algunos casos, tener relaciones íntimas durante el noviazgo?
Baek tomó asiento en el sillón del estudio y meditó unos segundos su respuesta antes de dármela.
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Jóvenes en delirio. [ ChanBaek // BaekYeol ]
RomancePrimero que todo, quisiera aclarar que esta historia NO es mía... es una adaptación de un libro que me encanta. En segundo lugar, a pesar de que es una historia ChanBaek, estará narrada desde el punto de vista de ChanYeol. Y en tercer lugar, BaekHyu...