Capitulo Cinco
-Las Reglas-Debo admitir que pasé una agradable noche en casa de Louis, para cuando la pizza había llegado él ya llevaba unas cuántas latas de cerveza encima por lo que se negó a pagarle al delivery, casi arma todo un escándalo en el barrio por gritarle en medio de la noche, pero por suerte todo salió bien, Amelia se disculpó con el chico y le pagó la comida. Cuando llegué a casa, para mi sorpresa, mi madre aun seguía despierta leyendo un libro en el living. Recuerdo claramente que levantó la mirada con una sonrisa divertida hacia mí, me sentí extraño por lo que pudiera decirme, hasta que dijo "Tus amigos son muy raros", entonces ella rió y yo también lo hice, porque era la verdad, jamás había socializado con alguien que tuviera tantos tatuajes ni que bebiera, era una experiencia nueva para mí, una que me estaba agradando mucho, se sentía bien ya no ser un marginado, aunque existía una gran lista de pros y contras. Pero a pesar del comentario de mi madre sobre Louis y Amelia, sabía que muy por dentro se alegraba de que hiciera amigos. O eso creo.
Por la medianoche tuve un largo debate interno sobre lo que me está ocurriendo, era verdad que estaba demasiado cansado, aunque las bebidas energéticas que me dió Amelia ayudaron a mantenerme con los ojos abiertos gran parte del tiempo, pero por más vueltas que haya dado en la cama y por más esfuerzo que haya hecho por mantener mi mente en blanco y dormirme no funcionaron. Estoy cambiando, todo yo está cambiando y no sé el porqué, pero espero averiguarlo pronto. Quiero saber qué es esto que está experimentando por mi primera vez mi ser, me siento perdido en mi propio cuerpo, no me reconozco y muy difícilmente vuelva a ser el de antes. Pero espero que este cambio no me traiga problemas, que no me convierta en una persona totalmente opuesta a lo que soy, pero quizás la vida me esté preparando para lo que sigue, algo grande al parecer.
Por lo menos, hoy era viernes. Lo que significa dos cosas: hoy no tendría ninguna clase extracurricular, por lo que tenía un tiempo de sobra entre salir de clases e irme a casa, también significa que solo tengo dos días antes de que Barry llegue a casa, antes de entrar en mi profundo y eterno infierno, al que ya me he acostumbrado y quisiera escapar lo más pronto posible.
Necesito despejarme, necesito estar lejos de todo por un segundo, y creo que el momento ideal sería hoy luego de clases. No sé ni siquiera a dónde iré porque no conozco ni la mitad de la ciudad en la que estoy parado, excepto el pequeño trayecto de la escuela a casa, el que ahora mismo transcurro. Pero realmente tengo que salir, tengo que dejar de tener tantas cosas en la cabeza, siento que me va a explotar, y ni siquiera me importa que el tiempo climático no esté a mi favor, hace más frío que los días anteriores y el cielo está completamente gris y lluvioso, ni siquiera llevo algo para abrigarme, tomé lo primero que encontré -una remera mangas cortas- por lo que estoy casi temblando de frío, pero ya es demasiado tarde como para volver a casa por una chaqueta.
Ya dentro del instituto el calor se apodera poco a poco de mi cuerpo, ajusto mi mochila al hombro
para que no se caiga mientras me abro paso en la multitud de estudiantes que llenan los pasillos.
Para mi sorpresa, me encuentro con Harry, estaba vestido cómo todas las veces que lo había visto, remera negra, jeans negros y unas converse negras también, su cabello estaba alborotado mientras algunos mechones caen sobre su rostro, pero no estaba solo, a su lado se encontraba Hayley, vestida
con tan solo un top rojo, una minifalda negra y unas botas, y ya ha captado la atención de varios chicos. A Harry parecía no importarle, ni siquiera ha notado mi presencia, ni siquiera sé que debo hacer, mis pies inconsientemente se dirigen hacia él pero logro detenerme antes de ser visto.Decido mantenerme ocupado yendo hacia mi primera clase antes de hacer algo de lo que luego me terminaría arrepintiendo. Pero algo en mí hace que mi cabeza gire en su dirección para verlo antes de irme, está serio, como normalmente lo está, pero creo que hay algo mal esta vez, sus amigos le dicen algo y él sólo los fulmina con la mirada. De lo despistado y torpe que soy termino chocando contra alguien, alguien con quien no debería de haberme chocado ni por casualidad.